lunes, 11 de febrero de 2008

La blanca Mérida se tiñe de otro color



El año 2007 finalizó con la muerte de dos jóvenes que intentaban cruzar la avenida del Paseo Montejo, cuando el hijo del titular de la SSP, Luis Omar Saidén Quiroz pasaba a exceso de velocidad, atropellando a los jóvenes hermanos Rodrigo y Raquel Duarte Cobá, inmediatamente fue rescatado Luis Saidén Jr. y trasladado a un hospital privado donde bajo custodia fue cuidado con esmero del susto que tuvo.
El padre Luis Felipe Saidén Ojeda, hizo todo lo humanamente posible para que su hijo no llegue ni siquiera a tocar la cárcel por el delito que cometió, hasta cierto punto cualquiera podría decir que un padre está dispuesto a hacer todo con tal de ayudar a cualquier miembro de su familia. Pero lo consecuente en este caso sería su renuncia ante el peso de conciencia por esas dos vidas inocentes que fueron sacrificadas por el joven homicida.
No han trascurrido más de sesenta días y la sociedad yucateca se siente conmocionada por la ola de violencia que viene rebelándose día a día. Es triste ver que en esta ciudad así como otras más de la península yucateca están transitando hacia un elevado nivel de violencia, cualquiera que sean las causas o motivos, son cosas a las que no estamos acostumbrados, pero qué puede hacer el padre del homicida, si ya se proclamó defensor de los victimarios, no le queda más remedio que seguir abogando por los delincuentes o mejor aún pedir su renuncia y dedicarse a otra cosa donde su dignidad y hombría no queden en duda.
Una nota, escrita por Lorena Aguilar Aguilar invita a reflexionar, que la blanca ciudad de Mérida poco a poco se ha estado tiñendo de otro color, ella escribe en http://www.kaosenlared.net/ de Barcelona, España, visite el LINK en la columna de la izquierda.