miércoles, 8 de octubre de 2008

Ojalá hubiera cárceles así en México.

'A aquellos entre ustedes que no saben quién es Joe Arpaio, les indico que es el sheriff del Condado de Maricopa, en Arizona, y sigue siendo reelecto período tras período.'

He aquí las razones:

El sheriff Arpaio creó el campamento de carpas carcelario para evitar que Arizona gastará decenas de millones de dólares en la construcción de otro complejo carcelario.

Ha bajado el costo de la vianda a 30 centavos y les cobra a los presos por su comida.

Ha prohibido fumar y mirar revistas pornográficas en las cárceles y ha retirado los aparatos de entrenamiento y levantamiento de pesas, y ha cortado todo espectáculo cinematográfico, exceptuando películas clase 'G'. Dice:

'Están en la cárcel para pagar una deuda con la sociedad, no para criar músculos y asaltar a gente inocente cuando dejen la prisión'.

Inició cuadrillas encadenadas para que los internos realicen trabajos en proyectos del condado y la ciudad, ahorrándole dinero al contribuyente.
Entonces instauró las cuadrillas encadenadas de mujeres, para que no lo acusaran de discriminación.


Cortó la televisión por cable hasta que se enteró que una orden de la Corte Federal exigía proveer con televisión por cable a las cárceles. Volvió a conectar la televisión por cable, pero sólo permite el canal Disney y el canal meteorológico.

Cuando le preguntaron por qué conectaba el canal meteorológico, dijo: 'Así estos turros sabrán como será el tiempo cuando trabajen en mis cuadrillas encadenadas'.

Cortó el café porque tiene cero valor nutritivo y es por eso un derroche del dinero de los contribuyentes. Cuando los internos protestaron, les dijo: 'Esto no es el Ritz Carlton. Si no les gusta, no vuelvan'.

También adquirió la serie de clases de historia de Newt Gingrich, que transmite en las cárceles. Cuando se le preguntó si también transmitiría las clases de historia de un autor demócrata, contestó: 'Si la serie dice la verdad, sería bienvenida, y hasta podría explicar por qué el 95 % de los presos que llenan mis cárceles están allí en primer lugar'.

Las temperaturas en Phoenix fueron más altas que de costumbre (43 ºC , un nuevo récord alcanzado el 2 de junio de 2007). Associated Press escribió que aproximadamente 2.000 internos alojados en un campamento de carpas rodeado por alambrados de púa fueron autorizados a despojarse de sus ropas y quedar vestidos únicamente con sus calzoncillos color de rosa proveídos por el gobierno..

El día miércoles se escuchó comentar a los internos vestidos con calzoncillos rosados en las carpas, donde las temperaturas llegaron a 53 ºC: 'Esto es el infierno, estamos adentro de un horno', se quejó Ernesto González, con dos años de condena cumplida y diez más para cumplir, 'es inhumano'.

Joe Arpaio, que obliga a sus presos a vestir de rosado y comer sándwiches de mortadela, no es condescendiente en absoluto: 'Los criminales deberían ser castigados por sus crímenes - no vivir a todo lujo hasta que les llegue la libertad condicional, sólo para que salgan a cometer más crímenes y volver para vivir a costas del contribuyente y disfrutar de cosas que los mismos contribuyentes no pueden afrontar para sí'.

El mismo día les dijo a los internos que se quejaban por las temperaturas en las carpas: 'Tenemos entre 48 ºC y 54 ºC en Irak, nuestros soldados allí también viven en carpas, caminan todo el día bajo el sol cargados con sus pertrechos de guerra, encima les disparan y ellos no han cometido ningún crimen, de modo que cállense la boca'.

¡Adelante, sheriff! Si todas las prisiones fuesen como las suyas habría muchos menos crímenes y no estaríamos en la situación actual de emergencia carcelaria por falta de espacio.

Al margen: El sheriff Joe fue recientemente reelecto como sheriff del condado de Manicopa, Arizona.

Enviado por Rafael Briceño

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