domingo, 15 de marzo de 2009

De lavacoches a sicario en tres meses: los sistemas de reclutamiento del narco

El ascenso es rápido en el mundo del crimen organizado... mientras no te agarren...

Fuente: La Crónica de Hoy
Daniel Blancas Madrigal
Nacional Domingo 15 de Marzo, 2009
Hora de creación: 01:51
Ultima modificación: 01:51

En sólo tres meses, el crimen organizado es capaz de reclutar a una persona y sumarla a su plantilla de sicarios, de acuerdo con investigaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

La delincuencia dirige su esquema de reclutamiento a cinco grupos principales: lavacoches, taxistas, desempleados, vendedores ambulantes y adictos a la droga.

Para llegar a ser sicarios, los “enganchados” deben pasar por dos peldaños jerárquicos, según la pirámide de evolución criminal definida por la SSP: primero informantes, luego reclutadores… superadas las dos fases, se les otorga el título de matones a sueldo.

“De acuerdo al estudio que hemos realizado, hay casos donde el proceso de conversión se completa en tres meses. Lo hemos corroborado, de manera especial, en la Península de Yucatán y en las zonas costeras del Océano Pacífico; en Sinaloa es recurrente”, asegura Facundo Rosas, subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos.

El tiempo del “ascenso” depende de las capacidades y habilidades del individuo, así como de su sangre fría para torturar y matar.

El pago a informantes va de dos mil a cinco mil pesos a la semana; el de sicarios supera los 40 mil pesos al mes.

“Algunos de estos colaboradores no sólo escalan rápidamente al sicariato, también existe la posibilidad de que lleguen a ocupar niveles de liderazgo intermedio o quedar al frente de las organizaciones criminales en corto tiempo”, alerta Rosas.

La edad promedio de los sicarios detenidos por la Policía Federal en lo que va de la administración calderonista es de 24 años.

Los criminales suelen comenzar la etapa de reclutamiento en narcotienditas. Así ocurrió en el caso de uno de los sujetos que terminó por convertirse en el principal ejecutor de 12 supuestos narcomenudistas en Yucatán.

Era adicto a la cocaína. Fue contactado en un punto de venta, se formó en las calles como informante, luego se concentró en reclutar más adictos y al cabo de 90 días realizó las 12 decapitaciones.

–¿A qué te dedicas? –le preguntaron tras su captura.

–Ahora soy sicario –dijo con orgullo–, pero hace tres meses era lavacoches.

El primer escalón, el de informantes, es el que más ha aumentado en los últimos meses, según datos de la Secretaria.

“Los cárteles han extendido el empleo de informantes, apuestan por taxistas, por personas sin empleo fijo o dedicadas al comercio informal. Su principal tarea es detectar patrullas o identificar cualquier factor o actor de riesgo en la calle”, describe Rosas.

Algunos reciben dinero en efectivo, otros la promesa de protección ante cualquier acción de la autoridad o grupos rivales.

Para diferenciarse, estas redes adquieren nombres singulares, entre los que se pueden citar los siguientes: “halcones”, “estacas”, “puntos”, “patrullas”, “postes” y “ventanas”.

En un par de meses dejan de ser negociadores y se concentran en el trabajo rudo, ligado a la violencia.

Ya como sicarios, utilizan la formula del “levantón” para garantizar la producción, distribución y venta de drogas de su organización, para defender territorios de narcomenudeo o como táctica de venganza.


Edad promedio de sicarios: 24 años

Grupos de informantes

“Halcones”
“Estacas”
“Postes”
“Puntos”
“Patrullas”
“Ventanas”

Evolución criminal

Etapa 1: reclutamiento de taxistas, desempleados, vendedores ambulantes, lavacoches y adictos.
Etapa 2: informantes (sueldo de entre 2 mil y 5 mil pesos a la semana).
Etapa 3: reclutadores (sueldo de entre 3 mil y 6 mil pesos a la semana).
Etapa 4: sicarios (más de 10 mil a la semana).
Etapa 5: líderes.

Rapta y ultraja a una menor

La niña de 12 años huye y acusa con ayuda de una vecina

Una menor de edad de una pequeña comunidad de Hopelchén, Campeche, denunció que Carlos Manuel Perera Chablé, de 25 años, la trajo por la fuerza a esta ciudad, donde la ultrajó varias veces y la mantuvo encerrada algunos días, y que en su intento por volver a su lugar de origen fue auxiliada por una mujer que la orientó a acusar los hechos.

“No, no, no...”, dijo Perera Chablé, quien ayer fue arraigado 30 días por el Juzgado 1o. Penal, para ser investigado por los delitos que le acusan.

De 12 años, la menor relató que en su rapto estaba de acuerdo una tía suya, quien incluso alentó al acusado para trasladarse a esta ciudad con la denunciante.

Con monosílabos y meneando la cabeza en señal de desaprobación, Perera Chablé escuchó ayer la denuncia: a fines el mes pasado salieron de Xmabén y se dirigieron a Hopelchén, donde abordaron un autobús.

“Me trajo por la fuerza, yo no quería venir”, relató la menor en su denuncia. En el supuesto rapto habría participado “Bote”, el chofer de una camioneta.

La joven dijo que sus padres viven en Xmabén, pero acostumbra ir con su tía Margarita porque juega con sus primos.

Perera Chablé acude a esa casa donde comenzó a asediar a la menor con el aparente consentimiento de la tía.

El 27 de febrero la menor fue sacada por la fuerza de casa de su tía y metida a una camioneta. Luego en autobús llegaron a Mérida y se alojaron en una casa al oriente de la ciudad. Ese día fue ultrajada; Perera Chablé no se quedó con ella en la casa, pero al salir le puso llave a la puerta.

Así pasaron los días y varios ataques sexuales, hasta que la menor escapó cuando le dieron $30 para comprar en una tienda cercana y no regresó, sino que tomó un autobús sin rumbo fijo e intentó pasar la noche en la calle de un fraccionamiento.

Esa noche se acercó a una mujer que vive en ese sector, a quien preguntó qué pueblo era este. La aludida se interesó por la menor, quien le relató todo.

Perera Chablé fue detenido el martes, pero niega los cargos. Se le informó que la audiencia fue sólo para que se le informe la detención preventiva, no para que declare sobre la acusación.

“Es mi novia, todos en Xmabén lo saben, venimos a Mérida porque nos escapamos, no la obligué”, dijo el acusado. También manifestó que fue torturado por agentes de la Judicial, que le dieron “toques” en las piernas, le taparon la cara con una lona y lo golpearon en el cuerpo.

Se mencionó a una conocida de Perera Chablé quien “trabaja de bruja”. El arraigo se llevó a cabo en el local que dispone la Procuraduría para detenciones preventivas.

Fuente: Diario de Yucatán
R.F.G.

Pasa tres días con el cadáver de su abuelo

Queda atrapado en una camioneta un niño de tres años

SAN FRANCISCO DE CAMPECHE, Campeche.— Un niño de tres años pasó encerrado en una camioneta casi tres días, cerca del cadáver de su abuelo, quien pereció de un infarto al bajar de su vehículo cuando acudió a un rancho a comprar sandías.

Los hechos ocurrieron el martes 10, cuando a las 12:30 horas José Luis Blanco Arenas, comerciante de 68 años, recibió una llamada para surtir un pedido de sandías.

Estaba en su domicilio en la colonia Aviación y como consideró que no tardaría pidió a su nieto que lo acompañara.

Llegó al rancho “La Sierra”, ubicado en el poblado de Nilchí, a 40 minutos de la capital, para comprar sandías; al parecer no había nadie en el lugar, por lo que decidió bajar de su camioneta a investigar; sin embargo, a escasos metros del vehículo sufrió un infarto y murió.

El niño quedó atrapado en el interior del vehículo y comenzó a llorar, pero el lugar estaba desierto, no había nadie en el rancho para ayudar al señor y menos para rescatar al menor.

De acuerdo con el reporte de la Procuraduría General de Justicia, el jueves a las tres de la tarde otros compradores llegaron al rancho y encontraron el cuerpo de Blanco Arenas, que ya comenzaba a descomponerse, cerca de la camioneta.

Asimismo, descubrieron al pequeño en el interior de la camioneta Ford azul, placas SC-44405 del estado de Puebla, con claros signos de deshidratación, por lo que de inmediato fue rescatado y trasladado de urgencia al Centro de Salud de Tenabo para darle atención.

El cadáver del comerciante fue llevado al anfiteatro de la Procuraduría General de Justicia del Estado, donde se le practicó la necropsia de ley; el resultado arrojó que la muerte se debió a un infarto masivo al miocardio.

El cuerpo fue entregado anteayer a los familiares. José Luis Blanco Arenas tenía su domicilio en la privada Aviación número 6, en la colonia del mismo nombre, de la capital; era conocido comerciante de frutas y legumbres en el mercado “Pedro Sáinz de Baranda”.
Fuente: Diario de Yucatán
Ana Cecilia Gutiérrez Arrocha