martes, 17 de noviembre de 2009

Empleada desleal meridana detenida

Elementos de la Comandancia de Mandamientos Judiciales y Ministeriales de la Policía Judicial, capturaron el día de hoy a Rosario de Fátima del Carmen Rodríguez Alcocer, de 34 años de edad, en cumplimiento de la orden de aprehensión 949/2009, girada por el Juez Primero Penal del Primer Departamento Judicial del Estado, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de robo calificado, denunciado por Eduardo José Ramos García, en su carácter de administrador único de la persona moral denominada “Corte y Confección”, Sociedad Anónima de Capital Variable (Rams Cottons).

Las constancias que integran la presente causa penal indican que la inculpada, quien prestaba sus servicios en esa empresa como encargada de una de sus sucursales, se apoderó de una remesa de prendas de vestir por un monto de 42 mil pesos y luego renunció a su trabajo.

Los hechos se registraron en el mes de octubre del 2008, cuando Rosario de Fátima del Carmen, quien entre sus responsabilidades laborales estaba el de llevar a cabo realizaba funciones de inventarios, cortes de caja, hacer los depósitos de las ventas, controlar las mercancía en bodega, surtir faltantes de prendas, y, en general, todas las funciones inherentes a su puesto de encargada general.

Como parte de esas responsabilidades, Rodríguez Alcocer, el día 6 de octubre del año próximo pasado, se presentó a las oficinas de la empresa en Mérida, ubicada en la calle 63 entre 42 y 44 del centro, donde solicitó le surtieran 310 prendas de vestir entre camisas, pantalones, playeras, bermudas, blusas y vestidos, para comercializar en su sucursal.

La inculpada recibió personalmente la ropa, cuyo costo ascendió a 42 mil pesos, por lo cual firmó un documento de recibido por las prendas. Pero al día siguiente, a temprana hora, Rosario comunicó a sus superiores que por problemas familiares renunciaría a su trabajo, solicitud que fue aceptada pero antes de dejar la empresa tendría que efectuarse un inventario en la sucursal que tenía bajo su encargo.

Precisamente fue durante esas labores en que se descubrió el faltante de las prendas de vestir que había recibido el día anterior, y al ser cuestionada reconoció los hechos y que el dinero lo había utilizado para su provecho personal y solventar problemas judiciales. La inculpada se comprometió con sus empleadores a pagar las prendas, pero con el paso del tiempo falló con el compromiso, por lo que se denunciaron los hechos que derivaron en la orden de aprehensión que se cumplió en la ciudad de Campeche.