En lo que va del 2011 la lucha contra el crimen organizado ha dejado un total de 10 mil 22 ejecutados.
Los estados que concentran más de la mitad de los asesinatos son: Chihuahua (mil 567), Nuevo León (mil 418), Guerrero (mil 348) y Sinaloa (mil 80), según el conteo que realiza el diario Reforma, quien destaca que este es el primer año en el que cuatro entidades superan la cifra de mil ejecuciones cada una.
Destaca además que Durango, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, Colima, Oaxaca, Tabasco, Hidalgo, Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche y Yucatán han superado en 9 meses el número de ejecuciones que registraron durante todo 2010.
Los especialistas, citados por el diario, opinan que el repunte de la violencia durante este año se deriva de de la necedad del gobierno federal por mantener la misma estrategia de seguridad.
El catedrático de seguridad nacional en México y EU, Carlos Humberto Toledo, señala que “podrá el presidente dar la apariencia de que está abierto a las sugerencias o a proponer nuevas estrategias (…) pero los datos duros de 10 mil muertos nos indican que las políticas no han cambiado”.
Mientras que para Arturo Arango, consultor independiente, el aumento exponencial de la violencia deriva de tres factores que el gobierno en sus diferentes niveles se resiste a erradicar.
“No han querido combatir la corrupción, no se abren a la rendición de cuentas ni a la supervisión ciudadana. La corrupción es tal que, cuando hay una acción delictiva, hay involucrados policías, ya sea federales, municipales o estatales”, señala.
En la opinión de María Elena Morera, de la asociación civil Causa en Común, los esfuerzos han sido en vano, pues la parte neurálgica de las redes delictivas permanece intocable.
“Mientras no asfixies las finanzas (al crimen), van a seguir matando”, expresa en entrevista con el rotativo.
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