lunes, 10 de octubre de 2011

Pensaba que los hombres merecen una segunda oportunidad, pero ya veo que no


Cancún, Quintana Roo

Recargada en un pilar de concreto, espera ser atendida por el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC), su rostro refleja el delito, tiene la oreja izquierda morada, moretones en el cuello, un rasguño en el brazo derecho y un chichón en la nuca. Es la historia de Julia que hace cuatro años su pareja le hizo lo mismo cuando estaba embarazada y a raíz de la golpiza su hija nació con retraso psicomotor, esta vez decidió denunciarlo.

Israel Alejandro Barrios Rosillo, de 38 años, lleva las manos esposadas hacia atrás, va un poco inclinado hacia enfrente porque un policía lo tiene sujetado de uno de los brazos, en forma de sometimiento. Son las 13 horas cuando ingresaron al área de espera de la mesa de guardia del MPFC.

Los uniformados lo traen de esa forma porque minutos antes se puso agresivo con ellos y les dijo hasta que iban a perder su "chamba" porque era muy influyente y no sabían con quién se estaban metiendo.

Lo ponen de frente contra la pared y le indican que se quede quieto. A cinco metros, recargada sobre un muro de concreto, está Julia, quien solicitó a los policías que lo detuvieran.

Los policías que hicieron la detención tienen fotografías de las tijeras con las que lastimó a la mujer en el hombro izquierdo y de la sangre que derramó en la recámara del domicilio, donde sucedieron los hechos en la Supermanzana 46.

La señora dijo que hace cuatro años conoció a Barrios Rosillo, quedó embarazada y antes de que diera a luz recibió una golpiza, lo que propició que la bebé naciera con retraso psicomotor.

Después de tanto tiempo, Barrios Rosillo contactó a Julia y le pidió conocer a la niña. La convenció para que se trasladara de Mérida a Cancún.

"Pensaba que los hombres merecen una segunda oportunidad, pero ya veo que no", dice Julia, mientras recalcaba que fue un error haber llegado a su casa y creer que había cambiado.

Julia declaró que su hija se fue con su familia al parque de Punta Nizuc, le dijo a Israel Alejandro que fueran a ese lugar para que conociera a la niña. Pero el hombre respondió que no, que se quedaran en la alberca del condominio.

Le insistió ir al parque. Eso fue lo que desató su furia y se le fue encima a golpes. Todo esto sucedió dentro del departamento, los gritos de auxilio llegaron a oídos de vecinos, pero él les advirtió que no se metieran.

Ante la mirada de los inquilinos siguió golpeándola hasta que llegó la policía para someter al ebrio agresivo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.