miércoles, 18 de mayo de 2011

Narco-juniors son cobijados por empresario de antros, denuncian ex empleados



  • Juan Enrique Kramer Prida, empresario señalado como líder de distribuidores de droga.

Detrás de los narcojuniors detenidos el pasado fin de semana y presunto comprador de la impunidad que cobija a los jóvenes vendedores de droga, está el millonario empresario Juan Enrique Kramer Prida, quien es socio y dueño de las discoteca "Dubai", ubicada en la avenida Cobá, y socio del restaurante "Papas Grill" de la misma zona, además de que fue socio de la discoteca "El Ruedo" (muy pronto se llamará “El Ruidoso”) ubicada en Plaza las Avenidas y actual dueño de "Las Kekas", negocio dedicado a la venta de quesadillas y que vienen proliferando por todo Cancún.

Fuentes cercanas al empresario, entre ellos varios extrabajadores de los antros acudieron a las instalaciones de Diario Respuesta a denunciar los vínculos de Juan Enrique Kramer Prida con la delincuencia organizada. Explicaron que "el rostro de Juan Enrique Kramer Prida es la de un prominente empresario dedicado a la industria de la diversión en antros, sin embargo, detrás de él hay todo un imperio cimentado en el crimen organizado, especializado en el tráfico y venta de drogas".

Explican los valientes anónimos que le temen al empresario, que Juan Enrique Kramer Prida tenía a su servicio a los tres narcojuniors detenidos, ya que eran los encargados de comercializar la droga en todos sus negocios. Incluso, afirman que el empresario Juan Enrique Kramer Prida junto con su gerente Ivan Muciño, gerente del Dubai, comandan toda una cuadrilla de jóvenes que se hacen pasar como antreros pero que en realidad son distribuidores de droga.

El sábado los juniors dedicados a la distribución de droga VIPs, detenidos el sábado en el fraccionamiento Santa Fe Plus de la Supermanzana 525. Los jovenes presuntamente son manipulados por el empresario y socio de varios antros en Cancún, Juan Enrique Kramer Prida, además comentaron una anécdota cuando entregaron el producto a un mesero de las discotecas donde hasta la fecha la venden en el baño y para ello pagaron 100 mil pesos al grupo de la delincuencia organizada conocidas como “Zetas”.

Las fuentes aseguran que el empresario no sólo se encarga de administrar la distribución de droga en sus antros, sino que también en otros como son el Buldog ubicado en Zona Hotelera, y en diversos hoteles de la Zona Hotelera, además de que dejaron en esta redacción informes sobre la forma precisa de operar de Juan Enrique Kramer Prida y sus comandos de distribución de droga.

Señalan que el empresario Juan Enrique Kramer Prida tiene comunicación con los narcos vips, Miguel Sosa Barragán y su hermano Cristian, Mauricio Canto Miro, quienes también utilizaban como enganchadoras a las jóvenes Nicolette Gisela Osorio Bonn, Sarai Vargas López, y Fernanda García Altaguirre, ésta última hija del presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo, magistrado Francisco Javier García Rosado.

También trascendió que Juan Enrique Kramer Prida pagó una fuerte suma de dinero para que peritos y agentes de la Procuraduría General de la República cambiará la información de la averiguación previa, y así debilitar el caso para que los narcojunior pisen las calles en breve.

Los sujetos operaban mediante una llamada del presunto narco-empresario y acudían a los antros antes mencionados y uno de los meseros “claves” se hacía cargo de la droga ya sea cocaína o marihuana que hasta la fecha la comercializan en los baños sin problemas.

Cristian, Miguel y Mauricio trabajaban por su cuenta en la distribución de droga en Zona Hotelera ya que su patrocinador el empresario decidió pagar 100 mil pesos en efectivo a los integrantes del grupo “Los Zetas” mediante un pacto entre ellos a raíz que le solicitaron la cuota, pues a cambio de la suma de dinero los juniors iban a vender su propio producto.

Sin embargo pese a que forman un grupo de distribuidores de droga Miguel y Cristian de apellidos Sosa Barragán, Mauricio Canto Miro, y posiblemente las jóvenes Nicolette Gisela Osorio, Sarai Vargas, y Fernanda García, la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) no los investigó a través de elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), sino todo lo contrario se dedicó a protegerlos al omitir información sobre la consignación y argumentar que la cocaína era bicarbonato, en tanto la marihuana que era de consumo mínimo y no con fines de comercialización a pesar que tenía un peso a los 500 gramos, además que dentro del domicilio se hallaron dos paquetes de bolsitas que se utiliza para el envoltorio de la droga y una bascula de gramos.

De acuerdo a fuentes ajenas a la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), los únicos consignados fueron Cristian Sosa Barragán y Mauricio Canto Miro quienes ya se encuentran internados en la Cárcel de Cancún a disposición del un juez de Distrito.

Como parte de lo asegurado tenían una pistola tipo escuadra cromada calibre 38 Súper, 26 cartuchos de nueve milímetros, dos cargadores, 18 calibre 22, cuatro calibre 38 súper, uno percutido.

Narcodiscotecas

Juan Enrique Kramer Prida, es socio y administrador de la discoteca "Dubai" ubicada en la avenida Cobá y socio del restaurante "Papas Grill" de la misma avenida, fue dueño de la discoteca "El Ruedo" ubicada en plaza las avenidas y dueño y franquiciador de "Las Kekas", negocios de comida en donde se expenden quesadillas.

Más tarde se peleó con sus socios de Dubai y Papas Grill, y y se dedica a franquiciar la marca del Dubai.

La discoteca "El Ruedo" la traspasó hace unos meses, pero se sabe que su presunta separación es unja jugarreta disuasiva, porque en breve en el mismo local se abrirá el “El Ruidoso”.

Actualmente se dedica a franquiciar la discoteca Dubai y "Las Kekas" negocio de empanadas y quesadillas, que ya proliferan por varios puntos de Cancún.

Se le relacionada con varios grupos de juniors a los que conocía en las discoteas que han operado tanto en la avenida Cobá como en plaza "Las Avenidas".

Fue un momento de "mala suerte" afirma el presidente del Tribunal Electoral

  • Quedan desacreditados los policías municipales ante estos hechos


Rosa Santana
APRO

El presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), Francisco Javier García Rosado, negó haber hecho uso de su influencia política para lograr la liberación de su hija María Fernanda García Altolaguirre, quien fue detenida el pasado sábado 14 por la policía de Cancún, junto con cinco personas más, en posesión de droga y armas.

En un breve comunicado difundido en el noticiero Enfoque Radio del Sistema Quintanarroense de Comunicación, el magistrado lamentó el manejo informativo que dieron al caso los medios. Sostuvo que pone en entredicho “la buena conducta que siempre ha mantenido” su hija.

El funcionario aseguró que la detención de la joven de 25 años fue un hecho fortuito, de “mala suerte”, porque ella acudió al predio del fraccionamiento Residencial Santa Fe Plus, donde se dio el arresto, “en apoyo de una amiga que le había solicitado que acudiera a temprana hora sólo para llevarla a su domicilio”.

Además, dijo que el vehículo de su propiedad que estaba en el predio donde ocurrió la detención de su hija –un Malibú--, “no es un vehículo oficial ni de lujo”.

El titular del Ieqroo aseguró, asimismo, que no se halló nada indebido en el interior del auto y que la credencial que lo acredita como Magistrado que fue encontrada en la unidad nunca fue exhibida por su hija a los policías para evitar su detención.

Por último, responsabilizó del “mal uso” que se dio de la información a los medios noticiosos y a la oficina de prensa de la Policía Municipal de Cancún, de donde salió el parte.

Fernanda Altolaguirre fue detenida la madrugada del pasado sábado en la Súpermanzana 525, manzana 12, lote 40 de la calle Zinnia del fraccionamiento Residencial Santa Fe Plus junto con otras cinco personas, en posesión de droga, armas de fuego, cartuchos útiles y tres vehículos de lujo.

Los otros detenidos eran: Sarahí Vargas López, de 18; Cristian Sosa Barragán, de 21; Mauricio Canto Miru, de 20; y Miguel Sosa Barragán, de 35, todos del Distrito Federal; y Nicolet Osorio Bonn, de 19 años, originaria de Jalisco.

El grupo fue detenido a las 6:30 de la mañana luego de una persecución que inició minutos antes cuando la policía recibió un reporte ciudadano que alertaba de disparos.

Al detectar la camioneta sospechosa -una Lincoln Navigator blanco, placas de circulación 944-UUA-, los uniformados le marcaron el alto. Sin embargo, los tripulantes se dieron a la fuga y se refugiaron en el domicilio mencionado.

Los policías municipales cercaron el lugar, y con apoyo de las autoridades ministeriales y de la Armada detuvieron a los seis sospechosos, quienes fueron trasladados a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Los detenidos fueron remitidos a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con excepción de Fernanda García y sus dos amigas, quienes fueron liberadas horas más tarde.

Ante la indignación que generó el caso, el gobernador Roberto Borge salió ayer en defensa de la joven, y respecto a su liberación comentó:

"La información que yo tengo es que la muchacha estaba llegando a buscar a una amiga, en la casa donde estaba, la estaba yendo a buscar, es la información que yo tengo. Al parecer ella no ha participado en algún ilícito."

Insistió en que "en la investigación preliminar que se hizo, al parecer la muchacha no está involucrada con actos ilícitos como el robo de vehículos o en posesión, o no salió positiva en el examen que le hayan hecho de ingestión de narcóticos o de alguna sustancia ilegal".

No obstante, el alcalde Julián Ricalde Magaña reconoció que el gobierno del estado solicitó al ayuntamiento, del cual depende la Policía Municipal, que dejara en libertad a la hija del magistrado, aunque rechazó que en este caso haya habido tráfico de influencias.

“Estoy investigando el asunto. Recibí un llamado del secretario del Ayuntamiento, Eduardo Galaviz; recibimos solicitudes de apoyo, vamos a llamarlo así, por parte del gobierno del estado.

“Me parece que tenemos, ante cualquier cosa, que cumplir con la ley y eso es lo que voy a ver, porque mi instrucción fue --cuando se me comunicó de manera telefónica- -que se certificara, como es dable, a esta persona en específico, porque fue un conjunto de personas, si no daba positivo a alguna sustancia prohibida, su salud cómo se encontraba, para que después no vaya a ser que nos la volteen como suele suceder”, añadió.

“Luego se me comentó que ella estaba de manera circunstancial, pero estoy en espera de la versión, porque en todo caso eso debió determinarlo una autoridad judicial o, en su defecto, un juez calificador que bien tendríamos facultades para determinar en todo caso si se consignaba o no. Pero es el pendiente de hoy”, argumentó.

Durante el operativo, la policía aseguró a los jóvenes siete paquetes de marihuana con siete gramos cada uno; una bolsa con 200 gramos de marihuana; una bolsa con 20 gramos de cocaína; 6 mil pesos en efectivo; una videocámara.

También ocho teléfonos celulares; una pistola tipo escuadra calibre .38 Súper con cargador abastecido con 4 cartuchos y dos cargadores vacíos; un cartucho percutido calibre .9 milímetros; 18 cartuchos útiles calibre .22 milímetros.

Una báscula digital, tres bolsas cerradas con 100 bolsitas cada una para dosis de droga de un gramo cada una, además de varias piezas sueltas; una camioneta gris, placas GZJ-5742 de Pennsylvania, Estados Unidos; una Lincoln Navigator blanca, placas de circulación 944-UUA del Distrito Federal, y el Malibú blanco, placas de circulación UUF-7780 del estado de Quintana Roo.