sábado, 8 de junio de 2013

Detenido por agentes policiales por ejercer el periodismo

Daniel Ramos
 
En pleno festejo de la libertad de expresión, par de policías estatales detuvieron de manera ilegal al reportero de esta casa editorial sin los más mínimos elementos, dejando entrever la represalia que tiene contra las personas que se dedican a informar, pues el Juez civil ordenó de manera inmediata la liberación al no encontrar faltas administrativas que acreditaran la detención.

Este día de manera arbitraria e ilegal y por órdenes superiores dos agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP), detuvieron al reportero de esta casa editorial por más de tres horas, siendo llevado a la cárcel pública de la Policía Municipal Preventiva (PMP), cerca de las 13:00 horas.

En las inmediaciones de la colonia Del Bosque de la capital del estado, los agentes estatales se emparejaron al vehículo del reportero y sin más ni más lo obligaron a bajarse del vehículo, al mismo tiempo que practicaron una revisión de rutina.

Los impertinentes agentes alegaron que el reportero estaba consumiendo alguna sustancia toxica, cuando en realidad tan sólo se encontraba consumiendo un cigarro de tabaco. No obstante y pese a que no encontraron ningún material ilegal procedieron a detenerlo. 

- ¿A qué te dedicas? Cuestionó un elemento estatal

El afectado respondió que laboraba como reportero de una casa editorial, a los que ellos respondieron

- con más razón te vamos a detener

 y de inmediato procedieron a la detención.

Es importante mencionar que los malos agentes todavía recibieron órdenes del general Villa Castillo, después de una llamada para que procedieran a detener al comunicador, dejando entrever motivos represores y odio hacia las personas que evidencia la verdad.

Luego de que lo trasladaron a los separos de la PMP, cuestionaron entre ellos, ¿por qué motivo lo ingresaremos?, por lo que su compañero le respondió, por ultrajes a la autoridad, cuando en ningún caso el reportero se resintió al arresto y mucho menos a la revisión.

Al fin de cuentas procedieron a ingresar al comunicador por razones no claras, aún cuando en ningún momento encontraron algo referente en el vehículo y mucho menos en sus pertenencias, por lo que el juez cívico de la PMP, procedió junto con el médico en turno a practicar un minucioso examen médico para determinar si era correcto la falta por la que los estatal ingresaban al detenido en mención.

Luego de dichas pruebas y de los exámenes de alcoholímetro, se determinó que el comunicador no estaba bajo los efectos de ninguna sustancia prohibida y mucho menos con aliento alcohólico, por lo se procedió a la liberación inmediata.

Hay que detallar que los agentes estatales actuaron de manera prepotente y con exceso de fuerza para detener al comunicador, mostrando el desprecio hacia los que utilizan la libre expresión para hablar con la verdad.