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lunes, 30 de noviembre de 2015

Homicidio / Sicario mata a El Español



CHETUMAL, MX.- Nuevos datos en la investigación de la doble ejecución del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel y el policía ministerial Agustín Guevara Martínez, ocurrida el pasado sábado 14 de noviembre en el restaurante El Emporio, establecen que el sicario vino de Belice a Chetumal para perpetrar el ajusticiamiento de “El Español”, y consideran que después de cumplir su cometido se refugió en dicho país centroamericano.

Se pudo indagar que el asesino llegó a Chetumal presuntamente en lancha y que el mismo medio de transporte utilizó para lograr darse a la fuga hacia Belice, aunque se desconoce si esta persona es originaria de ahí o simplemente se refugia en territorio beliceño.

Lo cierto es que se cuenta con los rasgos físicos de la persona, tanto por testimoniales, como por las imágenes captadas por una cámara cercana –a escasos 30 metros de El Emporio-, por lo que se tiene que el asesino profesional es un hombre de complexión media, delgado, alto de entre 1.70 a 1.75 de estatura, vestido todo de negro, incluyendo los zapatos y con la cabeza cubierta con una gorra igual negra.

La cámara captó al delincuente al momento de su llegada a la acera del restaurante, que fue prácticamente enseguida de la entrada de “El Español” al lugar, quien llegó entre las 23:15 y 23:20 horas con su comitiva.

El sicario se colocó detrás de un automóvil Chevrolet Chevy blanco, con placas de circulación de Quintana Roo USU-051-C, que resultó ser propiedad de M.C.A, encargado del restaurante El Emporio, donde esperó algunos minutos antes de actuar.

Según los datos recabados, se observa al hombre, que vestía todo de negro, acomodándose la gorra con la visera hacia abajo y manipulando su arma de fuego, mientras se preparaba para ingresar y asesinar a “El Español”; una vez que observó que el mesero que servía los cortes a la mesa se retiraba hacia la cocina, el criminal se dirigió al restaurante y subió a paso lento los escalones de la entrada hasta ingresar.

De pronto se escucharon los disparos y segundos después se observa que sale corriendo hacia la avenida Reforma, y dobla a la izquierda para seguir sobre esta con dirección al Congreso del Estado y al Bulevar Bahía de Chetumal, logrando huir sin que nadie se lo impidiera.

Como es sabido, Ernesto Alonso de Miguel, de 58 años de edad y oriundo de Boca del Río, Veracruz, durante alrededor de 30 años fincó una inmensa fortuna en el contrabando de licor y cigarros usando como base la Zona Libre de Belice, y tejió una red de complicidades para proteger su tráfico de mercancías ilegales con las autoridades y elementos de las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, tanto que policías ministeriales fungían como sus escoltas cuando se presentaba a algún sitio en Chetumal.

En los últimos 10 años, “El Español” había sobrevivido a dos atentados contra su vida, el primero en noviembre del 2005, cuando miembros de “Los Zetas” lo secuestraron y logró huir de sus captores, a los cuales denunció y fueron capturados tras una balacera en la colonia Campestre de Chetumal.

El segundo fue en agosto de 2011, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública Carlos Bibiano Villa Castillo organizó un operativo con la intención de privarlo de su libertad, pero un error de sus escoltas provocó la muerte del suboficial de la PEP Jorge Amir Flota Matos que recibió un disparo mortal.

Sin embargo, para la ejecución perpetrada el pasado sábado 14 de noviembre, de antemano el sicario iba preparado, pues su objetivo era Ernesto Alonso de Miguel, y sabía que sus escoltas eran policías ministeriales que iban armados, por ello supo repeler la agresión al notar el movimiento de defensa de Agustín Guevara Martínez, quien fungía como escolta de dicho contrabandista esa noche.

El policía ministerial Hugo García Reyes, el reportero José Adrián González Calderón, su esposa e hija, así como E.A.D.M., cónyuge de “El Español”, y su hija, compartían la mesa con Ernesto Alonso de Miguel y Agustín Guevara Martínez, y salieron ilesos del sorpresivo ataque; mientras los comensales que se encontraban en las otras mesas se tiraron bocabajo al piso mientras el sicario hacía disparos para cubrir su huida.

Diversos testigos ya han rendido sus declaraciones ministeriales sobre el crimen, y conforme a ellas se tiene la información de que “El Español” y su comitiva llegaron al restaurante El Emporio, situado en la avenida Carmen Ochoa de Merino con avenida Reforma y calzada Veracruz, cerca del Bulevar Bahía y el Congreso del Estado, entre las 23:15 y 23:20 horas del 14 de noviembre, con la intención de convivir y platicar de sus negocios, por lo que enseguida fueron atendidos en el reservado del ala poniente del lugar y pidieron sus respetivas órdenes de cortes y pastas, así como aguas frescas.

Desde su llegada pasaron de 10 a 15 minutos para que empezaran a servirles sus pedidos, cuando repentinamente observaron ingresar al asesino vestido de negro, quien disparó contra “El Español”.

A sangre fría y a una distancia de aproximadamente 30 centímetros, el sicario accionó su pistola escuadra calibre 9 milímetros sobre la humanidad de Ernesto Alonso de Miguel, y cuando Guevara Martínez sacó su pistola para tratar de defender al contrabandista, el asesino a sueldo también logró privarlo de la vida.

El sicario salió corriendo sin dejar de disparar su escuadra calibre 9 milímetros, pero por fortuna los disparos no impactaron en ninguna otra persona, sólo se alojaron en la pared de madera y en dos estructuras de concreto de la terraza, además de que una bala de rebote dañó la lámina de la puerta del costado derecho del Chevy blanco detrás del cual había esperado minutos antes.

Por eso en las dos columnas del corredor, a la izquierda del acceso principal, se observa un rozón debajo de una bandera de México, así como en la segunda columna hay otro disparo en medio, y otro en la pared de madera a la derecha de la puerta principal.

El asesino realizó seis disparos sobre la humanidad de “El Español”, uno de los cuales dio justo en su corazón, según la necropsia de ley.
El cuerpo presentó cinco impactos de entrada, uno a la altura de la nariz costado izquierdo, en la boca, en la parte alta del pecho, clavícula y hombro izquierdos, así como un rozón en el lóbulo de la oreja izquierda.

Además de orificios de salida en ángulo maxilar izquierdo relacionado con el proyectil de entrada en la boca, otro de salida en pared posterior del brazo izquierdo, relacionado con del ingreso de proyectil en hombro.

De la misma forma, los dos pulmones los tenía afectados, mientras que el corazón presentó un trayecto de una bala que lo atravesó.
El policía Agustín Guevara Martínez, de 42 años de edad y también originario de Veracruz, recibió tres balazos, los cuales le dejaron lesiones en la laringe, faringe, pulmón derecho, y una lesión que afectó totalmente el bazo y el colon transverso.

Su deceso derivó al recibir un tiro en la sien izquierda, otro en el costado lateral izquierdo con salida en la parte posterior de la espalda y finalmente en el antebrazo derecho, tercio distal, es decir, cerca de la mano, que causó fractura de los huesos de la misma.

Como ya se ha señalado, eran 4 los elementos de la Policía Ministerial que brindaban seguridad personal a Ernesto Alonso de Miguel, los cuales estaban divididos en dos grupos: el primero lo integraban Agustín Guevara Martínez y Hugo García Reyes; y el segundo Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo” y Juan Manuel Costeño Mendoza alias “El Costeño”, de acuerdo con datos recabados.

El ahora exprimer comandante de la Policía Ministerial Jesús Gonzalo Vizcarra Delgado, era quien coordinaba las guardias de seguridad personal del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel, y el día de los hechos, al grupo de Guillermo Gerónimo Ramos le tocaba brindar seguridad a “El Español”, pero como “El Chombo” estaba borracho, éste pidió a Agustín Guevara Martínez que cubriera su lugar, ya que de antemano sabía que a Ernesto Alonso de Miguel no le gustaba que gente ebria lo cuidara.

Por lo que de última hora, el ahora exprimer comandante de la Policía Ministerial Jesús Gonzalo Vizcarra Delgado realizó el cambio de turno; es decir, Agustín Guevara Martínez y Hugo García Reyes fueron asignados para brindar seguridad al contrabandista la noche del sábado 14 de noviembre del presente año.

Debido a lo anterior, de las primeras indagatorias de la Policía Ministerial derivó la remoción de sus cargos de quien fungía como director de esa corporación y su primer comandante, Pedro Celestino Xool Be y Jesús Delgado Vizcarra, además de Hugo García Reyes, que fue destituido de su mando como comandante del Grupo de Homicidios.

Se pudo averiguar que todos fueron enviados al “banquillo de los acusados” a la zona norte de la entidad donde se les asignó la guardia y otras labores que no se mezclen con las investigaciones y roce con la sociedad, al igual que Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo” y Juan Manuel Costeño Mendoza alias “El Costeño”.

Hasta el momento la PGJE ha dicho que tiene dos líneas de investigación, de las cuales sólo ha revelado una, que es la de una pugna por el control del contrabando procedente de la Zona Libre de Belice con destino a distintos puntos de la República Mexicana.

Las investigaciones continúan, aunque la Procuraduría General de Justicia se mantiene hermética sobre su segunda línea de investigación.

Mientras tanto la administración del restaurante “El Emporio” vio afectados sus intereses por este doble homicidio, al cerrar su local por 12 días, que resintieron pérdidas considerables, además que debieron invertir cerca de 100 mil pesos para desinfectar el local, adquirir nuevos platos, vasos, cubiertos, otros utensilios de cocina y mobiliario con la intensión de darle otra cara a este lugar y tratar de borrar lo que ahí aconteció. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

viernes, 27 de noviembre de 2015

Calakmul / Negligencia Médica en Clínica Carranza


Muere mujer por cesárea mal practicada en la Clínica Carranza de Chetumal

XPUJIL, Calakmul, Cam., 27 de noviembre.- Familiares de la hoy occisa Cipriana Guadalupe Audelo Cetina denuncian negligencia médica de un especialista de la Clínica Carranza de Chetumal, lo que ocasionó su fallecimiento el 24 de septiembre pasado, cuando se le practicó una cesárea por el nacimiento de su tercer hijo.

Josué Dzib Ek, radicado en la comunidad de Zoh-Laguna y esposo de Cipriana Guadalupe, de 27 años de edad, narró que a su difunta esposa le fue practicada una cesárea en la clínica Carranza, el 15 de septiembre, por el Dr. Fernando González Zendejas, quien llevó el control prenatal durante los 9 meses de gestación de la hoy occisa, y que aseguró al terminar la cesárea que todo salió bien, y con fecha 17 de septiembre, Audelo Cetina fue dada de alta, con un cuadro de anemia moderada, asegurando el galeno que su estado de salud mejoraría poco a poco, y le suministró algunos medicamentos.

El 21 de septiembre, Audelo Cetina manifestó malestar, dificultades respiratorias, por lo que fue llevada al hospital de Xpujil, donde los médicos informaron que el estado de salud no mejoraba, y recomendó su traslado a otro nosocomio, y optó por trasladarla a la clínica Carranza, donde le practicaron la cesárea.

El médico que la atendió, informó al esposo que el problema de salud de su esposa se debía a su estado anémico, por lo que recomendó una transfusión sanguínea, misma que se le realizó, pero esto ocasionó que el estado de salud de su esposa empeorara.

Fue llevada a terapia intensiva de la misma clínica, atendida por el Dr. Oscar Rosaldo Abundis, quien informó presentaba un cuadro de pancreatitis, a lo que se sumó un cuadro de vesícula rodeado de líquido amniótico, derivada de la intervención quirúrgica (cesárea), por lo que su estado de salud era grave, sumándose un cuadro de líquido amniótico en pulmones, lo que ocasionaba dificultades para respirar.

Ante esta complejidad médica, el galeno sugirió inducir a la paciente a un coma para una pronta recuperación, pues se sumó otro cuadro de inflamación del corazón en el costado izquierdo, señalando al esposo de la paciente que debía liquidar una cuenta de 160 mil pesos, sin que la paciente mostrara mejoría alguna, además de sugerirle llevársela al hospital de Campeche bajo la versión que tiene mejor equipo médico para estos casos.

Al intentar realizar tal movimiento, el conductor de la ambulancia refirió no hacerse responsable, pues la paciente presentaba un estado de salud crítico, a lo que Rosaldo Abundis recomendó que podría atenderla en el hospital general, argumentando ser el jefe de terapia de dicho nosocomio.

A su llegada al hospital general, fue atendida por el médico en turno, quien al mencionar que el doctor Rosaldo Abundis referenciaba, este señaló que dicho médico no cumplía ninguna función en dicho hospital, “lo que me causó gran sorpresa, pues estaba en juego la vida de mi esposa”, dijo Dzib Ek.

Tras valorar a la paciente, el galeno le dio pocas esperanzas de vida, pues por su experiencia clínica, señaló que el cuadro que presentaba derivó en que al momento que se le practicó la cesárea, no se realizó la correcta limpieza de líquido amniótico del bebé, provocando una trombosis múltiple, pues fueron varios cuadros clínicos que se fueron presentando posterior a la cesárea, por lo que a las 18:30 horas del día 24 de septiembre, Cipriana Audelo Cetina falleció.

Le sobreviven 2 hijos varones de 8 años y el recién nacido de 2 meses de edad; ante este hecho, Josué Dzib Ek confía en que las autoridades correspondientes puedan aplicar la ley contra este médico ante una falla que le costó la vida a su esposa, y así mismo, pide a las autoridades médicas tomen cartas en el asunto, pues en manos de los médicos esta la vida de los pacientes, misma que no se puede tratar con liviandad e irresponsabilidad, aunado se exigió el pago de los servicios cuando la paciente fue trasladada en un estado crítico a raíz de la negligencia médica de este doctor que labora en la conocida Clínica Carranza de Chetumal.

Fuente: Por Esto!
Miguel Sánchez

lunes, 23 de noviembre de 2015

Homicidio / Crimen sin resolver: El Español



CHETUMAL, MX.- A una semana de la doble ejecución del contrabandista de licor y cigarros Ernesto Alonso de Miguel alias “El Español” y del agente ministerial Agustín Guevara Martínez, continúa la incertidumbre, pues la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) sólo ha revelado una línea de investigación, pero no ha dado a conocer avances concretos que permitan identificar y llevar a la detención de los autores materiales e intelectuales de este crimen que apunta a la delincuencia organizada.

Mientras tanto, el crimen representó una sacudida para la Policía Ministerial, puesto que además de que uno de sus miembros murió en el hecho, cinco agentes ministeriales son investigados por sus nexos con el contrabandista asesinado, al que al parecer servían de escolta en la ciudad.

Por otra parte, durante toda la semana el restaurante de cortes uruguayos El Emporio permaneció cerrado, aunque se supo que posiblemente el miércoles la PGJE levante el acordonamiento del lugar.

El sábado 21 de noviembre se cumplió una semana de la doble ejecución del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel, mejor conocido como “El Español”, y del policía ministerial Agustín Guevara Martínez, por un solitario sicario que abrió fuego cuando cenaban en ese conocido y distinguido restaurante de la ciudad ubicado en la avenida Carmen Ochoa de Merino con avenida Reforma y calzada Veracruz, a unos pasos del Bulevar Bahía y del Congreso del Estado.

“El Español”, de 58 años de edad y oriundo de Boca del Río, Veracruz, fue cremado y la cenizas fueron conservadas por sus familiares.

Durante alrededor de 30 años fincó una inmensa fortuna en el contrabando de licor y cigarros usando como base la Zona Libre de Belice, y tejió una red de complicidades para proteger su tráfico de mercancías ilegales con las autoridades y elementos de las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, tanto que policías ministeriales fungían como sus escoltas cuando se presentaba a algún sitio en Chetumal.

En los últimos 10 años, “El Español” había sobrevivido a dos atentados contra su vida, el primero en noviembre del 2005, cuando miembros de “Los Zetas” lo secuestraron y logró huir de sus captores, a los cuales denunció y fueron capturados tras una balacera en la colonia Campestre de Chetumal.

El segundo fue en agosto de 2011, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública Carlos Bibiano Villa Castillo organizó un operativo con la intención de privarlo de su libertad, pero un error de sus escoltas provocó la muerte del suboficial de la PEP Jorge Amir Flota Matos que recibió un disparo mortal.

Jorge Amir Flota Matos y dos policías más, que responden a los nombres de Gustavo Gómez Canul y Alejandro Pelcastre, viajaban en una Van de la PEP y eran los encargados de vigilar a “El Español”, pero aquella noche del 29 de agosto, los dos últimos en mención alzaron las manos para evitar ser acribillados, pero los escoltas de Villa Castillo pensaron que estaban armados y dispararon sus armas largas calibre .223 y asesinaron al suboficial Flota Matos.

Este domingo, a una semana de la ejecución, la PGJE todavía no da a conocer avances concretos en la investigación del primer crimen de alto impacto que tiene como escenario un sitio público de reunión de la zona turística y de esparcimiento de Chetumal, puesto que el pasado 20 de noviembre el procurador Carlos Arturo Alvarez Escalera reveló apenas una de las dos líneas de investigación que tiene y mantuvo en secreto la segunda.

Hasta la fecha, solamente se tienen más detalles sobre la manera en que ocurrieron los hechos; datos allegados por este medio informativo establecen que a “El Español” no le gustaba que sus escoltas estuvieran ebrios para protegerlo, y por eso la noche del sábado 14 de noviembre, Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo”, policía ministerial que recibía un pago por protección a este personaje del contrabando de licor y cigarros, fue expulsado del restaurante por estar ebrio.

Pero minutos después de su salida, ingresó al restaurante El Emporio el sicario profesional y se dirigió a la mesa de “El Español”, que compartía con el policía ministerial Agustín Guevara Martínez, con Hugo García Reyes, entonces comandante del grupo de Homicidios, el reportero José Adrián González Calderón, además de la esposa del contrabandista y su menor hija.

A sangre fría y a una distancia de aproximadamente 30 centímetros, el sicario accionó su pistola escuadra calibre 9 milímetros sobre la humanidad de Ernesto Alonso de Miguel, y cuando Guevara Martínez trató de defender al contrabandista, el asesino a sueldo también logró privarlo de la vida con un disparo en la cabeza.

El asesino salió huyendo del sitio sin dejar de disparar, corrió sobre la acera peatonal de la avenida Carmen Ochoa de Merino hacia la avenida Reforma, de acuerdo con la mecánica de los hechos, pues en la pared de madera y dos columnas del inmueble se observan las huellas de los disparos, además de dañar la lámina de la puerta derecha del automóvil Chevrolet Chevy blanco, con placas de Quintana Roo USU-051-C, propiedad de M.C.A, encargado del restaurante El Emporio. Según la PGJE, el asesino pudo recibir el apoyo de un segundo sujeto.

La única línea de investigación que la Procuraduría General de Justicia ha accedido a informar al público es la que relaciona el doble homicidio con una disputa por el control de las actividades del contrabando en la frontera México-Belice.

También dio a conocer que cinco policías ministeriales están siendo investigados por sus nexos con “El Español”, entre ellos uno de los más antiguos, Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo”, y Hugo García Reyes, quien fue removido de la comandancia del Grupo de Homicidios.

A los cinco policías ministeriales se les inició una investigación penal y otra de carácter administrativa por parte de la Visitaduría, y de comprobarse que brindaban protección al extinto contrabandista podrían ser dados de baja de manera inmediata, además que serán procesados penalmente de acuerdo con la ley.

Hasta este domingo, el restaurante El Emporio continuaba custodiado por un policía municipal, y en la mesa donde “El Español” convivía con su esposa, hija, un reportero, así como los policías ministeriales Agustín Guevara Martínez (+) y Hugo García Reyes, aún están servidos los cortes finos que fueron servidos la noche del 14 de noviembre, pero que ya despiden un fétido olor y están llenos de gusanos.

En las dos columnas del corredor, a la izquierda del acceso principal, se observa un rozón debajo de una bandera de México, así como en la segunda columna otro disparo en medio, y otro en la pared de madera a la derecha de la puerta principal.

Se averiguó que posiblemente este miércoles el Ministerio Público retire la custodia del establecimiento y sea entregado al propietario de esa patente, para que realicen la limpieza en la escena del crimen y abran de nueva cuenta al público. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)