viernes, 10 de junio de 2011

Cárteles mexicanos corrompen policías en EU

  • Sobornos en efectivo, favores sexuales y otro tipo de gratificaciones


CIUDAD DE MÉXICO, 10 de junio. Los cárteles mexicanos del narcotráfico “son más sofisticados y peligrosos que cualquier otro grupo de delincuencia organizada en nuestra experiencia policial”, aseguró Charles Edwards, inspector general en funciones del Departamento de Seguridad Nacional, al testificar sobre problemas de corrupción en los cuerpos fronterizos estadunidenses.

En una audiencia sobre esfuerzos anticorrupción, Edwards denunció que los cárteles buscan corromper a agentes aduanales y de migración estadunidenses, mientras Alan Bersin, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) precisó que desde octubre de 2004 se ha detenido y procesado a 127 de sus agentes, por delitos que van de robo a contrabando de drogas o personas y lavado de dinero.

De los 127 agentes, 95 fueron acusados de cometer actos de corrupción que comprometen su misión, o sea “para ganancia personal” o facilitaron la violación de las leyes que se supone deben acatar, precisó Bersin.

De acuerdo con el inspector General Edwards, hay tantas como 613 investigaciones en desarrollo contra personal del CBP, incluso 267 por actos de corrupción. Más de la mitad de las pesquisas llevan abiertas 24 meses.

En una audiencia ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado estadunidense, Bersin hizo notar que la Patrulla Fronteriza creció en más de ciento por ciento entre 2004 y 2010, hasta su actual fuerza de 20 mil 900 agentes. “Debo reconocer que la agencia ha sufrido por la corrupción de empleados que han deshonrado el servicio y traicionado la confianza del público estadunidense y sus compañeros”, subrayó el funcionario.

Edwards, por su parte, resaltó la peligrosidad de los cárteles mexicanos. “Usan tortura y brutalidad para controlar a sus miembros e intimidar o eliminar a aquellos que pudieran ser testigos o informantes de sus actividades”, señaló.

En la medida en que se trabaja por reducir o eliminar las posibilidades contrabando, las organizaciones criminales “no sólo se ha tornado mas violentas y peligrosas, sino más listas también”, apuntó, al recodar que han recurrido a una serie de procedimientos más o menos novedosos, como el uso de catapultas, submarinos o aviones ligeros pero también a tratar de corromper a agentes de policía estadunidense, sea para que ignoren cargamentos de personas o drogas o transmitan información anticipada sobre los puntos de vigilancia.

“De acuerdo con reportes gubernamentales, bandas como la de Los Zetas se involucran cada vez más en buscar una corrupción sistemática para adelantar el contrabando de personas y drogas, incluso extranjeros de países designados como de interés especial por su posibilidad de exportar terrorismo”, explicó.

“Los blancos obvios son agentes de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza”, anotó, al advertir, sin embargo, que los objetos de atención menos evidentes son los empleados que pueden proporcionar información “sensitiva” sobre los movimientos y las operaciones de las autoridades.

Las formas de corrupción “pueden tomar la forma de sobornos en efectivo, favores sexuales y otro tipo de gratificaciones”, apuntó el funcionario.

De hecho, reportes previos han subrayado que con frecuencia los traficantes han puesto a los agentes fronterizos estadunidenses ante alternativas como la de “plata o sexo” en vez de la más brutal opción de “plata o plomo” que encaran los agentes mexicanos.

Bersin, durante su testimonio, hizo un reconocimiento de los esfuerzos del gobierno mexicano, al señalar que en combinación con el incremento de personal fronterizo estadunidense han combinado para dificultar las actividades de los cárteles.

Edwards apuntó que si bien la investigación y el trabajo contra actos de corrupción son una prioridad para las autoridades estadunidenses, su trabajo es dificultado por “la brutalidad que usan los cárteles para controlar sus organizaciones y coaccionar a testigos, así como la sofisticación y la tecnología disponible para organizaciones con dinero sin límite”, que usan para adquirir recursos y armas de tipo militar.