MÉXICO, 24 de diciembre. Jaime González Durán, "El Hummer'''', uno de los 31 ex soldados que fundaron el grupo de sicarios de Los Zetas, en el único lugar que se sentía seguro era en Reynosa, una de las zonas bajo control del cártel del Golfo.
Y ahí fue capturado, precisamente donde nunca esperó un operativo de agentes federales: en su casa del fraccionamiento Las Quintas.
Fue tal la sorpresa que lo único que atinó a hacer, uno de los sicarios más temidos por sus enemigos y por las autoridades, fue esconderse debajo de la cama.
En su improvisado escondite, quien se contaba entre los duros de Los Zetas, escuchó la voz imperativa de uno de los agentes federales, que gritó: "Sal de ahí, entrégate''''. No había escapatoria. Y sin oponer resistencia, salió de abajo de la cama.
Se entregó a los federales, que sin perder tiempo lo subieron a uno de sus vehículos para sacarlo de la ciudad.
Afuera, comenzó a armarse una intentona de sus cómplices para rescatar a El Hummer, pero nada impidió que llegara hasta el aeropuerto para ser trasladado a la ciudad de México y presentarlo ante fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Y ya ante los fiscales federales, con la misma mansedumbre con la que se entregó, comenzó a hablar y a delatar.
Según El Hummer, desde la prisión de Estados Unidos donde se encuentra confinado, Osiel Cárdenas Guillén sigue al mando del cártel del Golfo.
Asegura que su poder no se ha extinguido en todos estos años de encarcelamiento, pues los hombres que estuvieron bajo su mando y la estructura criminal que conformó hasta antes de su captura, acatan sin dudar sus órdenes.
El Hummer afirmó que Cárdenas Guillén es, hasta hoy, el jefe máximo de esa organización criminal, que continúa operando con la protección de cuerpos policiacos.
Menos de 12 horas después de que fue detenido en Reynosa, Tamaulipas, El Hummer habló con fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Y dio detalles de cómo el cartel del Golfo se reestructuró, amplió y opera en varios estados, principalmente en Oaxaca y Veracruz.
Así, la PGR sabe ahora que pese a la ausencia de Osiel Cárdenas Guillén, la conducción del grupo delictivo recayó en Jorge Costilla Sánchez, El Cos o La Sombra, como líder y a su lado Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, actual jefe de Los Zetas.
El 7 de noviembre, cuando fue arrestado, concluyó el historial criminal que le atribuyen las autoridades federales a González Durán, un hombre de 32 años, quien fue uno de los escoltas directos de Osiel Cárdenas Guillén.
Pasador de droga, ejecutor de enemigos del cartel del Golfo y de Los Zetas, se convirtió hasta el día de su captura en uno de los miembros de mayor confianza para El Lazca y El Cos, según la averiguación previa a la que tuvo acceso este diario, PGR/SIEDO/UEIDCS/147/2007.
Testimonio de "El Hummer"
El jefe de todos dentro del cartel del Golfo es Osiel Cárdenas Guillén, aseguró González Durán. "Yo pertenezco a las dos organizaciones, la del cártel del Golfo y a Los Zetas, la primera es comandada por El Cos o La Sombra y la segunda por Heriberto Lazcano, El Lazca, pero las dos organizaciones delictivas le siguen sirviendo a Cárdenas Guillén", de acuerdo con la versión de quien está considerado por el Ejército como un desertor.
El Hummer explicó que Cárdenas Guillén envía todas sus instrucciones a través de los abogados que lo defienden, quienes pasan éstas a El Cos y al El Lazca que se encargan de ejecutarlas.
Así, se ha hecho desde que el capo del cartel del Golfo fue detenido por soldados el 14 de marzo de 2003 en la ciudad de Matamoros.
Hace casi dos años, el 22 de enero de 2007, Osiel Cárdenas Guillén fue extraditado a Estados Unidos, donde se encuentra actualmente en una prisión de alta seguridad sujeto a diversos procesos penales por su presunta responsabilidad en el tráfico de drogas hacia ese país, pero ello no ha sido obstáculo para que el cartel, según González Durán, mantenga operaciones en varios estados, sitios en los cuales hay un jefe de plaza que debe reportar al encargado del estado.
Por ejemplo, citó que en Veracruz el jefe es El Gonzo, otro de los fundadores del grupo de sicarios del cartel del Golfo, y él le reporta directamente al encargado del estado que es Miguel Treviño, El 40.
En todas las ciudades importantes de ese estado la policía, dijo, está involucrada en la protección a las operaciones del cartel y de Los Zetas.
La captura
Me encontraba solo en mi domicilio. Era poco antes del mediodía, cuando me asomé por la ventana. Observé que había federales alrededor de mi casa y comenzaron a gritar, pero yo en ese momento me escondí debajo de mi cama, relató González Durán, quien se dijo ser hojalatero y pintor.
"Tiraron el portón de la entrada y se metieron a mi casa, gritándome que me entregara. Fueron a mi recámara y me gritaron: sal de ahí, entrégate y me salí. Me comenzaron a golpear y a preguntar que dónde estaban las armas y la droga", narró.
Yo les dije, agregó, que no tenía ni armas ni droga, solamente tengo una pistola calibre súper .380, fue cuando vieron la caja fuerte y me ordenaron que la abriera. "La abrí y les entregué como 25 ó 30 bolsas con aproximadamente 800 mil dólares. También les entregué un maletín que estaba en mi carro con 100 mil dólares más. Luego ya me subieron a una de sus camionetas y me llevaron directo al aeropuerto.
El dinero, explicó, lo iba a entregar a El Cos, ya que ese dinero es producto de la venta de mariguana que hice aproximadamente hace un mes en Estados Unidos, específicamente en McAllen, Texas.
"La droga la llevo en cámaras de llantas para que no se moje, aunque también lo hago caminando con dos o tres personas más y la cantidad siempre es de dos o tres toneladas", de acuerdo con el testimonio que rindió ante fiscales federales apenas horas después de que fue capturado.
Y ahí fue capturado, precisamente donde nunca esperó un operativo de agentes federales: en su casa del fraccionamiento Las Quintas.
Fue tal la sorpresa que lo único que atinó a hacer, uno de los sicarios más temidos por sus enemigos y por las autoridades, fue esconderse debajo de la cama.
En su improvisado escondite, quien se contaba entre los duros de Los Zetas, escuchó la voz imperativa de uno de los agentes federales, que gritó: "Sal de ahí, entrégate''''. No había escapatoria. Y sin oponer resistencia, salió de abajo de la cama.
Se entregó a los federales, que sin perder tiempo lo subieron a uno de sus vehículos para sacarlo de la ciudad.
Afuera, comenzó a armarse una intentona de sus cómplices para rescatar a El Hummer, pero nada impidió que llegara hasta el aeropuerto para ser trasladado a la ciudad de México y presentarlo ante fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Y ya ante los fiscales federales, con la misma mansedumbre con la que se entregó, comenzó a hablar y a delatar.
Según El Hummer, desde la prisión de Estados Unidos donde se encuentra confinado, Osiel Cárdenas Guillén sigue al mando del cártel del Golfo.
Asegura que su poder no se ha extinguido en todos estos años de encarcelamiento, pues los hombres que estuvieron bajo su mando y la estructura criminal que conformó hasta antes de su captura, acatan sin dudar sus órdenes.
El Hummer afirmó que Cárdenas Guillén es, hasta hoy, el jefe máximo de esa organización criminal, que continúa operando con la protección de cuerpos policiacos.
Menos de 12 horas después de que fue detenido en Reynosa, Tamaulipas, El Hummer habló con fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Y dio detalles de cómo el cartel del Golfo se reestructuró, amplió y opera en varios estados, principalmente en Oaxaca y Veracruz.
Así, la PGR sabe ahora que pese a la ausencia de Osiel Cárdenas Guillén, la conducción del grupo delictivo recayó en Jorge Costilla Sánchez, El Cos o La Sombra, como líder y a su lado Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, actual jefe de Los Zetas.
El 7 de noviembre, cuando fue arrestado, concluyó el historial criminal que le atribuyen las autoridades federales a González Durán, un hombre de 32 años, quien fue uno de los escoltas directos de Osiel Cárdenas Guillén.
Pasador de droga, ejecutor de enemigos del cartel del Golfo y de Los Zetas, se convirtió hasta el día de su captura en uno de los miembros de mayor confianza para El Lazca y El Cos, según la averiguación previa a la que tuvo acceso este diario, PGR/SIEDO/UEIDCS/147/2007.
Testimonio de "El Hummer"
El jefe de todos dentro del cartel del Golfo es Osiel Cárdenas Guillén, aseguró González Durán. "Yo pertenezco a las dos organizaciones, la del cártel del Golfo y a Los Zetas, la primera es comandada por El Cos o La Sombra y la segunda por Heriberto Lazcano, El Lazca, pero las dos organizaciones delictivas le siguen sirviendo a Cárdenas Guillén", de acuerdo con la versión de quien está considerado por el Ejército como un desertor.
El Hummer explicó que Cárdenas Guillén envía todas sus instrucciones a través de los abogados que lo defienden, quienes pasan éstas a El Cos y al El Lazca que se encargan de ejecutarlas.
Así, se ha hecho desde que el capo del cartel del Golfo fue detenido por soldados el 14 de marzo de 2003 en la ciudad de Matamoros.
Hace casi dos años, el 22 de enero de 2007, Osiel Cárdenas Guillén fue extraditado a Estados Unidos, donde se encuentra actualmente en una prisión de alta seguridad sujeto a diversos procesos penales por su presunta responsabilidad en el tráfico de drogas hacia ese país, pero ello no ha sido obstáculo para que el cartel, según González Durán, mantenga operaciones en varios estados, sitios en los cuales hay un jefe de plaza que debe reportar al encargado del estado.
Por ejemplo, citó que en Veracruz el jefe es El Gonzo, otro de los fundadores del grupo de sicarios del cartel del Golfo, y él le reporta directamente al encargado del estado que es Miguel Treviño, El 40.
En todas las ciudades importantes de ese estado la policía, dijo, está involucrada en la protección a las operaciones del cartel y de Los Zetas.
La captura
Me encontraba solo en mi domicilio. Era poco antes del mediodía, cuando me asomé por la ventana. Observé que había federales alrededor de mi casa y comenzaron a gritar, pero yo en ese momento me escondí debajo de mi cama, relató González Durán, quien se dijo ser hojalatero y pintor.
"Tiraron el portón de la entrada y se metieron a mi casa, gritándome que me entregara. Fueron a mi recámara y me gritaron: sal de ahí, entrégate y me salí. Me comenzaron a golpear y a preguntar que dónde estaban las armas y la droga", narró.
Yo les dije, agregó, que no tenía ni armas ni droga, solamente tengo una pistola calibre súper .380, fue cuando vieron la caja fuerte y me ordenaron que la abriera. "La abrí y les entregué como 25 ó 30 bolsas con aproximadamente 800 mil dólares. También les entregué un maletín que estaba en mi carro con 100 mil dólares más. Luego ya me subieron a una de sus camionetas y me llevaron directo al aeropuerto.
El dinero, explicó, lo iba a entregar a El Cos, ya que ese dinero es producto de la venta de mariguana que hice aproximadamente hace un mes en Estados Unidos, específicamente en McAllen, Texas.
"La droga la llevo en cámaras de llantas para que no se moje, aunque también lo hago caminando con dos o tres personas más y la cantidad siempre es de dos o tres toneladas", de acuerdo con el testimonio que rindió ante fiscales federales apenas horas después de que fue capturado.
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