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lunes, 12 de septiembre de 2011

Narco mansiones, 25 inmuebles asegurados


  • Morelos, favorito de los capos. En los últimos años, se calcula que al menos 25 inmuebles han sido asegurados en el Estado



Cuernava, Morelos
Justino Miranda
Corresponsal

De forma paulatina Morelos, cuna del agrarismo, se convirtió en sitio de alojamiento de los principales capos del narcotráfico.

Desde la década de los 90, Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul; y en los últimos años Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, hicieron de la entidad una zona de descanso y su centro de operaciones.

En los últimos años, se calcula que al menos 25 inmuebles han sido asegurados en Morelos, pero la Procuraduría General de la República se ha negado a proporcionar información oficial.

La última de las casas que provocó gran polémica en la entidad fue la ubicada en Paseo de los Mandarinos 124, en el fraccionamiento Los Limoneros, donde el 11 de diciembre de 2009 se realizó la narcoposada en la que estuvieron Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de Jefes, y sus principales colaboradores.

Ahí comenzó la maldición para esa casa e inició la persecución que terminó con su muerte, una semana después, en el conjunto de lujo Altitude en Cuernavaca.

La mansión de la narcoposada resultó ser propiedad de Gustavo Humberto Riojas Simental, hijo del regiomontano Gustavo Riojas Santana, líder del desaparecido Partido de la Sociedad Nacionalista, organización señalada como “negocio” de la familia Riojas y a la cual se le atribuyó un presunto desvío de recursos.



La PGR lo investigó por lavado de dinero y mantiene asegurada la propiedad.

La narcofiesta también puso en aprietos a conocidos artistas.

Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, Los Cadetes de Linares y Torrente Musical, junto con 40 mujeres contratadas para amenizar el festejo, fueron capturados y después los dejaron en libertad.

Otra de las propiedades relacionadas con los Beltrán Leyva, es el departamento donde cayó abatido Arturo Beltrán, también conocido como El Barbas, el 16 de diciembre de 2009, en las torres Altitude, conjunto departamental ubicado en el fraccionamiento Punta Vista Hermosa Resort.

En esa lujosa propiedad, las autoridades encontraron, tras la muerte de El Barbas, álbumes fotográficos, cartas a varios destinatarios con contenidos que hablaban del distanciamiento y el anhelo de verse pronto con frases como “te extraño y te quiero”.

Había documentos notariales de inmuebles, revistas del corazón y hasta una Sagrada Biblia en el buró de la recámara, que se cree ocupaba Arturo Beltrán.

El día del abatimiento, en la recámara más protegida, la que no tenía ventana alguna, quedaron las botas de piel de cocodrilo en color verde y negro raspadas y ropa de marca Hugo Boss.

Sobre la mesa quedó un plato servido con huevos revueltos, guacamole y frutas.

eluniversal.com.mx

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