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lunes, 29 de octubre de 2012

La pasión prohibida, trunca carrera militar de Ingrid Berenice Martínez

Con tan sólo 23 años de edad, la vida le sonreía a Ingrid Berenice Martínez Munguía, quien veía despuntar su carrera militar haciendo historia en el Ejército mexicano, pero una relación sentimental con un compañero le impidió alcanzar sus sueños.

La mañana del 13 de septiembre de 2008, en un hecho inédito, la Subteniente de Intendencia, integrante de la primera generación de mujeres en ingresar al Heroico Colegio Militar, daba el discurso conmemorativo del 161 aniversario de la gesta heroica de los Niños Héroes de Chapultepec.

Ante el Presidente de la República y los secretarios de Defensa y Marina, entre otros funcionarios, enfundada en la levita que realzaba su juventud y belleza, Ingrid Berenice expresaba emocionada y a viva voz:

“Los que se oponen a que México se transforme en un Estado sin impunidad ni corrupción, donde el derecho, la justicia y seguridad consoliden el entramado del quehacer nacional, no tienen sitio en esta nación incluyente, democrática y respetuosa de las ideas y esfuerzos…”

Fue la nota del día… y cuatro años después, también, el primero de octubre fue reportada desaparecida, y días después, detenidos los presuntos responsables que asesinaron a la joven que había ingresado al Colegio Militar en 2007.

De voluntaria, a las filas

“Nací en Poza Rica (Veracruz) y no tengo familiares militares, por lo que realmente durante mi niñez nunca tuve un acercamiento a las costumbres castrenses. Sin embargo, desde pequeña siempre tuve una admiración muy marcada por todo lo concerniente al Ejército…al ver un convoy no podía evitar el clásico saludo y en la medida de lo posible el acercarme”.

Esto declaró Ingrid Berenice a Ángel Silva Juárez, quien la entrevistó días después de su discurso ante el Altar de la Patria, para el blog Estado Mayor, un sitio de información militar y del Ejército Mexicano.

“Conforme crecí, mi curiosidad y mi admiración también fueron aumentando y eso me sirvió de motivación para ingresar como voluntaria al Servicio Militar, donde ya convencida de querer convertirme en soldado, me informé sobre los diferentes planteles y al investigar sobre el Heroico Colegio Militar dije: eso es lo mío”, señaló la joven en la entrevista que sería incluida en el libro “La Mujer Militar en México”.


Desaparecida

El primero de octubre, Ingrid, adscrita a un destacamento militar en Puebla, fue reportada como desaparecida. Se le vio por última vez el 24 de septiembre cerca de la catedral de esa ciudad, donde la dejó un compañero. Un día antes no llegó a dormir al departamento que compartía con una prima.

Sus familiares levantaron la denuncia y activaron el correo electrónico: ayudaencontrarme@live.com para recibir información que ayudara a localizar a la joven de 23 años.

En tanto, el pasado 27 de septiembre el cuerpo de una mujer, semicalcinado y con un disparo de arma de fuego, había sido encontrado a un costado de la autopista México Veracruz, en la congregación de Balastrera de Nogales. Al no ser identificado en las 72 horas posteriores, fue enviado a la fosa común en Ciudad Mendoza.

Detenidos

El 19 de octubre, la Procuraduría de Justicia de Veracruz informó de la detención del Mayor Médico Cirujano Alberto Mosqueda Gutiérrez y su esposa, María Guadalupe Montes Carrillo, quienes según la dependencia confesaron haber asesinado a la subteniente el 25 de septiembre.

El caso llevó a su resolución en los primeros días de octubre cuando personal de la Procuraduría veracruzana y del Ejército exhumaron el cadáver de la mujer sepultada en Ciudad Mendoza, ya que al parecer coincidía con la descripción física de la desaparecida.

El cuerpo exhumado tenía un impacto de bala calibre 9 milímetros en la espalda, golpes producidos por la cacha de un arma y estaba semicalcinado. Los exámenes confirmaron que el cuerpo pertenecía a la subteniente Ingrid Berenice Martínez Munguía.

Trascendió que el homicidio fue por motivos pasionales. El mayor Mosqueda Gutiérrez y su esposa acordaron acabar con la vida de la subteniente en el mes de septiembre, aprovechando un periodo vacacional del médico cirujano.

La pareja raptó a la subteniente en Puebla y se trasladaron rumbo al puerto de Veracruz. En Ciudad Mendoza discutieron con la militar y la mataron de un disparo.

Para ocultar la identidad, le prendieron fuego y la tiraron en un paraje de la comunidad de Balastrera, en Nogales, Veracruz. Vecinos del lugar alertaron a las autoridades sobre el hallazgo.

Días antes, el 12 de octubre,cuando aún no se había detenido a los autores del crimen, la joven fue inhumada en el panteón de su natal Poza Rica, donde inició sus primeros estudios en el Jardín de Niños, “Niños Héroes”, que se encontraba ubicado en las antiguas instalaciones del Séptimo Batallón de Infantería.

Versión de la esposa

Ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia María Guadalupe Montes Carrillo, de 21 años, esposa del médico cirujano comandante del pelotón de sanidad del 43 batallón de infantería de Tepic, narró así los hechos:

El pasado 14 de octubre, ella y Alberto salieron de Tepic a bordo de un automóvil Honda Civic color rojo con destino a Puebla, donde su marido buscó a Ingrid Berenice, con quien meses atrás sostuvo una relación extramarital.

En Puebla abordaron a Ingrid Berenice, y fue así que confirmó que la militar sostuvo una relación con su esposo. El mayor se ofreció a llevar a Ingrid a Poza Rica, donde vive su mamá.

Después de que pasaron la caseta de Esperanza Puebla, la subteniente dijo que tenía que regresar a su batallón, de lo contrario la arrestarían; el médico militar buscó un retornó hacia Puebla, sin embargo una de las llantas del coche se pinchó.

Mientras las mujeres trataban de quitar los birlos de la llanta, comenzaron a platicar sobre la relación que en su momento sostuvo el médico con las dos. Según María Guadalupe, Ingrid le sugirió asesinar a su esposo y refugiarse en el departamento de un familiar.

Dijo que se negó y habló a su marido, lo que provocó el enojo de la subteniente, quien la agredió y fue entonces que el médico le disparó a quemarropa a Ingrid con la propia arma de la militar. (Los oficiales del Ejército pueden portar su arma aun vistiendo de civil).

María Guadalupe dijo que cayó en shock, por lo que ya no se enteró de lo que pasó. Recuperó la consciencia cuando se encontraba en la capital del país con su marido.

La mujer fue recluida en el penal de mediana seguridad de Amatlán de los Reyes, conocido como La Toma. La Procuraduría General de Justicia Militar resolvió mantener bajo su jurisdicción al mayor Mosqueda Gutiérrez.

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