Por: Rodolfo Santana
Javier Ávila Lozano de 24 años, se llevó las manos al cuello sorprendido por la reacción de su ex pareja, había recibido una herida de 10 centímetros y sangraba profusamente.
Llorando y con fuertes golpes en la cara fue encontrado el hombre que pedía a los oficiales de la Policía Regia la detención de Juanita Servín Contreras, de 25 años.
La pareja riñó cuando se encontraban sobre la avenida Garza Sada y Capricornio en la colonia Contry, al sur de Monterrey, él la citó en ese lugar con la intención de entregarle dinero para su pequeño hijo de 4 años.
Pero al verla bajar de un auto, montó en cólera y le reclamó airadamente, propinándole una cachetada.
"Ya me tenía harta siempre fue celoso, por eso lo dejé. Sí, me bajé de un carro, pero era mi papá el que me trajo.
"Pensaba que siempre me iba a dejar y pues que se le aparece el diablo; yo traía el exacto para cortar cartón y papel en la tienda donde trabajo, y con ese le tiré", dijo la joven sin el menor remordimiento.
Finalmente la riña de la ex pareja terminó mal: él tuvo que ser hospitalizado, mientras que ella acabó detenida en la comandancia de la Policía Regia.
En los momentos en que era llevado a la ambulancia, Javier Ávila sollozaba y, completamente ebrio, le preguntaba a su ex pareja el por qué de la violenta reacción.
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