Un diagnóstico elaborado por coordinadores del Operativo Laguna Segura (OLS) y proporcionado a Proceso por un mando militar que pidió omitir su nombre, sostiene que la gente del Chapo se ha concentrado en formar un cinturón de seguridad alrededor de los municipios de Gómez Palacio y Lerdo para evitar que la gente de Daniel García Ávila, El Danny, viole el cerco y “contamine” al resto de Durango.
Y aun cuando su organización -que otrora controlaba la venta de droga, los asaltos, secuestros, robo de vehículos y las ejecuciones en Gómez Palacio, Lerdo y Torreón- tuvo que replegarse, El Danny se queja porque, dice, las corporaciones policiacas están purgando el terreno para que el Cártel de Sinaloa tome posesión de la zona.
Entrevistada al respecto, Sonia Yadira de la Garza, fiscal general del estado de Durango, sostiene: Es “imposible” que las corporaciones que participan en el OLS apoyen a la gente de Guzmán Loera. No obstante, acepta que El Danny, originario de Gómez Palacio, mantuvo el control de las policías municipales y del centro penitenciario local de Gómez Palacio, que cerró sus puertas el pasado 20 de diciembre.
-¿Cómo define la situación que se vive en La Laguna de Durango? -se le pregunta.
-En relación con la situación que se vivía hace un año, o a la de 2010, cuando salían los reos del penal a ejecutar gente, la situación ha mejorado. Lo que ha pasado en la región lagunera de Durango, más que ataques a la ciudadanía o a los empresarios, es la rivalidad delincuencial entre los grupos, sobre todo los ataques a personal de la fiscalía y a la Policía Federal.
De la Garza explica que, con apoyo de agentes federales, efectivos del Ejército y de la Policía Estatal, el 17 de diciembre se realizó el traslado de 163 internos del Cereso de Gómez Palacio, de los cuales 137 eran reos de delitos federales y 26 del fuero común. Los primeros fueron internados en los penales de Guadalupe Victoria y de Sonora; los segundos ingresaron al Cereso 1 de Durango.
Al día siguiente algunos custodios no se presentaron a laborar, por lo que familiares de algunos de los reos trasladados hicieron una manifestación; un custodio del Cereso y un civil incendiaron dos vehículos de la Policía Estatal y un camión de materiales en el estacionamiento del centro penitenciario.
Los internos a su vez realizaron un motín para fugarse y, según dijeron, evitar ser enviados a otro penal. Secuestraron a varios custodios y durante la trifulca dieron muerte a nueve de ellos; también cayeron 16 internos. Las autoridades decidieron cerrar el centro de reclusión y trasladar al resto de los internos a otras prisiones.
Purgas y motines
Varios de los reclusos trasladados aportaron a las autoridades más elementos de prueba sobre la presunta participación de las policías municipales y los directivos de las corporaciones. Por eso, dice la fiscal De la Garza, los uniformados fueron desarmados y comenzó a capacitárseles en las instalaciones militares de El Salto Pueblo Nuevo.
Posteriormente “se giraron órdenes de aprehensión contra 155 de ellos y el martes 22 se dictó arraigo a 64 de los detenidos; el resto fue liberado”.
-¿Trabajaban para la banda delictiva conocida como Los Dannys?
-Es un grupo delictivo comandado por dos personas que operan en la región lagunera, tanto en Lerdo como en Gómez Palacio y en parte de Torreón. Una de ellas es Daniel García Ávila, a quien le dicen El Danny; la otra es Arturo Bardales Díaz, El Alfa. Los (policías) detenidos dicen pertenecer al Cártel del Pacífico. Así lo tenemos documentado en las averiguaciones previas.
Según esos documentos, cerca de 30 internos pertenecientes a la banda de Los Dannys operaban en el penal de Gómez Palacio, controlaban la venta de alcohol y droga, y las salidas nocturnas de sicarios para matar y extorsionar. Uno de los líderes era un hermano del Danny, apodado El Junior, y sus sobrinos Gabriel y Jacobo Ovalle Zúñiga, quienes al salir del reclusorio continuaron ejerciendo el control desde fuera.
“Tenemos conocimiento de que El Danny y El Alfa encabezaban una pequeña banda de delincuentes que operó en la región entre 2007 y 2008. A medida que creció su poder, recrudecieron sus actos violentos. En esa época tenían injerencia en las colonias La Durangueña y La Polvareda, de Torreón. Sin embargo empezaron a disputarle el municipio a Los Zetas. Eso fue lo que detonó la violencia.”
-¿Qué tanto han sido desplazados Los Zetas de Torreón?
-Las autoridades federales han logrado avances importantes, al grado de replegarlos hacia Matamoros. El avance real no lo sé, eso corresponde a las autoridades de Coahuila.
-Se habla de que Los Cabrera, del Cártel de Sinaloa, quienes dominan el resto del estado de Durango, no son afines a Los Dannys.
-Eso es lo que nos han dejado ver a la autoridad en diferentes mensajes.
-¿En esos mensajes también acusan a la autoridad de proteger a Los Cabrera y atacarlos a ellos?
-Sí, pero sería increíble que esos señores Cabrera pudieran controlar hasta a los militares. El trabajo que se está haciendo en La Laguna es conjunto. Sería casi imposible tener controladas a todas las autoridades.
Acerca de las posibilidades de que Los Dannys no se posicionen en el resto de Durango, la fiscal señala: “Lo importante es que ningún grupo delictivo opere en el estado. Trabajamos de manera conjunta para que esto no suceda. Aunque acepta que a partir de 2010, cuando Los Núñez salen de Durango se quedan Los Cabrera.
Tenemos detenciones por narcomenudeo de manera cotidiana. Con el trabajo que vamos haciendo va a disminuir este tipo de ilícitos. En Lerdo y Gómez Palacio han sido detectados más de 100 lugares donde ese grupo tiene presencia.
En el primero, señala, la banda se mueve en las colonias que están detrás y frente a la vicefiscalía; en el segundo se asientan en “el cerrito de San Pancho” o “cerro del monumento a Pancho Villa” y en la colonia Lázaro Cárdenas.
Del lado de Torreón actúan en La polvareda y La Durangueña, donde se replegaron ante el acoso de las corporaciones duranguenses.
El diagnóstico del OLS
El diagnóstico delictivo proporcionado por el mando militar del OLS señala: “Hasta 2010 La Laguna de Coahuila era controlada por Los Zetas, mientras que Gómez Palacio y Lerdo estaban bajo el dominio del Danny, a quien entonces se identificaba con el Cártel de Sinaloa. En tiempos de Margarita Rojas Rodríguez (como directora) él mantenía el control del Cereso 2 de Gómez Palacio.
“Incluso por instrucciones de este personaje un comando de internos de este centro salía por las noches a cometer ejecuciones en vehículos oficiales y con armas asignadas a los custodios. Y cuando la funcionaria fue arraigada, él mantuvo el control del penal.”
Según el documento, después de la detención de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, en septiembre de 2010, hubo un vacío en La Laguna, lo que facilitó el desplazamiento del Danny a Torreón, donde tomó el control de manera paulatina, aun cuando pertenecía a una banda local.
En poco tiempo El Danny dominó todo: Venta de droga, extorsiones, cobro de derecho de piso, robo de autos, secuestros, pero sobre todo tomó el mando de las corporaciones policiacas de Gómez Palacio y Lerdo.
De acuerdo con el OLS, el Cártel de Gómez Palacio y Lerdo tiene como líder al Danny, a quien se conoce también como El Tío. De él dependen directamente Gabriel Zúñiga Ovalle, El Delta y El Alfa.
El Delta, a su vez, tiene bajo sus órdenes a Jacobo Ovalle Zúñiga, El Rambo; a Óscar Centeno Vela, El Negro o El Grillo; a Marco Antonio Ordóñez Jaramillo, El Talibán; a Ignacio Quiñonez Ramírez, El Nacho, y a Carlos Alejandro Chaires Marrufo, El Mow.
Con El Alfa, originario de Lerdo, están Luis Horacio Graciano Espino, El Chivo; Jesús Eduardo Ale Chavero, El Güero Blas; Rafael Graciano Espino, El Cabezón, y otro hombre al que apodan La Cuita.
El documento obtenido por Proceso menciona varios puntos de venta de droga en Gómez Palacio: uno se encuentra en el bulevar Abastos y la calle Rebollo Acosta, frente a la Central de Abasto. Es un taller en cuya fachada hay un letrero: “Balatas, afinaciones y suspensión”, y pintado de rojo. Tiene dos entradas, la del frente está sobre Rebollo Acosta, y la otra, en la parte trasera.
El propietario se llama Luis y es amigo de Rafael Graciano Espino, quien se desplaza en un Stratus beige. De acuerdo con el diagnóstico, en ese negocio se fabrican trailas (remolques) para el traslado de droga, armas y dinero.
La banda suele utilizar también las instalaciones de la feria de Gómez Palacio. Ahí organiza sus reuniones y resguarda sus vehículos. La Policía Municipal les brinda seguridad, señala el diagnóstico. Los sicarios al servicio del Danny algunas veces, sobre todo cuando se trata de tomar decisiones contra alguna corporación policiaca, se concentran en un local de mariscos ubicado en la esquina de José Rebollo y Periférico.
En Lerdo, el domicilio del Danny se localiza en calle Gladiolas. El inmueble tiene un portón eléctrico y su fachada está pintada de blanco. Sobre la misma calle tiene un puesto de hamburguesas y una tienda de abarrotes.
Además, según el diagnóstico, en la cuchilla de bulevar Guadalupe Victoria tiene un establecimiento al cual lleva los carros robados para desmantelarlos.
“En Lerdo, los puntos de venta de cocaína y cápsulas son varios. Uno está en la calle Argentina, cerca del bulevar Francisco I. Madero; otro, en la Aldama Oriente, esquina con Juan E. García… A su vez en las calles de Violeta y Alcatraz, El Danny tiene dos puntos de distribución que controlan sus hermanos”, se lee en el documento.
“… En la colonia San Fernando, frente a la calle Nuevo León -en una esquina-, se encuentra una quinta con dos portones: uno amarillo y otro rojo. Es propiedad de Arturo Bardales Díaz, El Alfa, jefe de la plaza en Lerdo. Este lugar lo emplean (los integrantes de la banda) como casa de seguridad; ahí llevan a las personas que secuestran.”
También señala que El Chiquis, uno de los colaboradores del Danny, tiene un corralón por la entrada a Lerdo, a la altura de una compañía que se llama Cribisa. Es güero, se corta el pelo como los militares y se traslada en una moto Yamaha negra. Es el encargado de las colonias El Guarache, Álvaro Obregón, San Carlos, Centauro, Villa Juárez, Las Cuevas y Las Piedras.
En Torreón uno de los puntos de venta de piedra, mariguana y cápsulas -productos que domina la banda- se encuentra en la rinconada conocida como La Rinco, en la colonia Industria. En el sitio en el cual se encuentra una virgen: “Te paras y los vendedores se acercan solos”, apunta el documento.
Otro está en la calle Gustavo A. Madero y la Séptima, en la colonia La Polvareda. Los vendedores de droga suelen refugiarse en esa zona cuando hay algún operativo policiaco. De manera esporádica, el lugar lo utiliza El Rambo para pagarles a los sicarios, quienes reciben de 4 mil a 5 mil pesos cada semana.
Un tercer sitio está en la misma colonia, sobre la calle Segunda, entre Centeno y Cuarta; otro en La Esperanza, donde opera un sicario conocido como El Joaquín o El Pompas, cercano al Rambo, y otro apodado El Pato, quien vende en la calle Durango y Escuadrón 201.
El diagnóstico del OLS incluye los puntos de venta en Torreón; uno en la colonia La Victoria y otro en la Luis Echeverría, sobre la calle Eulalio Gutiérrez; también ubica un domicilio donde ocasionalmente se refugia El Danny.
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