Anwar Moguel
Experto en el manejo turbio de las finanzas, el diputado local y principal artífice del endeudamiento histórico de nuestro estado, Fredy Marrufo Martín, se encamina sin rivales a la presidencia municipal de Cozumel, Ayuntamiento que está mostrando la decadencia natural luego de la desastrosa administración de Aurelio Joaquín González.
Pero la eventual llegada del priista Fredy Marrufo, por mucho que lo aplaudan y lo celebren sus seguidores dentro y fuera de la isla, de ninguna manera es una buena noticia para la próspera isla quintanarroense. Su pasado lo persigue y no es fácil de pasar por alto.
Familiar y fiel escudero del ex gobernador Félix González Canto a quien debe su carrera política, Fredy Marrufo fue el Secretario de Hacienda durante prácticamente todo el sexenio, operando para hipotecar el futuro de Quintana Roo con una deuda que sobrepasó los límites de lo razonable.
Y es que más que cómplice, Marrufo Martín fue el orquestador y ejecutor de los sospechosos créditos que adquirió el gobierno estatal por encima de los 10 mil millones de pesos.
De 2006 al 2010, periodo en que el aspirante a alcalde de Cozumel hizo lo que quiso con la Secretaría de Hacienda estatal, la deuda del estado pasó de mil 880 millones de pesos a 10 mil 37 millones, una diferencia de más de 8 mil millones de pesos, eso sin contar los pasivos y deudas corrientes.
La pericia de Fredy Marrufo para disfrazar las deudas y para ocultar el destino final de los millonarios recursos quedó de manifiesto, lo que lo convirtió en uno de los mañosos favoritos del ex gobernador, premiándolo con una diputación y encarrilándolo directamente a la alcaldía de Cozumel.
Y la cosa no termina allí, ya que el arquitecto de las deudas tiene el proyecto de llegar a la gubernatura al término del sexenio de Roberto Borge, para lo cual ha formado grupos de apoyo, entre los cuales destaca Fuerza Social por Quintana Roo, conformado por los chetumaleños José Cecilia Loría, Mirna Manzanilla, Alondra Herrera, entre otros, quienes ya están trabajando para posicionar a Fredy Marrufo con la mira puesta en la silla principal.
El problema es que los malos –¡malísimos! – alcaldes priistas que ha tenido la isla en los últimos dos trienios, Juan Carlos González y Aurelio Joaquín González, ambos familiares del ex gobernador Félix González Canto, dejaron un amargo sabor de boca en los isleños que no quieren más de la misma medicina.
Recientemente los lujos excesivos que disfruta y presume el hijo del ex alcalde cozumeleño Juan Carlos González Hernández fueron expuestos en un periódico de circulación nacional, causando nauseas al ciudadano de a pie que día a día tiene que sudar para conseguir el pan de cada día.
Por su parte, Aurelio “Lito” Joaquín está a punto de terminar su gobierno como el peor alcalde de la historia en Cozumel. Su adicción al escándalo y su inmadurez política llevaron al próspero Ayuntamiento a la hecatombe. Hoy, las finanzas en Cozumel están por los suelos y el efecto negativo ha pegado a la clase trabajadora. Lo nunca visto se hizo realidad en los últimos años.
Y en comparación, Juan Carlos González y Aurelio Joaquín son simples gatitos al lado del voraz depredador financiero que es Fredy Marrufo Martín. Los hechos demuestran que él no se conforma con migajas.
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