Mérida
Yucatán
Luciano de Jesús May Brito se llevó el susto de su vida ayer por la mañana cuando al caminar por la carretera Campeche-Mérida se topó con un cuerpo momificado.
Tras reponerse de la desagradable sorpresa, enseguida dio aviso a las autoridades sobre el macabro hallazgo.
Hasta el momento no se sabe quién era la persona que murió a la intemperie, y cuyos órganos habrían sido devorados por animales del monte y aves de rapiña.
Luciano salió de su casa ayer a las ocho de la mañana rumbo al monte para recoger un poco de leña para que su esposa cocinara al mediodía, y se ubicó por donde está la curva que entra de la carretera a Campeche hacia la capital yucateca, por el Anillo Periférico.
Avanzó unos 10 metros y cuando llegó a un montículo de piedras vio que detrás estaba un cuerpo momificado, que presentaba la piel totalmente seca y tenía abierto el abdomen, como si le hubieran extraído los órganos internos por animales carroñeros.
A primera vista se observaba como si fuera un hombre de edad avanzada. Llevaba puesto un pantalón azul oscuro y algo que parecía una bolsa de henequén debajo del brazo izquierdo, que tenía extendido.
Por la postura del cuerpo podía pensarse que se trataba de un señor que cuando estaba en esa zona sufrió un infarto o murió de deshidratación. Se desconoce hace cuántos días falleció.
También se especuló que el anciano probablemente fue a hacer una necesidad fisiológica y al caminar sobre las piedras tropezó, cayó hacia atrás, se lastimó y, por su avanzada edad, ya no pudo levantarse y murió, en una larga y dolorosa agonía.
Pero como el cuerpo recibió los intensos rayos del sol, el cadáver se secó.
Adán Escamilla/SIPSE
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