Extrabajadores del mayorista Manuel Quijano Quijano, manifestaron que el pollo de desecho de Bachoco era tan antihigiénico que al darle su mantenimiento les salían hongos en las manos.
Señalaron que los diversos puestos de su familia también eran utilizados para la venta de este producto y que el centro donde se daba el tratamiento al pollo de desecho para que pareciera fresco era en su negocio ubicado cerca del mercado Lázaro Cárdenas.
Coincidieron en que esta práctica tiene más de cinco años, y normalmente “El Chino” Quijano obtenía de 100 a 200 pollos diarios, que comercializaba como pollo fresco, lo que le representa ingresos de los mil a los 4 mil pesos diarios.
En un principio, Quijano Quijano realizaba esta actividad solo, durante toda la noche alineaba los pollos de desperdicio y los preparaba para revolverlos con el pollo fresco y poder venderlos.
No obstante, posteriormente se apoyaba en sus trabajadores, a quienes obligaba a participar en este ilícito.
El pollo que tiene al menos 12 horas muerto, oscurece el color de su carne pues la sangre se coagula, quedando rojizo o morado y sus tripas o intestinos se inflan por el proceso de putrefacción, por lo que se vuelve un producto que despide mal olor.
Por ello, el proceso mediante el cual hacían parecer fresco el pollo era primeramente degollar al animal muerto para sacarle la poca sangre que aún tenía, luego desplumarlo, para posteriormente remojarlo en agua con sal, lavarlo cuatro veces para que perdiera el color morado, se refrigeraban y posteriormente se remojaban con pintura especial, para que queden amarillos y tengan apariencia fresca.
Quienes fueron forzados a trabajar de esta manera, señalan que era tan grave el riesgo de salud para las personas consumidoras, que el manejo de estos pollos de desecho les generaba hongos en las manos.
Cuando a pesar del tratamiento el pollo tenía mal aspecto, se cortaban en filetes y se mezclaba con filetes buenos.
De acuerdo con los informantes, este pollo lo vendía Quijano a tamaleros, tenía acuerdos para venderlos a la Zona Naval, incluso eran proveedores de algunas empresas de banquetes que trabajaban para eventos importantes del Gobierno del Estado.
Finalmente, las fuentes dieron a conocer la ubicación de las pollerías de Manuel Quijano Quijano, que podrían estar involucradas en esta añeja estafa ante los consumidores.
Como se recordará, mediante un video fue evidenciado el mayorista Manuel Quijano, pues adquiría los pollos de desecho de la empresa BACHOCO con más de 12 horas de muertos, para venderlos en sus pollerías haciéndolo pasar por pollo fresco.
Del propio camión de la basura son sacadas las bolsas con pollos de desecho para venderlas, y tras un tratamiento que les hace parecer como producto fresco, se vende al público a bajo precio.
Sobre este hecho se cuenta con un video cuyas imágenes constatan la participación de los trabajadores municipales encargados de la recolección de basura, quienes tras recoger los desechos de Bachoco, se internan en el parque industrial para intercambiar con el mayorista las bolsas con los pollos por su respectiva gratificación económica.
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