- La Procuraduría Estatal y el Poder Judicial son absolutamente indefensibles como instrumentos imparciales y autónomos de administración de la justicia. Es más, son instrumentos de ajustes de cuentas políticas del Gobernador
El “sistema judicial” de Quintana Roo ha abierto un peligrosa puerta para los periodistas de la entidad, con la detención de William Saúl Kú Centeno, ex reportero del periódico de Playa del Carmen, “Respuesta”, y ahora colaborador del portal de noticias “El Alarmón”, bajo cargos de extorsión.
Kú Centeno fue detenido junto con los hermanos Roberto Carlos y José Lima Pinto, quienes se ostentaban como dueños de esta página de internet.
Obvio, el Procurador Gaspar Armado García Torres actúa de forma rápida y expedita porque el agraviado es el secretario general del Ayuntamiento, de Solidaridad, Juan Carlos Pereyra, quien acusó a Kú Centeno de pedirle dinero a cambio de no publicar algo en su contra en el portal “El Alarmón”, cuya existencia era prácticamente desconocida y sólo hasta ahora ha saltado a la “fama” por este escándalo judicial.
No pasa desapercibido la “ágil” reacción para atender este caso de extorsión, que contrasta que la absoluta inoperancia de la Procuraduría en cientos de casos de extorsión que enfrentan empresarios de todo el estado, por parte del crimen organizado.
Pero, el tema de fondo es que con la detención de Kú Centeno, se abre la puerta para la detención discrecional de periodistas, lo cual es un riesgo más que inminente pues, si de algo ha dejado constancia el Gobernador Roberto Borge, es su intolerancia a los medios que no bailen al son que mandatario estatal pone y dispone.
Y es que, además, si de algo ha dejado constancia en Procurador, es que la fabricación de pruebas (o la desaparición de ellas, según sea el caso) es una moneda de cambio en esta dependencia que se supone debe impartir justicia de manera imparcial, y ya hay muchos casos plenamente documentados.
Por supuesto que Kú Centeno es indefendible. La obtención de dádivas a cambio de no publicar o sí publicar se convirtió en su actividad cotidiana. Este joven no tiene defensa posible.
Pero también se ha demostrado que Borge y García Torres mantienen el uso político de la Procuraduría y se ha abierto una rendija para darles un escarmiento a periodistas no cómodos para el Gobernador.
Y dicho sea de paso: El sistema judicial de Quintana Roo ha estado muy, pero muy lento, en denuncias y demandas que se han presentando contra “periodistas”, que tienen el mérito de ser amigos de Borge y eso, además, les ha dado patente de corzo.
Y también hay que mencionar que el propio Gobernador ha propiciado la extorsión mediática, pues los políticos opositores y periodistas independientes, han sido difamados en medios impresos creados para el Gobernador, a fin de que no critiquen al Gobernador y, en cambio, lo llenen de elogios.
Hay casos, por lo menos penosos, de políticos que prefieren no emitir opiniones sobre actos del Gobernador por su temor a ser tundidos por los medios pagados por el Gobernador.
El joven Kú Centeno es indefendible, pero también es indefendible el Gobernador como garante de la libertad de prensa en Quintana Roo.
Pero, aún más grave, la Procuraduría Estatal y el Poder Judicial son absolutamente indefensibles como instrumentos imparciales y autónomos de administración de la justicia.
Es más, son instrumentos de ajustes de cuentas políticas del Gobernador.
Y, una pregunta ingenua:
¿Actuaría el Procurador con la misma atingencia, si un periodista presenta una denuncia porque el Gobernador ha enviado emisarios para “pedirle” que dejen de criticarlo y a cambio les ha ofrecido dinero, “trabajar” en un medio del estado y no ser atacado “nunca más”?
Porque es una cosa es clara, hay de extorsionadores a extorsionadores. Y a unos nunca los tocarán.
Fuente: noticaribe.com.mx
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