CHETUMAL, MX.- Nuevos datos en la investigación de la doble ejecución del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel y el policía ministerial Agustín Guevara Martínez, ocurrida el pasado sábado 14 de noviembre en el restaurante El Emporio, establecen que el sicario vino de Belice a Chetumal para perpetrar el ajusticiamiento de “El Español”, y consideran que después de cumplir su cometido se refugió en dicho país centroamericano.
Se pudo indagar que el asesino llegó a Chetumal presuntamente en lancha y que el mismo medio de transporte utilizó para lograr darse a la fuga hacia Belice, aunque se desconoce si esta persona es originaria de ahí o simplemente se refugia en territorio beliceño.
Lo cierto es que se cuenta con los rasgos físicos de la persona, tanto por testimoniales, como por las imágenes captadas por una cámara cercana –a escasos 30 metros de El Emporio-, por lo que se tiene que el asesino profesional es un hombre de complexión media, delgado, alto de entre 1.70 a 1.75 de estatura, vestido todo de negro, incluyendo los zapatos y con la cabeza cubierta con una gorra igual negra.
La cámara captó al delincuente al momento de su llegada a la acera del restaurante, que fue prácticamente enseguida de la entrada de “El Español” al lugar, quien llegó entre las 23:15 y 23:20 horas con su comitiva.
El sicario se colocó detrás de un automóvil Chevrolet Chevy blanco, con placas de circulación de Quintana Roo USU-051-C, que resultó ser propiedad de M.C.A, encargado del restaurante El Emporio, donde esperó algunos minutos antes de actuar.
Según los datos recabados, se observa al hombre, que vestía todo de negro, acomodándose la gorra con la visera hacia abajo y manipulando su arma de fuego, mientras se preparaba para ingresar y asesinar a “El Español”; una vez que observó que el mesero que servía los cortes a la mesa se retiraba hacia la cocina, el criminal se dirigió al restaurante y subió a paso lento los escalones de la entrada hasta ingresar.
De pronto se escucharon los disparos y segundos después se observa que sale corriendo hacia la avenida Reforma, y dobla a la izquierda para seguir sobre esta con dirección al Congreso del Estado y al Bulevar Bahía de Chetumal, logrando huir sin que nadie se lo impidiera.
Como es sabido, Ernesto Alonso de Miguel, de 58 años de edad y oriundo de Boca del Río, Veracruz, durante alrededor de 30 años fincó una inmensa fortuna en el contrabando de licor y cigarros usando como base la Zona Libre de Belice, y tejió una red de complicidades para proteger su tráfico de mercancías ilegales con las autoridades y elementos de las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, tanto que policías ministeriales fungían como sus escoltas cuando se presentaba a algún sitio en Chetumal.
En los últimos 10 años, “El Español” había sobrevivido a dos atentados contra su vida, el primero en noviembre del 2005, cuando miembros de “Los Zetas” lo secuestraron y logró huir de sus captores, a los cuales denunció y fueron capturados tras una balacera en la colonia Campestre de Chetumal.
El segundo fue en agosto de 2011, cuando el entonces secretario de Seguridad Pública Carlos Bibiano Villa Castillo organizó un operativo con la intención de privarlo de su libertad, pero un error de sus escoltas provocó la muerte del suboficial de la PEP Jorge Amir Flota Matos que recibió un disparo mortal.
Sin embargo, para la ejecución perpetrada el pasado sábado 14 de noviembre, de antemano el sicario iba preparado, pues su objetivo era Ernesto Alonso de Miguel, y sabía que sus escoltas eran policías ministeriales que iban armados, por ello supo repeler la agresión al notar el movimiento de defensa de Agustín Guevara Martínez, quien fungía como escolta de dicho contrabandista esa noche.
El policía ministerial Hugo García Reyes, el reportero José Adrián González Calderón, su esposa e hija, así como E.A.D.M., cónyuge de “El Español”, y su hija, compartían la mesa con Ernesto Alonso de Miguel y Agustín Guevara Martínez, y salieron ilesos del sorpresivo ataque; mientras los comensales que se encontraban en las otras mesas se tiraron bocabajo al piso mientras el sicario hacía disparos para cubrir su huida.
Diversos testigos ya han rendido sus declaraciones ministeriales sobre el crimen, y conforme a ellas se tiene la información de que “El Español” y su comitiva llegaron al restaurante El Emporio, situado en la avenida Carmen Ochoa de Merino con avenida Reforma y calzada Veracruz, cerca del Bulevar Bahía y el Congreso del Estado, entre las 23:15 y 23:20 horas del 14 de noviembre, con la intención de convivir y platicar de sus negocios, por lo que enseguida fueron atendidos en el reservado del ala poniente del lugar y pidieron sus respetivas órdenes de cortes y pastas, así como aguas frescas.
Desde su llegada pasaron de 10 a 15 minutos para que empezaran a servirles sus pedidos, cuando repentinamente observaron ingresar al asesino vestido de negro, quien disparó contra “El Español”.
A sangre fría y a una distancia de aproximadamente 30 centímetros, el sicario accionó su pistola escuadra calibre 9 milímetros sobre la humanidad de Ernesto Alonso de Miguel, y cuando Guevara Martínez sacó su pistola para tratar de defender al contrabandista, el asesino a sueldo también logró privarlo de la vida.
El sicario salió corriendo sin dejar de disparar su escuadra calibre 9 milímetros, pero por fortuna los disparos no impactaron en ninguna otra persona, sólo se alojaron en la pared de madera y en dos estructuras de concreto de la terraza, además de que una bala de rebote dañó la lámina de la puerta del costado derecho del Chevy blanco detrás del cual había esperado minutos antes.
Por eso en las dos columnas del corredor, a la izquierda del acceso principal, se observa un rozón debajo de una bandera de México, así como en la segunda columna hay otro disparo en medio, y otro en la pared de madera a la derecha de la puerta principal.
El asesino realizó seis disparos sobre la humanidad de “El Español”, uno de los cuales dio justo en su corazón, según la necropsia de ley.
El cuerpo presentó cinco impactos de entrada, uno a la altura de la nariz costado izquierdo, en la boca, en la parte alta del pecho, clavícula y hombro izquierdos, así como un rozón en el lóbulo de la oreja izquierda.
Además de orificios de salida en ángulo maxilar izquierdo relacionado con el proyectil de entrada en la boca, otro de salida en pared posterior del brazo izquierdo, relacionado con del ingreso de proyectil en hombro.
De la misma forma, los dos pulmones los tenía afectados, mientras que el corazón presentó un trayecto de una bala que lo atravesó.
El policía Agustín Guevara Martínez, de 42 años de edad y también originario de Veracruz, recibió tres balazos, los cuales le dejaron lesiones en la laringe, faringe, pulmón derecho, y una lesión que afectó totalmente el bazo y el colon transverso.
Su deceso derivó al recibir un tiro en la sien izquierda, otro en el costado lateral izquierdo con salida en la parte posterior de la espalda y finalmente en el antebrazo derecho, tercio distal, es decir, cerca de la mano, que causó fractura de los huesos de la misma.
Como ya se ha señalado, eran 4 los elementos de la Policía Ministerial que brindaban seguridad personal a Ernesto Alonso de Miguel, los cuales estaban divididos en dos grupos: el primero lo integraban Agustín Guevara Martínez y Hugo García Reyes; y el segundo Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo” y Juan Manuel Costeño Mendoza alias “El Costeño”, de acuerdo con datos recabados.
El ahora exprimer comandante de la Policía Ministerial Jesús Gonzalo Vizcarra Delgado, era quien coordinaba las guardias de seguridad personal del contrabandista Ernesto Alonso de Miguel, y el día de los hechos, al grupo de Guillermo Gerónimo Ramos le tocaba brindar seguridad a “El Español”, pero como “El Chombo” estaba borracho, éste pidió a Agustín Guevara Martínez que cubriera su lugar, ya que de antemano sabía que a Ernesto Alonso de Miguel no le gustaba que gente ebria lo cuidara.
Por lo que de última hora, el ahora exprimer comandante de la Policía Ministerial Jesús Gonzalo Vizcarra Delgado realizó el cambio de turno; es decir, Agustín Guevara Martínez y Hugo García Reyes fueron asignados para brindar seguridad al contrabandista la noche del sábado 14 de noviembre del presente año.
Debido a lo anterior, de las primeras indagatorias de la Policía Ministerial derivó la remoción de sus cargos de quien fungía como director de esa corporación y su primer comandante, Pedro Celestino Xool Be y Jesús Delgado Vizcarra, además de Hugo García Reyes, que fue destituido de su mando como comandante del Grupo de Homicidios.
Se pudo averiguar que todos fueron enviados al “banquillo de los acusados” a la zona norte de la entidad donde se les asignó la guardia y otras labores que no se mezclen con las investigaciones y roce con la sociedad, al igual que Guillermo Gerónimo Ramos alias “El Chombo” y Juan Manuel Costeño Mendoza alias “El Costeño”.
Hasta el momento la PGJE ha dicho que tiene dos líneas de investigación, de las cuales sólo ha revelado una, que es la de una pugna por el control del contrabando procedente de la Zona Libre de Belice con destino a distintos puntos de la República Mexicana.
Las investigaciones continúan, aunque la Procuraduría General de Justicia se mantiene hermética sobre su segunda línea de investigación.
Mientras tanto la administración del restaurante “El Emporio” vio afectados sus intereses por este doble homicidio, al cerrar su local por 12 días, que resintieron pérdidas considerables, además que debieron invertir cerca de 100 mil pesos para desinfectar el local, adquirir nuevos platos, vasos, cubiertos, otros utensilios de cocina y mobiliario con la intensión de darle otra cara a este lugar y tratar de borrar lo que ahí aconteció. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
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