DICIEMBRE ME GUSTÓ PA'QUE TE VAYAS

QUE YA SE VA EL FISCAL… 

(Del muro FB de Jorge Castro Noriega)

Pasaron tres meses desde que el fiscal de Quintana Roo, Oscar Montes de Oca, dijera que si la nueva gobernadora, Mara Lezama -que estaba a pocos días de tomar el mando-, le pedía su renuncia, con gusto se iría.

En ese mismo lapso, el fiscal enfrentó varias protestas de colectivos feministas y de familiares de personas desaparecidas, quienes se manifestaron frente a la Fiscalía y bloquearon la zona hotelera en el corazón turístico de Cancún. 

Tuvo que intervenir la gobernadora para escuchar los reclamos de esas personas hacia el fiscal, a quien acusaron de insensibilidad para atenderlos y de tener rezagados más de 70 expedientes de violencia contra mujeres, feminicidios y desparecidos.

Uno de los casos más indignantes, fue el de la madre de una niña desaparecida que, por sus propios medios (la Fiscalía no la ayudó), encontró el presunto victimario y logró detenerlo en Chiapas con el apoyo de otras personas, todo para que el señor fiscal se colgara la medallita y presumiera como suyo el logro, negándose a entregar la recompensa que había ofrecido a quienes ayudaran a arrestarlo. 

Mientras todo esto ocurría, el fiscal, desesperado, pagaba portadas en los periódicos para destacar sus grandes resultados, tratando de justificar por qué el ex gobernador Carlos Joaquín y la Legislatura anterior lo dejaron enquistado en el nuevo Gobierno, modificando la Ley, primero, para imponerlo sin tener la residencia legal. Y luego, para “heredárselo” a Mara Lezama hasta por cinco años más. 

Pues bien, según trascendidos al interior de la Fiscalía y del Gobierno, Oscar Montes de Oca está preparando maletas para irse. Que ya hasta retiró de su oficina fotografías, diplomas, libros y la cafetera, entre otros artículos personales. 

No se sabe a bien si la gobernadora le tomó la palabra y le pidió la renuncia, por lo que habría decidido irse “con mucho gusto” como anticipó en septiembre, O bien, si las constantes manifestaciones en su contra ejercieron más presión mediática que los resultados de sus portadas periodísticas pagadas. 

El caso es que diciembre, se dice, le gustó al fiscal Montes de Oca para despedirse de Quintana Roo y permitir que la gobernadora ponga a alguien más capaz, con mayor compromiso con el cargo y, sobre todo, más amor por Quintana Roo.