Desde los Once Pasos
Javier Chávez AtaxcaCampeche mantiene invadido 4 mil 800 kilómetros cuadrados de territorio quintanarroense y ante este zarpazo del priista Jorge Salomón Azar su homólogo chetumaleño Mario Villanueva Madrid emprendió una oportuna defensa jurídica en las alturas, presentando con los otros dos poderes una demanda de controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación que incluyó a Yucatán.
Ocurrió en 1997, porque Salomón Azar había aplicado el madruguete a fines de diciembre de 1996, al crear en tierra ajena el décimo municipio de Calakmul.
Pero 𝐘𝐮𝐜𝐚𝐭á𝐧 𝐞𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐨𝐫𝐢𝐠𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐌𝐚𝐠𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐏𝐫𝐞𝐬𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐇𝐞𝐲𝐝𝐞𝐧 𝐂𝐞𝐛𝐚𝐝𝐚 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐬, 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐬𝐢𝐧 𝐞𝐥 𝐦í𝐧𝐢𝐦𝐨 𝐦é𝐫𝐢𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐧𝐝𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐉𝐨𝐚𝐪𝐮í𝐧 𝐆𝐨𝐧𝐳á𝐥𝐞𝐳 𝐟𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐩𝐨𝐬𝐢𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐜𝐢ó𝐧 𝐬𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐚 que tuvo pesos completos de la talla de Joaquín González Castro, El Quino, nacido Córdova (Veracruz) y quintanarroense por decisión brotada del corazón, lo que vale muchísimo. Heyden es de Yucatán y no me refiero a que este estado ejemplar sea nada más su lugar de nacimiento, porque muchísimos quintanarroenses fuimos paridos en otras entidades por obra del destino. Parafraseando a Chabela Vargas – nacida en Costa Rica–, “los quintanarroenses nacemos donde nos da la rechingada gana”.
Lo condenable es que sin el mínimo recato los intereses de Heyden Cebada están volcados en el 𝐭𝐞𝐫𝐫𝐮ñ𝐨 𝐝𝐞 𝐀𝐫𝐦𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐌𝐚𝐧𝐳𝐚𝐧𝐞𝐫𝐨, 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐛𝐫𝐨𝐭𝐚𝐧 𝐝𝐚𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐣𝐮𝐠𝐨𝐬𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨𝐬 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐪𝐮𝐢𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐲 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐯𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 “𝐥𝐚 𝐛𝐥𝐚𝐧𝐜𝐚 𝐌é𝐫𝐢𝐝𝐚, 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐚 𝐮𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐦𝐚𝐧𝐨, porque el desnutrido Chetumal no puede darse el lujo de aplaudirle al carnaval de los millones en fuga. Heyden más bien tiene que ser comparado con El Tata Martino, quien en la reciente Copa del Mundo de Qatar fue estratega de nuestra selección y estuvo al servicio de su natal Argentina.
La defensa de la integridad territorial de Quintana Roo tiene que ser altísima prioridad del Tribunal Superior de Justicia que en el período de Joaquín González Castro se involucró de tiempo completo en la causa, hasta la llegada de Fidel Villanueva Rivero y Antonio León Ruiz, muy pequeños para la majestuosa silla ocupada por Miguel Mario Angulo Flota y Lizbet Loy Song Encalada, quien soportó al límite la ofensiva del gobernador Joaquín Hendricks Díaz para apoderarse de ese poder, empuñando como cachiporra su Reforma al Poder Judicial. Pero con 𝐇𝐞𝐲𝐝𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐘𝐮𝐜𝐚𝐭á𝐧 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐝𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐭𝐮𝐥𝐚𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐏𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐉𝐮𝐝𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐲 𝐭𝐚𝐧 𝐬ó𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚 𝐂𝐚𝐦𝐩𝐞𝐜𝐡𝐞 𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐯𝐨. 𝐘 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐟𝐞𝐧𝐬𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐧𝐭𝐚𝐧𝐚𝐫𝐫𝐨𝐞𝐧𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐨 𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐏𝐮𝐭, zona geográfica desconocida para la nueva clase política dominante.
Y a todo ello, llama la atención el prolongado silencio del Comité Prodefensa de los Límites de Quintana Roo, quizá desintegrado en muy mal momento.