miércoles, 2 de febrero de 2005

Caso Mayra

  • Hace 5 años, médico forense dio dos versiones sobre muerte de una joven en Cozumel
  • Pariente de aspirante priísta, involucrado en asesinato

Blanche Petrich
Enviada

Félix González Canto
Cozumel, QR, 1º de febrero. El pequeño taller de Mirna Zapata, costurera de oficio, es comedor, sala y cocina a la vez. Ahí se prepara la comida, se ve la tele y se "costura", todo al mismo tiempo, cuando suena el teléfono. "Es de la campaña de Félix", anuncia una voz desde el fondo de la vivienda.

En la isla, la batalla por los votos, de dos de los candidatos a gobernador -Félix González, por PRI-PVEM, y Addy Joaquín, por PAN-Convergencia, ambos prominentes cozumeleños-, se libra casa por casa. Pero en este hogar, la llamada de los promotores del priísta cae como una bofetada. Dos mujeres, Ana de Ayuso y doña Mirna, han charlado toda la tarde dando vueltas a las historias de sus hijas: una muerta hace cinco años; la otra, violada el año pasado. En ambos casos se vieron involucrados hombres del poder. En ninguno se hizo justicia.

La hija de Ana, Mayra Beatriz, murió hace cinco años, cuanto tenía 16. Salió de su casa el 5 de noviembre de 1999 rumbo a la escuela, vestida con su uniforme. Nunca regresó. Cuatro días después la Policía Judicial estatal avisó a su madre que el cuerpo de la adolescente había sido encontrado en un terreno propiedad de la familia del entonces presidente municipal González Canto. Se inició la averiguación previa 438/99 por homicidio. El médico forense Efrén González, pariente del hoy abanderado por el PRI, dictaminó asfixia por ahorcamiento como causa de la muerte. Los padres de Mayra la enterraron el día 10. Al día siguiente del sepelio les avisaron de la agencia del Ministerio Público (MP) que "se les había olvidado el feto". En ese momento se enteraron de una segunda versión policiaca: que la niña estaba embarazada de cuatro meses al morir y tenía perforación del útero por un legrado mal aplicado. Se les informó que eso -y no un ahorcamiento- le había causado la muerte. Ante la duda, los padres pidieron la exhumación del cuerpo y otra necropsia. Cuatro meses después tenían otra acta forense, del mismo Efrén González, que dictaminaba: "muerte por traumatismo craneal". Y se confirmaba la lesión del útero. La diferencia entre las tres versiones, les dijeron, fue producto "de un error humano".

La familia Ayuso pidió entonces la exhumación del feto y exámenes de ADN para determinar la relación de esos restos con los de Mayra y poder identificar al responsable del embarazo. La Procuraduría de Justicia estatal se negó a abrir esa línea de investigación, alegando que debido al costo de los análisis de ADN sólo se hacían cuando se trataba de "un caso muy especial".

Algunos testigos declararon ante el MP que el presidente municipal, que entonces tenía 31 años, sostenía una relación sentimental con la adolescente y en ocasiones pasaba a recogerla a dos cuadras del Conalep, donde estudiaba. Al poco tiempo los testigos se retractaron.

La investigación, a cargo del entonces procurador estatal Carlos Humberto Pereira, fue errática. El sitio donde se encontró el cuerpo nunca fue preservado, y la familia propietaria inmediatamente construyó casas en los predios. No se investigó quién pudo haber practicado un aborto fatal ni las conclusiones contradictorias del forense. Jamás se cuestionó el comportamiento del alcalde ni los frecuentes escándalos de sus colaboradores con jovencitas. Al año fueron detenidos dos jóvenes, amigos de Mayra, como "sospechosos". Nelson Ciau, de 19 años, pasó casi un año en la cárcel porque en los cuadernos de la chica aparecía su nombre junto a corazoncitos dibujados. Y Norma Páez, de 15 años, tuvo que pagar una fianza para evitar ser apresada, por ser la mejor amiga de Mayra.

A cinco años de su muerte, su madre se pregunta: "¿Tiene caso que me siga dando golpes contra la pared?"

Doña Mirna Zapata, presente en la entrevista, piensa que vale la pena seguir luchando por esclarecer el caso. El año pasado, 4 de febrero, su hija de 13 años fue violada por José Agustín Rangel, chofer y asistente personal de Félix González, quien en ese momento era diputado. Cuando se enteró del ataque acudió al MP. Tardaron cinco horas en atenderla y cuatro días en aceptar practicarle un examen médico a la niña. En lugar de levantar el acta por violación, el MP calificó el delito de "abuso deshonesto", lo que permitió que el atacante, confeso, quedara en libertad.

Las autoridades judiciales no reaccionaron hasta que doña Mirna fue a Cancún y denunció el delito en conferencia de prensa. Con la intervención de la agente especial en delitos sexuales del estado, Ruth Bustillos, el delito fue calificado finalmente de violación y se emitió orden de aprehensión contra Rangel. Entonces la familia recibió noticias de que Félix González quería hablar con la madre para llegar a un acuerdo. Polly, esposa del candidato, le pidió que abandonara el caso. "Ya ve que todavía tenemos a cuestas el asunto de Mayra", le dijo. El presidente de la Asociación de Padres de Familia de Quintana Roo, José Pulido, también la contactó -y después lo reconoció ante la prensa- para ofrecerle un millón de pesos.

Pero Mirna Zapata no ha desistido de su denuncia. En una población pequeña, como es Cozumel, se sabe cuando llega Rangel a la isla, custodiado y protegido. La policía municipal no se atreve a aprehenderlo. "Mire, doña -le han dicho a la madre-, nosotros no podemos hacer nada; si usted lo detiene y lo somete nos lo trae."

En opinión de doña Mirna, el arresto de Rangel y una investigación a fondo del médico forense Efrén González pudieran ser la clave para esclarecer la muerte de Mayra Ayuso y hacer justicia a su propia hija. Las dos mujeres esperan.

lunes, 10 de junio de 2002

Arturo Blancas Pizaña y Juan Martín Núñez involucrados en la muerte de diputado local priísta

  • Estarían involucrados en la muerte de turista holandesa
  • Detienen a dos presuntos asesinos de diputado local priísta de Yucatán


LUIS BOFFIL/CORRESPONSAL

Merida, Yuc., 1Ɔ de junio. La Procuraduría de Justicia del estado informó sobre la detención de dos presuntos gatilleros que estarían involucrados en la ejecución del diputado priísta local Pánfilo Novelo Martín y sus dos acompañantes, ocurrida el pasado 9 de enero en un tramo carretero de Valladolid a Mérida.

Sin embargo, el procurador Miguel Angel Díaz Herrera manifestó que no recurrirá a chivos expiatorios para encontrar a los asesinos de Novelo Martín, su hijo Miguel Novelo Burgos y su asistente Pedro Yam Pech.

Los detenidos, Arturo Blancas Pizaña y Juan Martín Núñez, son oriundos de Michoacán pero residían desde hace varios años en Valladolid, ciudad de nacimiento del fallecido. El primero fue capturado en Chetumal, Quintana Roo, mientras que el otro en Peto, una comunidad rural yucateca.

La pareja de michoacanos estaría involucrada también en el crimen de la turista holandesa Brenda Searle, quien desapareció hace dos años en la zona turística y arqueológica de Chichén Itzá. Su cadáver fue descubierto el año pasado en un paraje del municipio de Opichén, al sureste del estado.

Asimismo, Blancas Pizaña y Martín Núñez tendrían participación en redes del narcotráfico que presuntamente operan en el circuito peninsular de Quintana Roo a Yucatán.

De acuerdo con el reporte de la PGJE, los detenidos conducían un vehículo que fue filmado por las cámaras de video del parador turístico ubicado en la vía hacia Valladolid, a unos kilómetros del lugar del crimen. Ambos fueron recluidos en el penal de Ebtún, Valladolid -150 kilómetros al oriente de esta capital-, donde están sujetos a las disposiciones legales.

Las pesquisas indican que los dos se desempeñaban como sicarios de cárteles de narcotraficantes que operan en el sureste del país y que supuestamente conocían las actividades del diputado Novelo Martín.

Hasta el momento, las teorías principales sobre la ejecución del legislador son dos: narcotráfico y la venganza familiar.

Fuente: La Jornada

viernes, 16 de febrero de 2001

Hijos de funcionarios se amparan

  • Están involucrados en los hechos violentos afuera de una discoteca en Chetumal, hace 45 días. Aún no determinan si el arma utilizada es de salva o verdadera

Rafael Briceño Chablé
El Universal

Chetumal, Quintana Roo. A 45 días del enfrentamiento en el que se vieron involucrados hijos de funcionarios federales y estatales con elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), la Procuraduría de Justicia estatal aún no determina si el arma utilizada por Sergio Terrazas Matus, hijo del ahora ex vocal ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Salvador Terrazas Cervera, es de salva o verdadera.

Mientras tanto, el elemento de la PFP Ramiro Cantú Smith, quien participó en la riña y fue quien arrancó dos terceras partes de la oreja de Erick Galindo Escamilla, hijo del encargado de la FEADS, se amparó contra la orden de aprehensión obsequiada por el Juzgado Primero de lo Penal.

También otros involucrados en este enfrentamiento, quienes fueron captados por un video aficionado mientras golpeaban en el suelo al policía Cantú Smith, se han amparado contra las acciones de la justicia. Entre ellos se encuentran los hermanos Bernardo y Rhiot Eljure, y Primitivo Alonso Cervera.

Como se recordará, el 1 de enero pasado hijos de funcionarios federales y estatales se enfrentaron con elementos de la PFP a las puertas de una discoteca ubicada en la costera de esta ciudad. A consecuencia de este enfrentamiento, en el que Terrazas Matus utilizó un arma de fuego contra los elementos de la PFP, el vocal ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESP), Salvador Terrazas Cervera, renunció a su cargo.

Esta mañana se presentó al juzgado de lo penal, con su amparo bajo el brazo, Cantú Smith para rendir su declaración preparatoria en torno del enfrentamiento del Año Nuevo.

El juez primero de lo penal, Isidoro Castro Arrieta, informó que hasta el momento no se han presentado a declarar otros involucrados en este enfrentamiento, entre ellos Terrazas Matus y Galindo Escamilla.

Después de escuchar las acusaciones en su contra, Cantú Smith mostró a la secretaria del juzgado las lesiones que le fueron causadas por los hijos de funcionarios estatales y federales.