lunes, 28 de mayo de 2007

Consignan a sacerdote maya acusado de abusar de una niña

Mayo 28, 2007
El sacerdote maya de Tulum, Moisés Chin Hoil, acusado de abuso sexual en agravio de una niña de diez años, negó los hechos y consideró que se trató de una trampa, aunque asegura que no tiene enemigos.


Este lunes, cerca de las 13:00 horas, el septuagenario fue recluido en la cárcel municipal, a disposición del juez penal, para rendir declaración preparatoria, acusado de abuso sexual contra una niña de diez años.

El sacerdote maya de 72 años, fue detenido infraganti, cuando el viernes último por la mañana, según la policía municipal de Tulum, abusaba de la niña en el interior de un cuarto anexo a la iglesia maya.

El propio Moisés Chin Hoil, dijo que la menor de edad, ingresó al “cuartel”, habitación anexa a la iglesia, enviada por su mamá, con el propósito de empeñarle una pulsera en 100 pesos, cuando llegó la policía.

De acuerdo con la averiguación previa T/454-2007 el expediente se consignó al juez penal por el delito de violación en grado de tentativa.

Vigilará caso CEDH

Cancún.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) estará vigilando de cerca todo el proceso judicial para hacer valer la justicia en el caso de la menor de 10 años presuntamente ultrajada por un sacerdote maya en Playa del Carmen, aseguró el ombusman Gaspar Armando García Torres, al tiempo de informar que tienen registrados tres casos similares en todo el Estado, aunque la mayoría de estos no se denuncian.

Al calificar como lamentable, el presunto intento de ultraje de un sacerdote maya a una niña de 10 años en Playa del Carmen, el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Gaspar Armando García Torres, señaló que estarán pendientes de que el proceso judicial sea llevado en orden por las instancias de justicia a cargo.

“Para nosotros obviamente el interés es el seguimiento para ver que todo el procedimiento legal siga su marcha pronta e inmediata, y que en ese tipo de situaciones se aplique el rigor de la ley”.

De la misma forma el ombusman de Quintana Roo, dio a conocer que en lo que va del año se tienen registrados cuatro casos de acoso sexual infantil escolar, en los municipios de Othón P. Blanco, Cancún, José María Morelos y Solidaridad, auque reconoció que la mayoría de los casos no son denunciados por pena de los propios padres o el miedo de las afectadas.

“Esto se ha dado en algunos casos en algunas escuelas por ejemplo con algunos maestros, aunque no es un número considerable te puedo hablar de datos de esta naturaleza, cuando mucho cuatro o cinco registrados, esto considerando que no es una situación que se denuncie de manera inmediata”.

Así también, descartó que los usos y costumbres de los pueblos puedan ser justificantes para violar la integridad de los niños.

Por último hizo un exhorto a las autoridades judiciales y ministeriales a llevar a cabo sanciones apegadas a la ley. (Fuente: Enfoque Radio)

miércoles, 28 de febrero de 2007

Entre 30 bandas juveniles destacan Pañales y Quesitos. Son focos rojos

Por Javier Chávez Ataxca
28 de Febrero 2007
6:15 AM

La pandilla sureña de “Los Pañales” tiene un nombre que a simple vista puede provocar burlas, pero su formación en realidad debe ser motivo de preocupación para las autoridades de los tres niveles y para la sociedad en su conjunto.
Uno de sus integrantes tiene apenas ocho años de edad, pero ello no le impide seguir los pasos de sus mayores de 11 y 12 años de edad.
Se trata de una pandilla de niños y adolescentes que tiene su área de influencia en la localidad de Calderitas, balneario en decadencia ubicado a un par de kilómetros de la capital del estado.
Según Luis Rivero León, titular de Seguridad Pública, unas 30 pandillas integradas por menores de edad han sido detectadas en diversas colonias de la capital del estado, generando “focos rojos” porque se trata de pequeños infractores que han comenzado a cometer delitos como el robo a casas habitación y están a un paso de formar bandas juveniles como las que operan en Cancún.
En esa relación destacan bandas como la de “Los Pañales” y “Los Quesitos”. Los integrantes de esta última pandilla que opera en una colonia popular de Chetumal ya provocaron la muerte de un adolescente de 14 años que tuvo la osadía de incursionar en sus dominios.
Los pequeños homicidas permanecieron provisionalmente en el Consejo Tutelar para Menores Infractores, pero no hubo un seguimiento de la rehabilitación de los adolescentes que siguen formando parte de esa pandilla temible.
Rivero León precisó que los integrantes de las pandillas chetumaleñas tienen edades que oscilan entre los 11 y los 16 años de edad; cada pandilla tiene un promedio de 15 miembros, quienes marcan sus respectivos territorios colocando en alerta a las corporaciones policíacas que nada pueden hacer sin el respaldo de los padres y madres de familia.
En efecto, el funcionario estatal acierta cuando habla de la responsabilidad de los progenitores que abandonan a su suerte a sus hijos a edad temprana.
De hecho, la detención y traslado provisional al Consejo Tutelar ha sido la fase final del intento de rehabilitación que fracasa porque el gobierno del estado carece de mecanismos adecuados para hacer posible la inserción o reinserción de los menores de edad por parte de la sociedad.
Los tres niveles de gobierno, la iniciativa privada y organizaciones civiles deben cerrar filas para atender esta amenaza que representa un desafío para la capital del estado, ya que en muchos casos esos infantes inician carreras delictivas exitosas que son un fracaso para la sociedad.
En realidad las pandillas no son estrictamente un problema de seguridad pública, ya que son simple consecuencia del fracaso de un estado que no ha sido capaz de garantizar niveles de desarrollo económico en todas sus regiones.
En Chetumal y localidades vecinas hay colonias que han sido descuidadas por los gobiernos federal, estatal y municipal, creando las condiciones para la proliferación de pandillas que en algunos casos son una opción de convivencia a edad temprana, convirtiéndose en escuelas para el consumo de drogas, robos y asaltos y homicidios, como ocurrió con la pandilla de “Los Quesitos”.
Sólo estaremos a tiempo si tenemos capacidad de reacción, pero esta brilla por su ausencia.