miércoles, 18 de mayo de 2011

Fue un momento de "mala suerte" afirma el presidente del Tribunal Electoral

  • Quedan desacreditados los policías municipales ante estos hechos


Rosa Santana
APRO

El presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), Francisco Javier García Rosado, negó haber hecho uso de su influencia política para lograr la liberación de su hija María Fernanda García Altolaguirre, quien fue detenida el pasado sábado 14 por la policía de Cancún, junto con cinco personas más, en posesión de droga y armas.

En un breve comunicado difundido en el noticiero Enfoque Radio del Sistema Quintanarroense de Comunicación, el magistrado lamentó el manejo informativo que dieron al caso los medios. Sostuvo que pone en entredicho “la buena conducta que siempre ha mantenido” su hija.

El funcionario aseguró que la detención de la joven de 25 años fue un hecho fortuito, de “mala suerte”, porque ella acudió al predio del fraccionamiento Residencial Santa Fe Plus, donde se dio el arresto, “en apoyo de una amiga que le había solicitado que acudiera a temprana hora sólo para llevarla a su domicilio”.

Además, dijo que el vehículo de su propiedad que estaba en el predio donde ocurrió la detención de su hija –un Malibú--, “no es un vehículo oficial ni de lujo”.

El titular del Ieqroo aseguró, asimismo, que no se halló nada indebido en el interior del auto y que la credencial que lo acredita como Magistrado que fue encontrada en la unidad nunca fue exhibida por su hija a los policías para evitar su detención.

Por último, responsabilizó del “mal uso” que se dio de la información a los medios noticiosos y a la oficina de prensa de la Policía Municipal de Cancún, de donde salió el parte.

Fernanda Altolaguirre fue detenida la madrugada del pasado sábado en la Súpermanzana 525, manzana 12, lote 40 de la calle Zinnia del fraccionamiento Residencial Santa Fe Plus junto con otras cinco personas, en posesión de droga, armas de fuego, cartuchos útiles y tres vehículos de lujo.

Los otros detenidos eran: Sarahí Vargas López, de 18; Cristian Sosa Barragán, de 21; Mauricio Canto Miru, de 20; y Miguel Sosa Barragán, de 35, todos del Distrito Federal; y Nicolet Osorio Bonn, de 19 años, originaria de Jalisco.

El grupo fue detenido a las 6:30 de la mañana luego de una persecución que inició minutos antes cuando la policía recibió un reporte ciudadano que alertaba de disparos.

Al detectar la camioneta sospechosa -una Lincoln Navigator blanco, placas de circulación 944-UUA-, los uniformados le marcaron el alto. Sin embargo, los tripulantes se dieron a la fuga y se refugiaron en el domicilio mencionado.

Los policías municipales cercaron el lugar, y con apoyo de las autoridades ministeriales y de la Armada detuvieron a los seis sospechosos, quienes fueron trasladados a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.

Los detenidos fueron remitidos a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, con excepción de Fernanda García y sus dos amigas, quienes fueron liberadas horas más tarde.

Ante la indignación que generó el caso, el gobernador Roberto Borge salió ayer en defensa de la joven, y respecto a su liberación comentó:

"La información que yo tengo es que la muchacha estaba llegando a buscar a una amiga, en la casa donde estaba, la estaba yendo a buscar, es la información que yo tengo. Al parecer ella no ha participado en algún ilícito."

Insistió en que "en la investigación preliminar que se hizo, al parecer la muchacha no está involucrada con actos ilícitos como el robo de vehículos o en posesión, o no salió positiva en el examen que le hayan hecho de ingestión de narcóticos o de alguna sustancia ilegal".

No obstante, el alcalde Julián Ricalde Magaña reconoció que el gobierno del estado solicitó al ayuntamiento, del cual depende la Policía Municipal, que dejara en libertad a la hija del magistrado, aunque rechazó que en este caso haya habido tráfico de influencias.

“Estoy investigando el asunto. Recibí un llamado del secretario del Ayuntamiento, Eduardo Galaviz; recibimos solicitudes de apoyo, vamos a llamarlo así, por parte del gobierno del estado.

“Me parece que tenemos, ante cualquier cosa, que cumplir con la ley y eso es lo que voy a ver, porque mi instrucción fue --cuando se me comunicó de manera telefónica- -que se certificara, como es dable, a esta persona en específico, porque fue un conjunto de personas, si no daba positivo a alguna sustancia prohibida, su salud cómo se encontraba, para que después no vaya a ser que nos la volteen como suele suceder”, añadió.

“Luego se me comentó que ella estaba de manera circunstancial, pero estoy en espera de la versión, porque en todo caso eso debió determinarlo una autoridad judicial o, en su defecto, un juez calificador que bien tendríamos facultades para determinar en todo caso si se consignaba o no. Pero es el pendiente de hoy”, argumentó.

Durante el operativo, la policía aseguró a los jóvenes siete paquetes de marihuana con siete gramos cada uno; una bolsa con 200 gramos de marihuana; una bolsa con 20 gramos de cocaína; 6 mil pesos en efectivo; una videocámara.

También ocho teléfonos celulares; una pistola tipo escuadra calibre .38 Súper con cargador abastecido con 4 cartuchos y dos cargadores vacíos; un cartucho percutido calibre .9 milímetros; 18 cartuchos útiles calibre .22 milímetros.

Una báscula digital, tres bolsas cerradas con 100 bolsitas cada una para dosis de droga de un gramo cada una, además de varias piezas sueltas; una camioneta gris, placas GZJ-5742 de Pennsylvania, Estados Unidos; una Lincoln Navigator blanca, placas de circulación 944-UUA del Distrito Federal, y el Malibú blanco, placas de circulación UUF-7780 del estado de Quintana Roo.

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