Narco empresario asesinado, su esposa dio el nombre del presidente municipal de Calakmul

Tres sujetos de aspecto “cholo” acribillan a balazos a un seudoempresario de Guadalajara, quien también está vinculado con el Cártel de Sinaloa, identificado como Miguel Rodríguez Olivera, presunto líder de esta organización criminal, cuando comía con su esposa y un amigo en el restaurante Zen Sushi Bar, ubicado en la segunda planta de Plaza Solare, ubicado frente a la Plaza de Toros, por lo que paramédicos intentaron salvarle la vida, pero lamentablemente falleció minutos después de haber ingresado al Hospital Galenia.

En información recabada por las autoridades judiciales y ministeriales, el hecho ocurrió cerca de las 19:00 horas, cuando el empresario, dueño presuntamente de negocios de venta de objetos de plata, Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez, se encontraba comiendo en compañía de su esposa y una amiga.

Según la mujer, su esposo se levantó a atender una llamada telefónica y en ese momento llegaron tres sujetos con armas cortas y las accionaron contra el empresario, quien recibió al parecer cuatro impactos en la cabeza y cinco en el resto de su cuerpo.

Todavía con vida, paramédicos de la Cruz Roja lo trasladaron en su ambulancia al hospital Galenia, ubicado sobre la avenida Tulum entre Nichupté y Kabah, donde el empresario no soportó y falleció al momento que lo ingresaban.

Dentro de las investigaciones se conoció que al momento de auxiliar al empresario, la esposa dijo que su pareja se llamaba Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez. Sin embargo, luego la Policía Judicial obtuvo el nombre de Miguel Rodríguez Olvera, el mismo que tiene registrado un líder narcotraficante del cártel de Sinaloa que comanda Joaquín Guzmán Loera alías “El Chapo”.

En tanto, en el lugar de los hechos, testigos dijeron que los sicarios descendieron de un vehículo Nissan tipo Tsuru color dorado, con placas del estado de Campeche y que era custodiado por una camioneta Pick-up color blanca. Del auto bajaron los tres gatilleros con armas cortas mientras que uno se quedó vigilando con un arma larga.