Trágica volcadura...ve a su padre correr hacia los matorrales

• Vio a su padre correr...¡después de muerto!

Frontera, Coahuila

Un vecino de la colonia Bellavista perdió la vida de manera instantánea después de volcar su camioneta sobre el Libramiento Carlos Salinas de Gortari, en las cercanías de las nuevas instalaciones de Takata, luego de salir expulsado de la cabina y golpearse la cabeza contra un montón de piedras.

Sin embargo, su hijo de 12 años, que resultó ileso, dijo a las autoridades que vió cuando se padre se ponía de pie para después echarse a correr hacia los matorrales, donde según él estaba escondido. No obstante, los elementos de Seguridad Pública encontraron el cuerpo sin vida de Juan de Dios López Calderón donde siempre estuvo, junto a una barda de bloques y entre las piedras que le provocaron la muerte de inmediato.

Además, en el accidente ocurrido alrededor de las once y media de la noche del domingo sobre el Libramiento Carlos Salinas de Gortari, resultó gravemente lesionado otro de los ocupantes de la pick up Chevrolet Avalanche de color rojo, modelo reciente y con placas de circulación EU-16-586.

En la misma unidad viajaban el niño de 12 años llamado Juan de Dios y otro hombre que sólo sufrieron golpes leves y no hubo necesidad de trasladarlos a un hospital.

Los tres hombres y el menor de edad regresaban de Sabinas, Coahuila, a donde habían acudido para presenciar una carrera de caballos; pero la falta de precaución del conductor que al parecer se encontraba ebrio y manejaba a alta velocidad, provocó el fatal accidente.

El occiso, de 39 años, vivía en la colonia Bellavista, mientras que el herido grave fue identificado como Víctor Manuel Mata Requena, de 24 años y vecino de La Sierrita.

El pequeño Juan de Dios y Fabián Castillo Guerrero, de 32 años y con domicilio en el Ejido 8 de Enero, resultaron ilesos.

Juan de Dios dijo a las autoridades que su padre salió despedido mientras la camioneta daba vueltas en el aire y que luego lo vio correr para esconderse entre la maleza.

Los uniformados empezaron a buscar al conductor por donde había señalado el niño, pero no encontraban nada. Fue después de 30 minutos cuando lo encontraron cerca de una barda y entre un montón de piedras, con grandes heridas en la cabeza y sin signos vitales.