Los Angeles, California
Un chef de Estados Unidos fue declarado culpable de asesinato en segundo grado hoy, después de admitir que cocinó a fuego lento el cuerpo de su esposa durante cuatro días para deshacerse de la evidencia, mientras afirmaba que había fallecido accidentalmente.
David Viens, de 49 años de edad, le dijo a la policía que había atado a su esposa Dawn, de 39, con cinta adhesiva para que no se escapara y luego se fue a dormir. Cuando se despertó cuatro horas más tarde la encontró muerta y entró en pánico.
“La cociné por cuatro días. La dejé enfriar, la colé y luego tiré los restos a la basura”, le dijo a los detectives, según se reveló durante el juicio. Su cuerpo nunca fue encontrado después de su desaparición en octubre de 2009.
Viens, antiguo dueño de un restaurante en Lomita, al sur de Los Angeles, la había atado de manera similar problablemente dos veces antes, porque él “no quería que condujera intoxicada, perdida por la cocaína y la bebida”, dijo.
La fiscal Deborah Brazil pidió que Viens fuera declarado culpable de asesinato en primer grado, con el argumento de que la muerte de su esposa “no fue un accidente”.
Dawn “probablemente se murió de una manera mucho más violenta” -por estrangulamiento, por ejemplo – de lo que admitió su marido, dijo Brazil.
“Es por eso que el acusado necesitó los cuatro días para destruir por completo y desechar el cuerpo de Dawn Viens”.
Los seis hombres y seis mujeres del jurado deliberaron durante cinco horas y media antes de entregar su veredicto de asesinato en segundo grado.
Viens compareció ante el tribunal en una silla de ruedas como consecuencia de las heridas sufridas tras saltar 25 metros de un acantilado en febrero de 2011, poco después de decirle a su novia que la muerte de su esposa fue un accidente.
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