Aguascalientes
Aguascalientes
Por Alfonso Morales Castorena
Fotos: Omar Romo López
Entre versiones de enfrentar maltrato familiar constante y su oposición a las relaciones de concubinato que su madre sostenía con un trabajador de la construcción, las que ayer legalizaría de manera oficial y que le hicieron buscar refugio en el mundo del alcohol y las drogas, se fundamentó la autodestrucción a la que recurrió un adolescente ayer en la madrugada, protagonizando con ello el suicidio 98 del año, el sexto del presente mes, informaron las autoridades ministeriales.
La tremenda cuanta extrema decisión para solucionar sus graves conflictos existenciales la cristalizó el vicioso y alcohólico Luis Armando Carreón Becerra El Güicho, de 17 años de edad, al pie de un tronco seco que sobresalía de una jardinera que se localiza en las escaleras que comunican al fraccionamiento Los Sauces con las antiguas instalaciones de la otrora Línea de Fuego del fraccionamiento Colinas del Río.
El trastornado menor de edad, que durante la noche del viernes pasado se dedicó a la ingesta de alcohol combinada con la mariguana que fumaba, utilizó sus propias ropas como instrumento de muerte y con la manga de la playera que vestía formó su trágico dogal, previo a atar una de sus puntas a una ramificación del tronco seco del árbol del que luego se dejaría caer para que el peso de su propio cuerpo hiciera cumplir su cometido a tan improvisado mecanismo de autodestrucción.
Su cadáver, casi de hinojos, fue descubierto por uno de los residentes de la zona minutos antes de las ocho de la mañana, quien se hizo cargo de enterar del caso a los servicios de emergencia y estos a su vez, al confirmar que el adolescente ya había pasado a mejor vida, dejarían el asunto en manos de las autoridades ministeriales para que procedieran de acuerdo a su competencia.
A la integración de las diligencias del caso, Víctor Alfonso Santos, de 19 años de edad, habitante de la calle Clavo número 7 en la antigua Línea de Fuego del fraccionamiento Colinas del Río, refirió que el menor de edad era su huésped desde aproximadamente dos meses anteriores a la fecha, como resultado de su petición para que lo alojara en su casa.
Para ello, el hoy occiso le argumentó que tanto su madre, Joanna Ivonne Becerra Torres, de 32 años de edad, como su padrastro, concubino de la mujer, Luis Díaz Flores, de 38 años de edad “lo habían corrido de su domicilio”, ubicado en la cuarta sección del Circuito Los Sauces, en el fraccionamiento Los Sauces. Añadió que cuando su amigo consumía alcohol y mariguana se tornaba violento en exceso o bien era presa de cuadros profundos de depresión aguda y bajo esta segunda condición repetía de manera constante su idea de “ya no seguir viviendo”.
La noche del viernes, agregó, después de comentar la boda de su madre con su concubino, volvió a emborracharse y a fumar mariguana, pero en esta ocasión su violencia lo llevó a arrojar varias piedras a una finca cercana, pero en cuanto logró tranquilizarlo, lo condujo a su habitación para que durmiera y no volvió a saber nada más de su paradero, hasta que ayer en la mañana fue informado por varios vecinos de su triste fin.
Mientras que su atribulada progenitora refirió que tanto ella como su concubino le llamaban la atención para que abandonara sus adicciones y se aplicara a laborar en compañía del hombre, pero que en lugar de encontrar la respuesta esperada, montaba en cólera y finalmente optó por abandonar la casa y asilarse en el domicilio de uno de sus amigos, pero sin que dejara de frecuentar el hogar paterno, como lo hiciera hace tres días anteriores a que decidiera huir por la puerta falsa.
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