viernes, 26 de agosto de 2011

Anunció que se suicidaría, nadie la tomó en cuenta


Piedras Negras, Coahuila 

Itzel Murillo Lobato, la niña de 10 años que se suicidó el día de su cumpleaños, se vio afectada por la depresión infantil provocada por la soledad de abandono o necesidad de trabajar de su familia.

La familia Murillo Lobato tiene su vivienda en la calle Urales de tipo Infonavit, de dos recámaras con escasos muebles, aunque con un techo seguro y los servicios básicos.

Santos Vázquez, delegado de la Fiscalía, informó que se trata de una familia normal, originaria de Veracruz y que tenía cuatro años de residir en Piedras Negras.

“Ella vivía sola con su mamá y su hermano, pues su papá se quedó a vivir en Veracruz”, informó.

Los vecinos afirman que no sufría maltrato y que no se veía que tuviera problemas más que los normales de toda niña de su edad, pero sin llegar al escándalo o tragedia.

Leila Lobato, madre de la menor, debía cubrir una jornada de 8 y hasta 12 horas.

El delegado de la Fiscalía señaló que el área de Atención a Víctimas le dará apoyo psicológico a la mamá y al hermano, pues el dolor por la pérdida de la niña es enorme.

“Aquí buscaremos que otras dependencias se coordinen para esa ayuda, pues también se trata de recibir apoyo del DIF, de la Procuraduría de la Familia y de la Fiscalía”, señaló.

Su papá se quedó en Veracruz, de donde son originarios.

Itzel festejó con Pizzas su cumple.

Se reunió con sus amiguitas temprano en su casa para festejar su cumpleaños número 10, Itzel alegre convivió gracias a que su mamá le compró varias pizzas para alegrarle el día, sin sospechar el trágico desenlace que por la noche ocurriría.

Luego de que comieron pizzas, las amiguitas se fueron a su casa y su mamá Leila Lobato se fue a realizar el segundo turno a la maquiladora Motores Domésticos (antes Motores Fasco), el cual estaba a punto de concluir cuando recibió la fatal noticia.

Una niña alegre, que ya tenía todo listo para el regreso a clases y que esperaba con ansias comenzar el quinto año de primaria en la escuela Andrés Cárdenas Amaro, tenía varios días, según sus amiguitas, diciendo que se iba a quitar la vida.

Al parecer, según sus vecinos, la menor se quedaba sola mientras su mamá y su hermano Óscar Murillo se iban a trabajar, además de que su papá los había abandonado desde hacía tiempo, lo que provocó una depresión y que al final decidiera quitarse la vida.

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