Jean Succar Kuri: perfil psicológico

• Fue condenado este 30 de marzo a 13 años un mes y 15 días
• Delitos: corrupción de menores y pornografía infantil
• Perito en psicología de la PGR halló transtorno de identidad sexual
• Parafilias, en la modalidad de pedofilia

Jean Touma Hanna Succar Kuri

Ciudad de México

Jueves 31 de marzo de 2011

00:49 horas

Lizbeth Hernández

El Universal

Jean Touma Hanna Succar Kuri acaparó la atención desde el año 2003, hasta entonces era conocido sólo como un empresario de origen libanés con residencia en Cancún, propietario de negocios como Coral Ref, Villas de Solymar, por mencionar algunos. Sin embargo, tras la investigación de la periodista Lydia Cacho plasmada en Los demonios del Edén, se supo que este hombre estaba al frente de una red de pederastia y había cometido otros delitos como lavado de dinero.

El escándalo empezó y vinieron las acciones. En noviembre de 2003 la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo solicitó a la INTERPOL su apoyo para capturar a Kuri.

Mientras se buscaba a Succar Kuri la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo reveló que este sujeto era conocido como El Johny y tenía en su lista de pornografía infantil a unas 20 niñas y algunos niños de entre 8 y 14 años de edad, los que participaban en encuentros sexuales, y también eran trasladados a Los Ángeles y a otras partes de Estados Unidos para comercializar sus cuerpos.

Succar Kuri, también vinculado con "personajes poderosos" como Kamel Nacif, Mario Marín, entonces gobernador de Puebla y Miguel Ángel Yunes, quien negó esto, fue detenido el 5 de febrero de 2004 en Chandler, Arizona, por agentes del U.S. Marshals en cumplimiento de una orden de detención provisional con fines de extradición a México.

Ya en junio de 2004 la SIEDO había congelado las cuentas de Kanan Banana, propiedad de Succar Kuri. Más adelante en 2006, pese a las solicitudes de su defensa, Kuri fue entregado a la PGR y quedó formalmente detenido el 23 de julio de 2006 al serle dictados cuatro autos de formal prisión por delitos de corrupción de menores, violación equiparada, abusos deshonestos y pornografía infantil.fue condenado este 30 de marzo a 13 años de cárcel por corrupción de menores y pornografía infantil

Un perito en psicología de la PGR halló en Kuri transtorno de identidad sexual, como son las parafilias, en la modalidad de pedofilia (Foto: Archivo / EL UNIVERSAL )

Jean Touma Hanna Succar Kuri acaparó la atención desde el año 2003, hasta entonces era conocido sólo como un empresario de origen libanés con residencia en Cancún, propietario de negocios como Coral Ref, Villas de Solymar, por mencionar algunos. Sin embargo, tras la investigación de la periodista Lydia Cacho plasmada en Los demonios del Edén, se supo que este hombre estaba al frente de una red de pederastia y había cometido otros delitos como lavado de dinero.

El escándalo empezó y vinieron las acciones. En noviembre de 2003 la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo solicitó a la INTERPOL su apoyo para capturar a Kuri.

Mientras se buscaba a Succar Kuri la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo reveló que este sujeto era conocido como El Johny y tenía en su lista de pornografía infantil a unas 20 niñas y algunos niños de entre 8 y 14 años de edad, los que participaban en encuentros sexuales, y también eran trasladados a Los Ángeles y a otras partes de Estados Unidos para comercializar sus cuerpos.

Succar Kuri, también vinculado con "personajes poderosos" como Kamel Nacif, Mario Marín, entonces gobernador de Puebla y Miguel Ángel Yunes, quien negó esto, fue detenido el 5 de febrero de 2004 en Chandler, Arizona, por agentes del U.S. Marshals en cumplimiento de una orden de detención provisional con fines de extradición a México.

Ya en junio de 2004 la SIEDO había congelado las cuentas de Kanan Banana, propiedad de Succar Kuri. Más adelante en 2006, pese a las solicitudes de su defensa, Kuri fue entregado a la PGR y quedó formalmente detenido el 23 de julio de 2006 al serle dictados cuatro autos de formal prisión por delitos de corrupción de menores, violación equiparada, abusos deshonestos y pornografía infantil.