miércoles, 7 de septiembre de 2011

Capturan a proveedor de armamento al Chapo Guzmán y La Familia


Las autoridades de Estados Unidos capturaron en 2010 a Jean Baptiste Kingery y pocas horas después lo pusieron en libertad, a pesar de haber confesado traficar partes de armas de fuego y granadas a México, para ensamblarlas y posteriormente entregarlas al cártel de Sinaloa y La Familia Michoacana. 

El Departamento de Justicia y el Congreso investigan las causas por las cuales los fiscales en la Procuraduría de Arizona dejaron libre al indiciado, que fue detenido el pasado 31 de agosto por la Policía Federal, según el diario The Wall Street Journal, aunque oficialmente la PGR en México hizo pública la detención hasta el día de ayer. 

Según el diario, autoridades mexicanas también habrían tenido la oportunidad de detener a Kingery con partes de granadas a principios de 2010, pero fallaron en su intento. 

La publicación neoyorquina revela que un informante confesó a autoridades de EU que el mes pasado le había surtido a Kingery componentes para fabricar unas dos mil granadas. 

Al momento de su detención en el puerto de Mazatlán, Sinaloa, el ciudadano estadounidense se encontraba en posesión de material para construir unos 500 artefactos explosivos. 

La nueva investigación coloca otra vez en el ojo del huracán a las instituciones de procuración de justicia en Arizona, que también estuvieron encargadas de supervisar el fallido operativo Rápido y Furioso, con el cual se permitió de forma deliberada la entrada ilegal de miles de armas a territorio mexicano que terminaron en manos de los cárteles de la droga. 

En junio de 2010 Kingery fue detenido por la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) en Arizona en posesión de 116 cascos para armar granadas luego de meses de tenerlo bajo vigilancia. 

Entonces confesó a las autoridades estadounidenses que colaboraba en la operación de una casa de seguridad en México en donde construía artefactos explosivos con componentes de granadas provenientes de Estados Unidos, para luego entregarlas al cártel de La Familia Michoacana; además asegura que ayudó a esa organización a convertir rifles semiautomáticos en metralletas de tipo militar. Ligas con “Rápido y Furioso” .

Mediante un comunicado la PGR dijo que las granadas y las armas de fuego que ensamblaba en dicha casa de seguridad eran también entregadas a la organización que lidera Joaquín El Chapo Guzmán. 

Pese a sus comprometedoras confesiones, la Fiscalía de Arizona lo puso en libertad tras sólo haber permanecido unas cuantas horas en custodia, reveló ayer el periódico. 

El agente que entonces lideró el caso de las granadas de Kingery, Peter Forcelli, dijo que “estaba horrorizado con la idea de dejar en libertad a este individuo” y que “prácticamente le rogó” al fiscal Emory Hurley “por permiso para arrestar al sospechoso bajo algún cargo”, según un carta enviada al Congreso a nombre de Forcelli por un grupo de asistencia legal a oficiales. 

De acuerdo con fuentes a las que tuvo acceso el WSJ, oficiales de la Fiscalía General de Estados Unidos discuten que Hurley, quien supervisó tanto el caso Kingery como la operación Rápido y Furioso, hubiera declinado en consignar al sospechoso y aseguran que los fiscales querían darle un mayor seguimiento al caso para fincar posteriormente cargos. 

Además, oficiales de la oficina del fiscal general aseguraron a investigadores del Congreso que los agentes de la ATF pusieron en libertad a Kingery porque lo querían convertir en informante. 

Según el diario, el traficante confeso mantuvo contacto con los oficiales de la ATF en Phoenix durante varias semanas pero luego desapareció. 

En lo que se ha convertido en un agudo pleito entre la Fiscalía de Phoenix y la ATF, fiscales acusan a los agentes de la agencia para el control de armas de cometer errores en las etapas iniciales de la investigación.


Nuevas fallas

Aseguran que entre enero y febrero de 2010, agentes de México y EU idearon un plan que permitiría al sospechoso recoger cientos de partes de granadas en suelo estadounidense y cruzar la frontera hacia territorio mexicano, pero en el desarrollo del operativo los agentes de EU perdieron a Kingery en la carretera y las autoridades de México fallaron en detenerlo cuando cruzó la frontera. 

En las últimas semanas investigadores del Departamento de Justicia han recopilado información sobre el caso de las granadas y sus hallazgos influyeron en el destino de Kenneth Melson y Dennis Burke, quienes recientemente dejaron sus cargos como director de la ATF y Fiscal de Arizona, respectivamente. 

Investigadores de las oficinas de los congresistas republicanos Darrell Issa y Chuck Grassley, dos de los más insistentes en destapar el caso de Rápido y furioso, dijeron al diario que usarán la investigación de Kingery como una extensión de las pruebas en contra del plan que permitió la entrada de miles de armas a México. 


PGR captura a estadunidense que surtía armas al cártel de Sinaloa 

Jean Baptiste Kingery Moinssonm fue capturado en Mazatlán, Sinaloa, y se le relaciona en la investigación bilateral que sigue la SIEDO en coordinación con la Agencia Federal de Investigación y el gobierno de EU, a través de la ATF. Ciudad de México.

La Procuraduría General de la República detuvo al estadunidense Jean Baptiste Kingery Moinssonm, quien presuntamente es uno de los principales traficantes de partes de armas de fuego y granadas hacia México, las cuales eran ensambladas y posteriormente entregadas al cártel de Sinaloa que encabeza Joaquín “El Chapo” Guzmán. 

La captura de esta persona, quien se encuentra presuntamente relacionado en la investigación bilateral que sigue la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), en coordinación con la Agencia Federal de Investigación y el Gobierno de los Estados Unidos de América, a través de la ATF (Agencia para el control de Alcohol, Armas de Fuego y Explosivos), se realizó en el puerto de Mazatlán, Sinaloa. 

Dicha operación bilateral se denomina “Kingery”, por la introducción clandestina de componentes de granadas “hechizas” y piezas de armamento de territorio norteamericano al país, principalmente por la frontera de Calexico con Mexicali. 

Asimismo, se cuenta con indicios de que compraba partes de armas de fuego y cuerpos de granada en diversas tiendas de los Estados Unidos de América y a través de Internet, introducidos ilegalmente a México para ser armados y posteriormente entregados a dicha organización "Cártel de Sinaloa". 

La aprehensión se hizo derivada de una investigación y en cumplimiento de una orden de cateo, girada por un Juez de Distrito Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones, en el domicilio ubicado en calle Cerro Largo número 141, Fraccionamiento Lomas de Mazatlán, asegurando también un vehículo marca Hummer, sin placas, tres armas de fuego calibre 22 y dos armas sin precisar calibre, al parecer de colección.

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