- Intentó varias veces ingresar CEDES para visitar a su hijo pero no pudo cumplir con los requisitos implantados por el Sistema Penitenciario Estatal
Por: Primitivo López
Nuevo LaredoNuevo Laredo, Tamaulipas
María Alejandra Torres de la Rosa, de 56 años de edad, intentó varias veces ingresar al penal de esta ciudad fronteriza (Centro de Ejecución de Sanciones) para visitar a su hijo porque no pudo cumplir con los requisitos implantados por el Sistema Penitenciario Estatal.
Sin embargo, ya sin vida, en un ataúd a bordo de una carroza, ingresó a la cárcel para que su hijo pudiera despedirse de ella.
Según familiares, la señora Torres de la Rosa estaba muy triste por lo que sufrió un infarto que le quitó la vida.
Aún con vida, la señora había expresado que su última voluntad sería que la llevaran ante su hijo para despedirse ya que no lo había logrado en vida.
De esta manera, aproximadamente a las 15:15 horas de ayer, el cortejo fúnebre se detuvo en la cárcel y luego de obtener el permiso ingresó, posteriormente se dirigió un panteón para el entierro.
En los últimos días, la Policía Estatal, que tiene el control de esta prisión, dio a conocer, en un cartelón improvisado, una serie de restricciones para la visita de familiares de los reclusos, lo que provocó protestas.
Se les impide el ingreso con ropa de color roja y gris, algunos alimentos preparados, cigarrillos, dinero en efectivo en grandes cantidades, frutas, aretes, peines, cepillos, papel aluminio.
En algunas ocasiones, durante la revisión corporal, tanto a hombres como mujeres, les hacen quitarlos los zapatos.
Entre las restricciones figuran:
- No portar ropa de color negro ni rojo.
- No está permitido el ingreso de comida elaborada.
- Está prohibido el ingreso de frutas y verduras.
- Restringido el ingreso de hijos, menores de edad, de los reos.
- El visitante sólo puede portar 300 pesos en efectivo.
- Prohibido el ingreso de artículos de aseo personal.
- No se permite el ingreso de cigarrillos.
- Productos que contenga aluminio.
Los familiares, quienes piden el anonimato, también se quejan de la lentitud con que ingresan al penal y de soportar el fuerte calor ya que no hay ningún lugar con sobra donde puedan guarecerse.
Esta cárcel, con más de mil reclusos, se encuentra bajo el control de la Policía Estatal Preventiva ya que hasta la fecha no se ha designado al nuevo director.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, que preside Raymundo Ramos, recepcionó 120 quejas por la presunta violación de los derechos humanos de los familiares de los reclusos, mismas que serán canalizadas a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
hoytamaulipas.net
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