Despenalizar el consumo de drogas, propone presidente de la CDHDF

• Al participar en la Tercera Conferencia Latinoamericana y Primera Conferencia Mexicana sobre Políticas de Drogas, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, reiteró su postura en torno a la legalización de las drogas como una forma de combatir la violencia.

Expertos se pronunciaron hoy por desmilitarizar el combate a las drogas y sustituir esta estrategia por alternativas que incluyan a las comunidades, además de despenalizar el consumo de sustancias, mientras que otros se pronunciaron por la legalización de las drogas.

Al participar en la Tercera Conferencia Latinoamericana y Primera Conferencia Mexicana sobre Políticas de Drogas, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, reiteró su postura en torno a la legalización de las drogas como una forma de combatir la violencia.

Dijo que normar el consumo de sustancias "no es la única respuesta", pero que mejoraría la situación de "un montón de problemas que tenemos en la actualidad, pues incluir a las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico generó "una situación veinte veces más difícil".

Durante su participación en el panel titulado "Drogas, seguridad y derechos humanos", el ombudsman capitalino dijo que la decisión de las autoridades de atacar la oferta de drogas en lugar de atender a los consumidores, ha traído como consecuencia la muerte de más de 50 mil personas.

González Placencia subrayó que el problema de la violencia a partir de la lucha en contra del crimen organizado y el narcotráfico inició como un círculo vicioso en el que se trató de culpar a la supuesta corrupción de los jueces, como una forma de justificar la participación militar para contrarrestar esta situación.

Por su parte, Álvaro Henry Campos Solórzano, viceministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, puntualizó que la sola legalización de las drogas no resolverá el problema de la violencia en automático, pues aún dentro de la legalidad existen disputas, robos, violencia y amenazas entre los productores.

En cambio, propuso que la sociedad supere los problemas de "debilidad institucional", pues de lo contrario será difícil encontrar alternativas contra las drogas en el campo de la salud o la justicia, debido a que el sistema de justicia penal ha sido superado por la realidad, y reiteró que al tiempo que se fortalecen las instituciones, se debe atender la violencia y el delito.

A su vez, Pedro José Arenas García, alcalde de San José Guaviare, Colombia, de acuerdo a su experiencia en una de las tres localidades con mayor producción de coca y pasta base en ese país, se pronunció por reunir a las organizaciones comunitarias para privilegiar la vida antes de la participación militar que genera más violencia.

"Es muy difícil trabajar con el ejército, pues depende del presidente de la República" por lo que refirió que una de sus estrategias fue enfocarse en la policía local, que también tiene la obligación de obedecer a las autoridades locales, y se le instruyó a "defender lo que afecta la vida y los derechos humanos".

“Primero la vida, y logramos bajar de 70 homicidios el año pasado a 37 a esta altura del año", y afirmó que la policía local atiende desde los problemas con las guerrillas, paramilitares o grupos asociados al tráfico de drogas.

En contraparte, Felipe Magalhães, de la Policía Unificadora de Río de Janeiro, Brasil subrayó que el problema del abuso de las sustancias ilegales se debe abordar desde el punto de vista de la salud y no del policial.

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