Casino Royale, después del atentado (EFE) |
La Policía Federal y la Procuraduría General de la República conocieron al menos desde el 22 de octubre de 2010 que la cartera criminal de Los Zetas incluía la extorsión a dueños de casinos, centros de juego o nocturnos, bares, giros negros y otros comercios en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
En esa fecha, una acción coordinada entre la PF y la delegación estatal de la PGR derivó en la captura de siete integrantes del Cártel que revelaron el modo de operación.
Los sujetos, quienes además de extorsionadores tenían funciones de “halcones”, también señalaron que aunado al cobro de piso a estos negocios, también se obligaba a los empresarios a vender su droga en los establecimientos.
Diez meses después de que estas dependencias conocieron detalles sobre la actividad ilícita y sobre el grupo delincuencial que la coordinaba —lapso en el que no se implementó ninguna estrategia de combate—, ocurrió lo del Casino Royale, donde una célula de Los Zetas incendió las instalaciones la semana pasada, con un saldo de 52 personas inocentes fallecidas.
Aquel octubre, los siete sujetos cayeron tras un operativo en casas de juego y centros nocturnos; de manera específica, en dos puntos de revisión, donde fueron detectados con equipos de comunicación de los que intentaron deshacerse…
Se les encontraron bolsas de cocaína y marihuana, un arma abastecida calibre 40 milímetros, 9 cartuchos útiles, un cargador, 8 celulares, 5 radios y 2 pasamontañas.
Los zetas fueron identificados como Roberto Martínez Nájera “El Chuky”, Everardo Barbosa Jasso “El Ever”, Jesús Enrique Izaguirre Guerrero “El Quique”, Miguel Ángel Muñoz Álvarez, Miguel Ángel Hernández Gloria, Sergio Francisco Rodríguez Soto “El Gordo” y David Alejandro Rivera Sampayo “El Ferris”… Los seis primeros originarios de Monterrey y el último del municipio neolonés de Villa Santiago.
Como ocurrió con la célula que participó en el multihomicidio del Royale, uno de los detenidos contaba con antecedentes penales por el delito de robo de vehículo con violencia.
Durante los interrogatorios, los siete aprehendidos confesaron que una de actividades principales de Los Zetas en territorio regio era la extorsión a diversos negocios o comercios, entre éstos casas de juego y bares, lo que también pudo cotejarse en la base de datos del Centro de Inteligencia de la PF: “Se pudo conocer que los presuntos delincuentes realizaban extorsiones a empresarios, cobrando fuertes cantidades de dinero al servicio del grupo delictivo, en el estado de Nuevo León”.
Además, como ya se refirió, también servían a la organización como informantes.
En Monterrey hay 29 casinos: 17 con licencia y 12 sin ningún permiso.
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