Que los fuertes vientos de transformación derrumben una de las posiciones de poder más conservadoras de nuestro país para darle paso a un nuevo poder judicial verdaderamente al servicio de la gente.
*La SCJN está obedeciendo a intereses muy particulares que, sin duda, tienen la esperanza de judicializar el resultado del proceso electoral en el 2024 e impulsar un golpe de estado en nuestro país.
Compartimos reflexión del dirigente estatal del PT, exdiputado Antonio Gomez Saucedo
Uno de los tres poderes , que junto con el Ejecutivo y Legislativo deciden los destinos de nuestro país y el único, que hasta hoy, sus integrantes NO son electos por el pueblo a través del voto libre, directo y secreto.
Es el único de los tres poderes que NO tiene soporte en una decisión popular, que NO cuenta con una instancia ante la cuál combatir jurídicamente sus fallos y que puede inclinar la balanza a favor de una posición contraria al pueblo de México.
El también llamado Poder Judicial, a mi parecer, cada día se aleja más de su posición imparcial y realiza actos que obedecen a los intereses de una clase política conservadora, que busca a toda costa, detener los avances de la cuarta transformación.
Desde la llegada de la nueva ministra a la presidencia de la máxima instancia del poder judicial pocos han sido los fallos que no generen polémica entre el pueblo mexicano.
Tenemos muchos ejemplos, como la expiación de delitos a
Doña Rosario
La estafa maestra
Descongelamiento de cuentas a personajes ligados a juicio por desvío de recursos o lavado de dinero de dudosa procedencia
La declaración de inconstitucionalidad encontra del llamado "Plan B" en materia electoral.
Sin analizar el fondo de las normas y con argumentos meramente procesales.
Todos estos hechos y más, nos dan claridad de que la SCJN está obedeciendo a intereses muy particulares que, sin duda, tienen la esperanza de judicializar el resultado del proceso electoral en el 2024 e impulsar un golpe de Estado en nuestro país.
Con todo esto, creo que es un buen momento para reflexionar y plantear con claridad la necesidad que los magistrados que integran el poder judicial sean electos por el voto libre, directo y secreto de todos los ciudadanos de nuestro país.
Al igual que en las elecciones decidimos a los integrantes del poder legislativo así como al titular del ejecutivo, sería muy sano para nuestra democracia que en las urnas el pueblo de México vote por los integrantes del Poder Judicial.
Jueces y Magistrados estarían más ocupados por atender las necesidades de la población en materia de impartición de justicia y no por quedar bien ante los ojos de quienes puedan recomendarlos para ocupar una posición en el andamiaje judicial.
En el "plan C", sin duda, esta bandera será levantada por un amplio sector de la población que se encuentra a la expectativa de que los fuertes vientos de transformación derrumben una de las posiciones de poder más conservadoras de nuestro país para darle paso a un nuevo poder judicial verdaderamente al servicio de la gente.
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