Chetumal, 29 de mayo de 2009. Tras cuatro meses de andar prófugo, Jorge Morales Arévalo (a) “El Ruco” fue detenido en la comunidad de Allende por elementos de la Policía Judicial del Estado adscritos al grupo de aprehensiones, y puesto a disposición del juzgado correspondiente como presunto responsable del delito de homicidio en agravio de Celedonio Contreras Parra, quien falleció por las lesiones que sufrió por impacto de bala de una escopeta calibre 16.
Como informó oportunamente Diario de Quintana Roo en su edición del 9 de febrero pasado, el cuerpo de Celedonio Contreras Parra fue encontrado entre la siembra de caña en las inmediaciones de un rancho en tierras ejidales del poblado de Cacao, municipio de Othón P. Blanco, presentando impactos producidos por perdigones disparados de una escopeta.
Durante la presentación del asesino, el director de la Policía Judicial del Estado Miguel Angel Dorantes Pacheco, informó a los reporteros que derivado de las investigaciones en torno al asesinato de Celedonio Contreras Parra, mismo que fue ultimado de un escopetazo en el pecho, por su compañero de trabajo, el juez segundo de lo penal liberó la orden de aprehensión en contra de Jorge Morales Arévalo, alias “El Ruco”, de 59 años de edad.
El trabajo que realizaron los elementos del grupo de homicidios y de aprehensiones, rindió fruto al ubicar al responsable Jorge Morales Arévalo, quien estaba refugiado en el poblado de Allende, en casa de sus familiares.
Morales Arévalo, al ser cuestionado por los representantes de los medios de comunicación, dijo que el día que mató a su compañero fue porque su patrón les llevó carne que él cocinó mientras el hoy occiso fue por verduras, pero al regresar ya estaba ingiriendo bebidas embriagantes y al probarla le reclamó que no estaba buena.
El occiso se sacó el cinturón de su pantalón y le dio un golpe con éste en la espalda, y posteriormente le dio un machetazo en la muñeca lo que provocó que “El Ruco” saliera huyendo para apoderarse de una escopeta calibre 16 con la cual disparó a quemarropa a Contreras Parra, hiriéndolo de muerte en el pecho.
Morales Arévalo fue puesto a disposición del Juez Segundo Penal de Primera Instancia de Chetumal, por lo que ya pasó su primera noche en el Centro de Readaptación Social, donde le esperan muchos años bajo la sombra por el delito cometido. (Jorge Luis UC RAMIREZ / Diario de Quintana Roo)
Como informó oportunamente Diario de Quintana Roo en su edición del 9 de febrero pasado, el cuerpo de Celedonio Contreras Parra fue encontrado entre la siembra de caña en las inmediaciones de un rancho en tierras ejidales del poblado de Cacao, municipio de Othón P. Blanco, presentando impactos producidos por perdigones disparados de una escopeta.
Durante la presentación del asesino, el director de la Policía Judicial del Estado Miguel Angel Dorantes Pacheco, informó a los reporteros que derivado de las investigaciones en torno al asesinato de Celedonio Contreras Parra, mismo que fue ultimado de un escopetazo en el pecho, por su compañero de trabajo, el juez segundo de lo penal liberó la orden de aprehensión en contra de Jorge Morales Arévalo, alias “El Ruco”, de 59 años de edad.
El trabajo que realizaron los elementos del grupo de homicidios y de aprehensiones, rindió fruto al ubicar al responsable Jorge Morales Arévalo, quien estaba refugiado en el poblado de Allende, en casa de sus familiares.
Morales Arévalo, al ser cuestionado por los representantes de los medios de comunicación, dijo que el día que mató a su compañero fue porque su patrón les llevó carne que él cocinó mientras el hoy occiso fue por verduras, pero al regresar ya estaba ingiriendo bebidas embriagantes y al probarla le reclamó que no estaba buena.
El occiso se sacó el cinturón de su pantalón y le dio un golpe con éste en la espalda, y posteriormente le dio un machetazo en la muñeca lo que provocó que “El Ruco” saliera huyendo para apoderarse de una escopeta calibre 16 con la cual disparó a quemarropa a Contreras Parra, hiriéndolo de muerte en el pecho.
Morales Arévalo fue puesto a disposición del Juez Segundo Penal de Primera Instancia de Chetumal, por lo que ya pasó su primera noche en el Centro de Readaptación Social, donde le esperan muchos años bajo la sombra por el delito cometido. (Jorge Luis UC RAMIREZ / Diario de Quintana Roo)
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