Según Lisa Schineller de S&P, la violencia y el crimen espantan la llegada de recursos por alrededor de 15 mmdd provenientes del extranjero
Jorge Ramos
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de mayo.- La inseguridad impide el flujo de más inversión extranjera y limita el potencial de crecimiento económico del país, afirmó Lisa Schineller, directora de calificaciones soberanas de Standard and Poor’s.
Aclaró que es muy difícil cuantificar el costo, pero refirió que según estimaciones de la Secretaría de Hacienda tiene un impacto de uno por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), alrededor de 15 mil millones de dólares, lo que significa que podría crecer de mejorarse esta situación de cuatro a cinco por ciento este indicador en el año.
“No vemos a las empresas retirarse. Sin embargo, aquellas empresas que no están familiarizadas con México y que no son empresas grandes se preguntan cuál es el costo de entrar y hacer negocio. Ahí esto pesa”, detalló la analista.
Durante su participación en el seminario México Rumbo a las Elecciones, descartó un cambio radical en la política económica del país durante la próxima administración, independientemente de quien gane la Presidencia.
Lo anterior debido a que, por lo menos en el discurso, los tres candidatos más fuertes a ocupar el cargo se han comprometido a mantener la estabilidad y a procurar el crecimiento económico, sumado a otros factores.
Entre ellos, destacó que el país cuenta con instituciones como el Banco de México, un organismo autónomo; y la Secretaría de Hacienda, integrada por economistas técnicos no de partido.
Destacó que ambas se han destacado por la instrumentación de políticas económicas y monetarias responsables, respaldadas por el Congreso de la Unión y una clase media que exige estabilidad y crecimiento.
“Tenemos un panorama económico muy estable, no hay ruido, como resultado de 15 años de políticas macroeconómicas prudentes, y puede esperarse que continúe este registro transexenal”, señaló.
Schineller comentó que quizá el mayor reto que enfrentará el próximo presidente de la República será negociar con el Congreso de la Unión para lograr la aprobación de reformas constitucionales.
Dijo que Enrique Peña Nieto es el candidato más adelantado en las encuestas, pero pronosticó que luego del primer debate, y conforme se acerque la fecha de la elección, habrá un ajuste en las mismas.
Explicó que si gana Peña Nieto, tendrá que negociar primero con su partido, porque el PRI es heterogéneo y tendría que conseguir el apoyo de todos los grupos para presentar reformas controvertidas al Legislativo, como por ejemplo la apertura de Pemex al sector privado.
Abundó que, en este caso, hay una muy alta probabilidad de que cuente con el apoyo de una mayoría priista en el Congreso de la Unión, lo que abonaría a favor de la aprobación de las reformas constitucionales.
En cambio, si ganan Josefina o Andrés Manuel López, es probable que gobiernen con menos apoyo del Congreso de la Unión, lo que les obligará a negociar más con éste que al interior de sus respectivos partidos políticos, los cuales tienen posturas definidas sobre la apertura de Pemex a la Iniciativa Privada y otras reformas.
A manera de conclusión, dijo que Standard & Poor’s ve un panorama estable en México, pues cuenta con finanzas públicas sanas, ya que el déficit es moderado, aunque le falta avanzar en reformas que incrementen la competitividad de la economía mexicana.
Finalmente, dijo que el reto de México es lograr un mayor crecimiento económico, en lo cual coinciden todos los candidatos a la Presidencia de la República.
En su oportunidad, John Chambers, jefe de calificaciones sobernas de S&P, descartó la posibilidad de regresar en el corto plazo la calificación AAA a los Estados Unidos, debido a que, pese a ser la economía más grande, fuerte y flexible del mundo, prevalece la incertidumbre sobre su déficit.
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