sábado, 11 de agosto de 2012

Insiste en su inocencia Mario Aburto Martínez


Jorge Morales Almada

El asesino confeso de Luis Donaldo Colosio insiste en su inocencia 18 años después

LONG BEACH, California. Lo escribió con su puño y letra desde la prisión de máxima seguridad de Puente Grande: "Yo no disparé en contra del Lic. Colosio... las huellas dactilares encontradas en la pistola eran de la otra persona que se parecía a mí".

Las palabras que niegan culpabilidad en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta están inscritas en la más reciente carta que Mario Aburto Martínez envió a su padre Rubén, radicado en este puerto de California, ubicado a 50 kilómetros al sur del centro de Los Ángeles.

"Por medio de diferentes torturas físicas y psicológicas me hicieron hacerme culpable de un delito que no cometí jamás. Inclusive, en una de las primeras torturas hechas en la zona de aguas negras del río en Tijuana, el gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, estuvo presente ordenando a mis torturadores", escribe Aburto en la carta enviada el 23 de diciembre de 2011.

A pesar de que en 1994 confesó el crimen ante un fiscal federal y después aceptó ante un juez haber actuado solo y de ser el asesino material e intelectual, que en la videograbación de la reconstrucción de los hechos se le notó cooperativo y hasta dando instrucciones, y de que en una entrevista con el periodista Jesús Blancornelas detalló cada paso de lo que sucedió ese día, Mario Aburto insiste en su inocencia a 18 años del magnicidio.

A los 24 años de edad, Aburto fue sentenciado a 45 años de cárcel por el asesinato ocurrido el 23 de marzo de 1994 en la colonia Lomas Taurina de Tijuana. El próximo 8 de julio cumplirá 41 de edad y le faltarán 27 para cumplir su condena.

Su familia y el propio Aburto insisten que se trató de un crimen de estado, planeado desde "las altas esferas del poder".

"Es inocente porque nosotros conocemos a nuestro hijo", dijo el papá en una entrevista realizada en un parque de Long Beach, donde vive desde 1995.

Don Rubén Aburto, de 67 años de edad, está convencido que su hijo nunca estuvo cerca de Colosio aquella tarde del atentado.

"No tienen pruebas contundentes, sólo un video con una mano", comentó a pesar de que el expediente del caso lo constituyen 69,867 hojas en 178 tomos que integran 1,261 declaraciones y 326 peritajes.

Los cuatro fiscales especiales del caso Colosio concluyeron en la culpabilidad de Mario Aburto como el asesino solitario.

"Todos ellos se fueron con la versión del asesino solitario, porque Salinas dio la orden al procurador Diego Valadés", aseguró el padre, quien en el aniversario del magnicidio intenta de nuevo llamar la atención de las autoridades para que reabran el caso.

El caso Colosio fue cerrado en el año 2000, después de 6 años de investigaciones, y fue enviado a reserva en tanto no se aporten más evidencias.


Los supuestos Aburtos.

Don Rubén también quiere que las autoridades penitenciarias pongan atención a las demandas de su hijo, que se ha quejado en múltiples ocasiones de abusos y vejaciones por parte de custodios y operadores del taller donde trabaja en la costura de zapatos.

En una de las cartas recientes que Aburto envió a su padre, se queja de que para realizar su trabajo requiere de lentes porque ya casi no ve y considera necesario que se le haga una operación.

"Papá, la presente es para saludarte e informarte que estoy promoviendo aquí la autorización y apoyo para que me puedan operar de mis ojos en una clínica especializada con rayos láser", señala en la misiva fechada el 2 de octubre de 2011.

En la carta en la que se deslinda del crimen, Aburto señala que existen estudios periciales que determinan que la persona que dispara a Colosio no es él.

"Yo no estoy seguro si fue el agente de seguridad nacional, Jorge Antonio Sánchez Ortega, o el supuesto integrante del Grupo Atlacomulco... dicha persona radicaba en Tijuana y se llamaba Ernesto Rubio Mendoza", agrega el documento epistolar.

Como padre don Rubén confía en la inocencia de su hijo: "Le quitaron toda su juventud indebidamente, lo tienen hasta casi ciego de la tortura, ya es justo, como desde el principio, que me lo saquen libre".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.