Paolo Gabriele junto al Pontífice. Foto archivo EFE |
Paolo Gabriele, el ayudante de cámara de Benedicto XVI presunto autor del robo y la difusión de documentos secretos vaticanos, será juzgado después del verano, según ha anunciado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
Junto a Gabriele también comparecerá ante los tribunales el informático de la Secretaria de Estado vaticana, Claudio Sciarpelletti, acusado de encubrimiento.
El informático, romano de 48 años, había sido arrestado el pasado 25 de mayo pero, según Lombardi, no se trataría de un cómplice puesto que no participó directamente en el robo y difusión de los documentos publicados en el escándalo bautizado como 'Vatileaks', aunque si estaba al corriente y su colaboración fue "marginal". Sciarpelleti estaba en arresto domiciliario desde el pasado mes de mayo pero hasta ahora no se había dado a conocer la noticia.
Además, Lombardi ha informado de que los investigadores encontraron en casa de Gabriele y en las dependencias utilizadas por el mayordomo durante su estancia en Castel Gandolfo, la residencia estival del Papa, un cheque de 100 mil euros destinado a Benedicto XVI además de varios regalos dirigidos al Pontífice como una pepita de oro y una copia de la Eneida de 1581.
Paolo Gabriele continúa en arresto domiciliario desde el pasado 21 de julio (antes estuvo casi dos meses recluido en una celda de seguridad dentro del Estado Vaticano). El pasado 24 de mayo la Gendarmería vaticana encontró en casa del ayudante de cámara del Papa documentos reservados dirigidos a Benedicto XVI y que presuntamente se habría encargado de sustraer y hacer llegar a varios periodistas.
Los abogados de Gabriele, Carlo Fusco y Cristiana Arru, aseguraron recientemente que el ex colaborador del Pontífice había perdido perdón a Benedicto XVI en una carta en la que admitía su responsabilidad e insistía en que había actuado "sin cómplices". 'Paoletto', como se le conocía dentro de los muros vaticanos, se enfrenta a una pena de seis años de cárcel.
Nuevos cómplices
Lombardi ha asegurado que las investigaciones por la fuga de documentos no han terminado por lo que podría haber más sorpresas a la vuelta del verano.
Recientemente la prensa italiana y alemana informaron de que los investigadores estaban barajando la posibilidad de que Gabriele hubiera actuado ayudado por varios cómplices y señalaban directamente a un obispo, un cardenal y una mujer del círculo más íntimo del Pontífice. La noticia fue desmentida rotundamente por el Vaticano que tachó de información "sin fundamento gravemente lesiva para la honorabilidad de esas personas".
Durante los casi tres meses que ha durado la primera fase de la investigación, el ex colaborador del Papa ha sido interrogado varias veces y ha sido sometido a un examen psiquiátrico que ha demostrado que Gabriele es una persona "correcta y normal", consciente de haber cometido un "acto extremadamente grave", ha señalado hoy el padre Federico Lombardi.
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