El de “El Chapo”, cártel transexenal
La inverosímil versión oficial sobre la persecución y muerte de Heriberto Lazcano, tiene la sospecha de un trasfondo político: elementos de la Marina no se toparon con “El Lazca”, acudieron al desolado pueblo de Progreso porque ahí les pusieron al líder de “Los Zetas” en su momento más vulnerable, con la familia.
Las hipótesis: reacción del Gobierno Federal ante el homicidio de José Eduardo Moreira Rodríguez, asesinado cuatro días antes también en Coahuila y por miembros de la banda delictiva de “Los Zetas”; el empoderamiento del Cártel de Sinaloa y el carpetazo de Calderón a hechos criminales.
Por: Adela Navarro Bello
Enrique Mendoza Hernández
Aún presuntamente muerto, Heriberto Lazcano Lazcano sigue burlando a la justicia.
La persecución y caída del líder del Cártel de “Los Zetas” se convirtió en la burla hacia el Gobierno Federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa.
- Por las lagunas de tiempo y forma en la relación de hechos dados a conocer por personal de la Secretaría de la Marina.
- Por el robo del cadáver de uno de los narcotraficantes más buscados de México y los Estados Unidos.
- Por la inverosímil versión de los hechos.
Las hipótesis alrededor de la ejecución oficial de Heriberto Lazcano, hábil para sobornar pueblos, iglesias, corporaciones y grupos criminales, y muerto a balazos en el municipio de Progreso, un poblado de poco más de 3 mil habitantes, son así:
1. Elementos de la Marina no se toparon con él, se los pusieron.
Dada la lejanía de Progreso, ubicado en la zona de Monclova y con una extensión territorial que apenas sobrepasa el 1 por ciento del territorio de Coahuila, no es una demarcación de patrullaje regular. Cuando los elementos de la Marina llegaron al partido de beisbol, sabían a quién buscaban.
Coincidentemente no fue el Ejército Mexicano, ni la Policía Federal, corporación con mayor presencia en los estados del norte, los encargados del operativo, sino la Marina, institución que ha destacado por el favoritismo del Presidente Calderón y los recursos nacionales y extranjeros. Marinos fueron quienes en 2009 asesinaron en una operación para su captura a Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”, y a quienes se les escapó Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en febrero de este año, en Baja California Sur.
Considerando esos dos elementos y la falta de consistencia en la versión de la Secretaría de Marina, que fue liberando la información a cuentagotas, primero revelaron un enfrentamiento, luego la muerte de Lazcano, después el robo del cadáver, más tarde la colaboración de “La Ardilla” en la identificación, y finalmente, que un tercero se les escapó.
En la escena del crimen, refieren oficialmente que atendieron una denuncia ciudadana -estrategia del sexenio para atender pitazos-. Uno de los cuerpos quedó en la camioneta donde se encontraban “hombres armados”, el otro a unos cuantos metros y un tercero escapó. La versión en Coahuila es que el primer caído, el del vehículo, tenía parentesco con Lazcano, quien observaba un partido de beisbol donde participaban personas de su interés particular.
Ante el abatimiento del primero, el líder de “Los Zetas” repelió la agresión y huyó. Ahí cayó muerto, mientras un tercero esquivó el convoy marino sin más.
Estos hechos dan cuenta de que los Marinos iban preparados para atacar específicamente a quienes se encontraban en la camioneta, dado que abrieron fuego sin solicitar revisión. La hipótesis de que se los pusieron para su ejecución persiste.
2. Finiquito calderonista a grandes tragedias. El robo del cadáver de Lazcano impide comprobar a ciencia cierta su identidad. Similar en rasgos físicos la fotografía del muerto con la imagen que tenía la Procuraduría General de la República (PGR) de Heriberto Lazcano, el gobierno la está considerando prueba suficiente para dar por cierto lo que insiste: que se deshicieron del ex militar y líder de “Los Zetas”.
Con esa única prueba y sin consultar las características genéticas de Lazcano con una familiar que la PGR tiene en el perfil biográfico del delincuente, su hermana María de la Luz Araceli Lazcano Lazcano, mientras el gobierno de los Estados Unidos ha guardado silencio en relación a la muerte. En la prensa nacional se reprodujo el supuesto reconocimiento de la DEA hacia el trabajo de la Marina y las autoridades mexicanas en el caso, sin embargo, en los medios norteamericanos no apareció prácticamente nada al respecto.
Al cierre de esta edición, a través del Consulado de Estados Unidos en Tijuana, no se pudo confirmar el posicionamiento de la DEA.
Pese a ello, el Presidente Calderón aprovechó para dar carpetazo a tragedias que en su momento fueron endilgadas a “Los Zetas”, como el incendio del Casino Royale en Monterrey, o la matanza de migrantes en varios estados de la República.
La muerte de “El Lazca” sirve al gobierno de Calderón para justificar su guerra contra el narco a menos de 50 días que termine su administración, y dar carpetazo a varios casos de ejecuciones y atentados narcoterroristas con el mero cadáver de Lazcano que desapareció.
3. La venganza política contra el narcotráfico. Tres días antes de la supuesta muerte de Heriberto Lazcano, el hijo de Humberto Moreira fue ejecutado también en Coahuila. Las primeras investigaciones del gobierno estatal en colaboración con la PGR, identificaron como responsables al grupo de “Los Zetas”.
La consecuencia de la muerte de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del político priista y cercano a Enrique Peña Nieto, habría sido la caída de Heriberto Lazcano, quien a la fecha era el líder máximo de la organización criminal. Esa hipótesis supone un arreglo entre corporaciones policíacas y elementos del crimen organizado para la búsqueda y ubicación de “El Lazca” y su posterior abatimiento a balazos por parte de los Marinos.
4. La participación del Cártel de Sinaloa. Ligada a la hipótesis tres, la participación de miembros del cártel comandado por “El Chapo” Guzmán, acérrimo enemigo de Lazcano, en la ubicación del mismo, no es una teoría a desechar. Además coincide con la versión de un fortalecimiento del Cártel de Sinaloa ante la ejecución o aprehensión de los líderes de los cárteles rivales.
En todos los casos, sea el móvil del operativo de la Marina que concluyó con la vida de Lazcano, político, de guerra de cárteles o venganza oficial, el común denominador es que la versión de los Marinos no es consistente con una persecución fortuita; los indicios son que a Heriberto Lazcano lo entregaron al Gobierno Federal para su muerte.
Bajo esa premisa, dos son los beneficiados con la muerte del capo:
Uno: La presidencia de Felipe Calderón Hinojosa -la más apresurada en dar por concluido el tema- para cerrar el sexenio con la baja de uno de los narcotraficantes más buscados en el ámbito binacional.
Dos: El cártel de Sinaloa, que ve una oportunidad para eliminar a los minados “Zetas”, aún bajo el liderazgo de Miguel Treviño “El Z-40”, de controlar finalmente el territorio que le ha sido negado desde la década de los ochenta: el Golfo mexicano.
El hurto del cadáver
Sin embargo, el gobierno de Calderón concluye con una pifia más: el robo del cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano. Enviado a una modesta funeraria, la versión oficial es que hasta ahí llegó un comando criminal a rescatar el cadáver para evitar manipulaciones y darle al estilo mafioso, la cristiana sepultura.
Las vergüenzas oficiales continuarían con Homero Ramos Gloria, procurador de Justicia del Estado de Coahuila, al revelar que se habían robado los cadáveres, incluido el de “El Lazca”:
“El propietario de la Funeraria García notificó al Ministerio Público a las 8:05 horas del día 8 de octubre, que entre la 1:00 y 1:30 del mismo día se presentó un comando cubierto del rostro y fuertemente armado, el cual después de someter al personal tomaron los cuerpos y en la carroza los sustrajeron de las instalaciones”,
El zafarrancho gubernamental federal y estatal continuaría el 10 de octubre entre la SEMAR y el Gobierno del Estado de Coahuila, al aventarse la bolita en cuanto a la responsabilidad de la custodia del muerto:
“La autoridad local es responsable, tan es así que hacemos entrega, tenemos nuestras actas de puesta a disposición, y todo en el sentido de que recibieron los cuerpos”, expuso José Luis Vergara, vocero de la Secretaría de Marina.
El gobierno estatal de Coahuila refutó: “No tenemos facultad para mover ningún tipo de escena de este tipo”.
Lo más chusco fue que Salvador Martínez Escobedo “La Ardilla” fungió como perito en la identificación de cadáveres: Para dar certeza a sus pifias, gobiernos Federal y Estatal confiaron en que el sujeto en mención identificó el cadáver de Heriberto Lazcano.
A pesar que del propio Gobierno Federal salió la versión de un distanciamiento entre los dos máximos representantes de “Los Zetas”, Miguel Treviño y Heriberto Lazcano, el jueves 11 de octubre la opinión oficial fue que el primero había sido el autor intelectual del robo del cuerpo.
Ansiosos por confirmar fehacientemente la muerte de “El Lazca”, autoridades de Coahuila dejaron ver extraoficialmente que a partir de hoy viernes iniciaría una búsqueda en panteones de la localidad, incluso profanando tumbas para buscar el cadáver.
Las inconsistencias
El lunes 8 de octubre, a eso de las 8:00 pm, la Marina informó que había “fuertes indicios” de que “El Lazca” había sido abatido:
“La Secretaría de Marina Armada de México informa que el día de ayer (domingo 7 de octubre), durante una agresión con granadas y armas de fuego contra personal naval, fueron abatidos dos presuntos delincuentes. Posteriormente, se supo que existen fuertes indicios de que uno de ellos corresponde al cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano (a) ‘El Lazca’, líder principal de la Organización Delictiva de ‘Los Zetas’.
“El día de ayer aproximadamente a las 13:30 horas, en atención a diversas denuncias *ciudadanas, se tuvo conocimiento que personas armadas integrantes del crimen organizado se encontraban en el área de Progreso, Coahuila, procediendo a efectuar un patrullaje por el área a fin de verificar la información. El personal naval al circular en vehículos oficiales en esas inmediaciones, fue agredido con granadas desde un vehículo en movimiento, razón por la cual se procedió a repeler la agresión, habiendo resultado herido por proyectil de arma de fuego un elemento de esta institución, con heridas que no ponen en riesgo su vida”, informó la SEMAR.
Al siguiente día, 9 de octubre, la Secretaría de Marina confirmó: “Los indicios señalan que uno de los cuerpos pertenece a Heriberto Lazcano Lazcano (a) ‘El Lazca’, líder fundador de la Organización Delictiva de ‘Los Zetas’. Al realizar una búsqueda en las bases de datos dactilares de las huellas de los dedos pulgar, índice y medio, tomadas de la mano derecha de uno de los criminales abatidos, se obtuvieron los siguientes datos demográficos:
Nombre: Lazcano Lazcano Heriberto; año de nacimiento: 1975; sexo: masculino; estatura: 1.60 cms”.
Las pifias no terminarían ahí. La DEA informaba al mismo tiempo que Lazcano medía 5 pies con 8 pulgadas, es decir, 1.73 centímetros:
“Ahora, hay que ser un poquito comprensivos en este tipo de cosas, qué bueno que nosotros le pudiéramos decir al ‘Lazca’ que nosotros te queremos medir y pesar. Él causó alta en el Ejército cuando él se contrata para el Ejército, tengo entendido que tenía 17 años, yo no descarto que todavía después de eso él haya crecido”, explicó José Luis Vergara, vocero de la SEMAR, a la periodista Carmen Aristegui para MVS.
Los desatinos oficiales provocaron todo tipo de especulaciones sobre “El Lazca”: Hay quienes afirman que se suicidó; Stratfor, agencia de investigación estadounidense, expuso que el narcotraficante tenía una enfermedad terminal; no falta quien sospeche que Lazcano fue jubilado como en su momento Osiel Cárdenas Guillén concedió el retiro en 2006 a Gregorio Saucedo Gamboa “El Caramuela”.
Hasta el jueves 11 por la tarde, ninguna autoridad estatal o federal había informado sobre la ubicación del cadáver de Heriberto Lazcano; tampoco los sepultureros habían recibido el cadáver en un presunto mausoleo mandado a construir por él mismo en Pachuca, Hidalgo.
A Heriberto Lazcano le sobrevive su hermana María de la Luz Araceli Lazcano Lazcano, quien mantiene un bajo perfil, lavadora de dinero tal como Enedina Arellano con sus hermanos y el Cártel Arellano Félix. Curiosamente, la información proviene de la propia PGR, donde no ofreció pruebas de ADN aún conociendo la existencia de su hermana.
La consolidación del Cártel de Sinaloa
A 50 días de que concluya el sexenio, el gobierno del Presidente Felipe Calderón le quitó del camino a Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, a sus dos principales enemigos en el Golfo de México.
La primera semana de septiembre de 2012 fue aprehendido por elementos de la Marina en Tamaulipas, Mario Cárdenas Guillén, hermano de Osiel y heredero del Cártel del Golfo luego de la muerte -en 2010- de Antonio Cárdenas Guillén, “Tony Tormenta”.
El 7 de octubre, elementos de la Secretaría de Marina ejecutaron a Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, líder del Cártel de “Los Zetas”.
En ambas estructuras criminales ya hay sucesores, Mario Armando Ramírez Treviño, “El X20” en el Golfo, y Manuel Treviño “El Z40” en Los Zetas, pero ninguno de ellos enfrentó al cártel de Joaquín Guzmán Loera, como los Guillén o Lazcano.
Mario Cárdenas Guillén y Heriberto Lazcano -distanciados-, eran el principal impedimento para que “El Chapo” Guzmán dominara los estados que comprenden el Golfo de México, como Veracruz y Tamaulipas, y el sureste y norte mexicanos, Nuevo León y Coahuila.
El doctor Edgardo Buscaglia explica a ZETA sobre el liderazgo de Heriberto Lazcano Lazcano: “Este hombre ya venía en decadencia dentro de la organización, no representa ningún tipo de cambio fundamental en los enfrentamientos que ellos tienen con las autoridades y otros grupos criminales, además no tiene ningún tipo de efecto en el poder patrimonial de ‘Los Zetas’”.
Independientemente quien ostente el liderazgo de Los Zetas, el investigador y presidente del Instituto de Acción Ciudadana, argumenta sobre lo verdaderamente importante: El fortalecimiento del Cártel de Sinaloa en el sexenio del Presidente Felipe Calderón, “cuando tú quieres disminuir la violencia a través de un proceso donde no tienes instituciones adecuadas, no hay controles judiciales, patrimoniales, lo que queda es esperar que se consolide una alianza de grupos criminales regionales, nacionales, trasnacionales, alrededor de un eje central que es Sinaloa; y al consolidarse esa área criminal territorialmente, si bien no va a ser en todo el país, marginando a ‘Los Zetas’, Beltrán Leyva y demás, lo que sucede es que disminuye la violencia”.
Pero el empoderamiento no recae exclusivamente en “El Chapo” Guzmán, sino en la red de corrupción que ha tejido en general el Cártel de Sinaloa: “Yo no personalizaría a las empresas criminales en una persona. Yo no personalizaría a Sinaloa en la figura de ‘El Chapo’ Guzmán, él ha sido un gerente operativo de enorme sagacidad y de enorme habilidad para no solamente corromper a autoridades, sino para expandir la empresa criminal ligada a Sinaloa a 54 países del mundo.
“Yo no personalizará el poder de Sinaloa en un solo individuo. Sinaloa es muchísimo más que un solo individuo, es una empresa criminal trasnacional con miles de franquicias, con presencia empresarial en muchos países del mundo; que tiene un directorio formado por políticos, gerentes operativos como Esparragoza, como ‘El Mayo’ Zambada, y empresarios leales poderosísimos. Ninguna empresa criminal trasnacional, de delincuencia organizada, puede sobrevivir sin miembros políticos, empresarios legales, y gerentes operativos como ‘El Chapo’ en su directorio”.
El arraigo del Cártel de Sinaloa viene de muy lejos y va para largo: “Sinaloa es la sangre azul de la delincuencia organizada mexicana; desciende de los príncipes de la delincuencia organizada de los años 40, 50, de Guadalajara; ‘Los Zetas’ son newcomers, recién llegaditos, es un grupo paramilitar que se transformó en empresa criminal, pero no tienen los vínculos políticos de Sinaloa, no tiene la red social de Sinaloa, ellos (Los Zetas) a sangre y fuego imponen su poder; pero Sinaloa es una organización política y social, además de ser una organización criminal”.
– Definitivamente, ¿el Cártel de Sinaloa continuará fortaleciéndose en el sexenio de Enrique Peña Nieto?, cuestionó ZETA a Buscaglia.
“Sí, lamentablemente”.
El intocable “Triángulo Dorado”
La intersección que hacen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango, es conocida como “Triángulo Dorado”, paraíso de Joaquín “El Chapo” Guzmán y corredor excelso para el trasiego de droga a Estados Unidos.
El 5 de enero de 2012, el Presidente Felipe Calderón inauguró en tierras del “Chapo” el Puente Baluarte, calificado como “el más grande del mundo”, que une a Sinaloa con Durango: “No puedo ocultar mi gran emoción de ver el puente terminado”, festejó el primer mandatario.
En el “Triángulo Dorado”, los amigos de Guzmán Loera son intocables. Ismael “El Mayo” Zambada y Juan José Esparragoza Moreno “El Azul” transitan impunemente. En el resto de los estados dominados por el narcotráfico, las aprehensiones son generalmente de enemigos del Cártel de Sinaloa.
Por ejemplo, la detención Eduardo Costilla “El Coss”, ocurrida el 12 de septiembre de 2012 en Tamaulipas; Osiel Cárdenas Guillén, capturado el 14 de marzo de 2003 en Tamaulipas y extraditado en 2007; Mario Cárdenas Guillén, también aprehendido el 4 de septiembre de 2012, en Matamoros, Tamaulipas. Arnoldo Rueda Medina “La Minsa”, detenido el 11 de julio de 2009 en Morelia, Michoacán; Nazario Moreno “El Chayo”, abatido por el Ejército el 9 de diciembre de 2010, también en Michoacán; y Edgar Valdés “La Barbie”, capturado el 30 de agosto de 2010 en los límites de Guerrero y Morelos.
Eduardo Arellano Félix, arrestado el 28 de octubre de 2008 en Tijuana, Baja California; Arturo Beltrán Leyva, asesinado en diciembre de 2009 en Cuernavaca, Morelos; “Nacho” Coronel, acribillado el 29 de julio de 2010 en Zapopan, Jalisco.
Asimismo, Ezequiel Cárdenas Rivera, de 23 años, vástago de Ezequiel Cárdenas Guillén, detenido el 30 de noviembre de 2011 en Tamaulipas; y José Treviño Morales, capturado el 11 de junio de 2012 en Estados Unidos.
Al final de la lista -hasta el momento- se encuentra Heriberto Lazcano Lazcano, supuestamente ejecutado en el municipio de Progreso, en el Estado de Coahuila.
Calderón: Pifia tras pifia
Para el Gobierno Federal, Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, “Z3” o “El Verdugo” está muerto desde el domingo 7 de octubre, cuando fue abatido por la Marina Armada de México. Antes había sido abatido un 5 de septiembre de 2007 por militares en Tampico, Tamaulipas.
Tomás Borges, ex integrante de la Policía Federal Preventiva y autor de “Maquiavelo para Narcos” (Planeta, 2008) y “El Arte de la Guerra” (Planeta, 2011), explicó a este Semanario cómo se trasladaba Heriberto Lazcano:
“No es la primera vez que los capos modifican su modus operandi para evitar ser copados, ya que el finado Ramón Arellano, muerto en Mazatlán el 10 de febrero de 2002, se desplazó por última vez en un VW Sedan color blanco. Al respecto, un modus operandi similar lo realiza con éxito Juan José Esparragoza Moreno ‘El Azul’, quien utiliza el servicio de autobuses para desplazarse a lo largo y ancho del territorio nacional, sin que hasta la fecha haya sido localizado”.
Lo cierto es que, para el Gobierno Federal y Estatal de Coahuila, “El Lazca” está muerto, aunque nadie lo crea.
“Yo como individuo no les creería nada, dados los antecedentes de este gobierno en cometer torpezas, eliminan a una persona o no la eliminan, había circulares previos de que (Lazcano) había sido eliminado, pero desde el punto de vista profesional y dejando de lado cualquier tipo de sesgo que uno tenga como ser humano, aparentemente los indicios, los datos que ellos van dando, van confirmando que sí lo eliminaron”, precisó a ZETA el doctor Edgardo Buscaglia, catedrático del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y de la Universidad de Columbia, además de asesor del Instituto de Entrenamiento para el Mantenimiento de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Fuente: Zeta Tijuana