Mérida, Yucatán
Diario de Yucatán
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Un arraigo con obstáculos legales se llevó al cabo ayer en el Juzgado 5o. Penal, a solicitud de la Fiscalía General: el septuagenario Marcelino Chan Ku fue acusado de ultimar a su amasia Gladys Jiménez, de 36 años, en Juan Pablo II-Nora Quintana.
El septuagenario fue detenido, de acuerdo con versiones de sus familiares, desde el domingo, cuando acudió a la casa donde la mujer falleció por "asfixia por estrangulamiento", de acuerdo con el Semefo.
Fue detenido por agentes de la Fiscalía General a bordo de una camioneta, la misma que utilizaron los agentes cuando acudieron al levantamiento del cadáver.
El martes se promovió un amparo contra la incomunicación; el actuario de un juzgado de Distrito acudió a notificar a Chan Ku, pero se le informó que no estaba en manos de la Fiscalía General.
El funcionario se retiró. Sin embargo, a primera hora de ayer esa dependencia pidió al Juzgado 5o. Penal que se ordene el arraigo, lo que se hizo a las nueve de la mañana.
Tres horas después "apareció" Marcelino Chan, custodiado por agentes ministeriales. Fue llevado a ese juzgado, donde aceptó ser arraigado para ser investigado por la muerte de su amasia, una mujer que era adicta a las drogas, más joven y corpulenta que el inculpado.
El arraigo se hizo con base en el informe de un agente de la Fiscalía, quien dijo que al entrevistar a Chan Ku éste le confesó haber ultimado a Gladys Jiménez, con quien discutió por diversos motivos.
Otro argumento para la detención preventiva es que el acusado "intentaba huir" del Estado.
Un día antes, la víctima sufrió un accidente en la misma casa, fue atendida en el Hospital O'Horán y al día siguiente amaneció sin vida.
Velador, de 70 años, el detenido aceptó el arraigo, pero le advirtieron que no declare sobre la acusación.
R.F.G.
Francisco Puerto
SIPSE
Mérida, Yucatán
A sus 70 años de edad, el velador Marcelino Chan Ku tuvo fuerzas suficiente para estrangular a su pareja sentimental, una mujer adicta al thíner y al cemento plástico que por temporadas se quedaba a vivir en su casa.
El anciano fue arraigado por 30 días por el Juzgado Quinto Penal, a cargo de Rubí Guadalupe González Alpuche, en espera de que el Ministerio Público tenga tiempo suficiente para realizar las indagaciones en torno a este caso.
De acuerdo con el reporte, la mañana del pasado sábado la ahora occisa, Gladys Jiménez, en edad de 36 a 38 años, acudió a visitar a su pareja en el predio número 168 de la calle 26 entre 3 y 3-E del fraccionamiento Juan Pablo II-Nora Quintana-, pero antes sufrió una caída y se lesionó un glúteo y la rodilla derecha.
Al ver lo que había pasado, unas vecinas la llevaron al hospital O'Horán, a donde Marcelino la fue a buscar.
Sin embargo, como a las 16:30 horas, la mujer, que vivía en Tixcacal-Opichén y era adicta a las sustancias tóxicas, empezó a ingerir pastillas para calmar los fuertes dolores que le producían sus lesiones.
El anciano llamó a unas vecinas para que lo ayudaran a que la mujer escupiera las pastillas. También llegó al sitio una patrulla, cuyos agentes ayudaron a controlar a Gladys.
Finalmente se calmó y se acostó en el suelo, pues no quiso hacerlo en una hamaca.
No se sabe a ciencia cierta lo que pasó entre la pareja en el transcurso de la noche del sábado y la madrugada del domingo, pues la mujer amaneció estrangulada.
Alrededor de las 5 de la mañana, Marcelino fue a despertarla, supuestamente la encontró muerta y dio parte a las autoridades. Como en un principio se pensó que había fallecido por los golpes que sufrió y a consecuencia de sus adicciones, el anciano se retiró del lugar y fue a casa de uno de sus hijos, ubicada en la colonia Francisco I. Madero.
Sin embargo, la autopsia reveló que había sido estrangulada y las autoridades procedieron a detener a Marcelino para arraigarlo.
Por su edad, Chan Ku podría no ser sujeto a proceso penal, porque la ley considera ciertos beneficios para la gente enferma y de edad avanzada.
