viernes, 15 de marzo de 2013

Comuna levanta clausura del "Chino" Quijano y hostiga a otras pollerías


Restándo importancia a la gravedad de la venta de pollo de desecho al público, el ayuntamiento de Othón P. Blanco ha permitido que reanude su actividad una de las pollerías del mayorista Manuel “El Chino” Quijano, mientras la Comisión Federal de Protección Contra Riesgo Sanitario en Quintana Roo, se ha visto lenta y negligente al no realizar las pruebas al producto de desecho ni ha procedido en contra de estos hechos contra la salud de las familias de Chetumal.

Tras la petición de adecuarse a las medidas higiénicas y cobrarle una multa de alrededor de sólo 18 mil pesos, la Comuna ha minimizando la gravedad de la venta por varios años del producto de desperdicio a los consumidores de las pollerías, ha permitido la reapertura de uno de los principales puntos de venta de Manuel Quijano, ubicado cerca del mercado Lázaro Cárdenas.

Es necesario recordar que el mayorista comercializaba desde 30 hasta 200 pollos diarios de desecho de la empresa Bachoco desde hace más de cinco años, lo que hace entender la magnitud de la práctica insalubre que afectó a los consumidores, además representa una práctica desleal hacia los comerciantes de este producto, ya que por ser desperdicios los vendía más baratos.

Manuel Quijano Quijano cuenta con ocho puntos de venta de pollo en la ciudad y dos en los mercados, mientras que también existen otros 11 locales en los mercados a nombre de sus familiares.

Sin embargo, sólo uno de sus locales en la ciudad fue sancionado con la clausura y la comuna permitió que fuera reabierto luego de haber pagado una multa de 18 mil pesos, a pesar atentar contra la salud de los consumidores.

A lo anterior hay que añadir el daño económico que ha provocado a los comerciantes del ramo, el hecho que han desplomado las ventas tras la imagen negativa que se generalizó de las pollerías.

En cambio, mientras al pollero “cochino” Manuel Quijano Quijano la comuna lo consiente, fomentando la impunidad ante este grave atentado contra la salud de los chetumaleños, en días pasados realizaron una “cacería de brujas” contra las demás pollerías de la ciudad, aplicándoles sanciones por minucias como la falta de mandil o de meseta y hasta el color de la gorra de los expendedores.

A esta negligente actitud de la comuna hay que sumar que el director de la Comisión Federal de Protección Contra Riesgo Sanitario en Quintana Roo, Juan Ortegón Pacheco, pretextó que no han podido tomar muestras ni llevar a cabo una investigación al interior de la Pollería Quijano debido a que se encuentra clausurada, a pesar de que el mayorista no sólo opera un local en la ciudad, sino varios más.

La falta de seriedad y atención a su cargo, que en este caso debe ser en estrecha coordinación con el Ayuntamiento, esto ha impedido tener conocimiento que ha sido reabierto el punto de venta que había sido clausurado al mayorista.

Lo anterior quiere decir, que una semana después de conocer el grave asunto de salud pública y que representa un riesgo contra la salud de los quintanarroenses, Juan Ortegón Pacheco no ha iniciado las investigaciones ni los procedimientos para aplicar las sanciones correspondientes.

Las acciones de la COFEPRIS se han limitado a verificaciones en las pollerías existentes en la zona centro y sur del Estado, pero ha faltado seriedad sobre el origen de esta problemática de salud pública.

Y es que, tal parece que su adicción a las máquinas de los casinos, distraen mucho la atención de Ortegón Pacheco y por eso ha descuidado este grave asunto de la venta de pollo de desecho en Chetumal.

www.informativoquintanaroo.com

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