Daniel Ramos
Saldo aparentemente de cuatro detenidos, arrojó un operativo de la Secretaría de Marina en un domicilio del supuesto narcotraficante Carlos Adelmar Cabañas Catzín, en avenida Benito Juárez entre Camelias y Justo Sierra. El secretario de Seguridad Pública, Carlos Villa Castillo, fue obligado a retirarse del lugar cuando pretendió intervenir en las acciones de los marinos.
El operativo de los elementos de Marina inició alrededor de las seis de la tarde y se prolongó al menos durante dos horas.
Unos veinte marinos fuertemente armados ingresaron por tierra al domicilio del presunto narcomenudista Carlos Cabañas Catzín, mientras que cinco efectivos lo hacían a rappel desde un helicóptero, causando gran expectación entre los vecinos de la colonia David Gustavo Gutiérrez.
Las primeras versiones que corrieron en el lugar fue que había sido aprendido el propio Carlos Cabañas Catzín, junto con un ex comandante de la Agencia Federal de Investigaciones de la Base de Intercepción Aérea de apellido Coronado y dos personas más.
Los federales llegaron en dos vehículos tipo Hummer y camionetas todo terreno al domicilio ubicado sobre la avenida Benito Juárez número 284 entre Camelias y Justo Sierra. Debido a que las rejas se encontraban cerradas, los militares utilizaron sus vehículos para ingresar por el techo, mientras que otros cinco elementos del grupo reacción especial descendían a rappel desde un helicóptero.
Personal de la Armada de México, con armas de grueso calibre se apostaron sobre la avenida Benito Juárez rodeando una manzana entera, sin permitir que civiles pudieran cruzar e inclusive vecinos del lugar tuvieron que esperar varios minutos para poder ingresar a sus viviendas. Algunos peatones que se acercaron fueron revisados como parte de la rutina de seguridad.
Fue notaria la salida de dos camionetas con al menos cuatro personas detenidas, aunque no hubo información oficial ni sobre personas ni enervantes asegurados.
El secretario de Seguridad Pública, Carlos Bibiano Villa Castillo, intentó intervenir de manera autoritaria en el cateo, sin embargo los agentes de Marina no se dejaron intimidar y lo obligaron a retirarse junto con sus escoltas.
“¿A dónde va?”, preguntó con autoridad uno de los elementos que resguardaban el lugar del operativo al general retirado Villa Castillo. “¿Qué acaso no sabes quién soy?”, dijo con carácter intimidatorio. “Soy el general Villa”, añadió, pero de todos modos le indicaron que se retirara del lugar que estaba siendo cateado.
Ante tales acciones, decenas de curiosos que estaban en los alrededores le gritaron “¡Fuera! ¡Fuera!” a Villa. “Esto es lo que debiste haber hecho antes, corrupto, vete”. Y después añadieron: “¡Bravo, marinos; córranlo!” Y aplaudieron las acciones de los marinos.
Por cualquier situación, uno de los marinos pidió refuerzos para evitar alguna sorpresa que pudiera generar la intromisión del secretario estatal de Seguridad Pública. Pero, cabizbajo, Villa Castillo poco a poco se retiró del lugar a bordo de la Suburban en la que había llegado, acompañado por varios de sus escoltas y su vocero, Cesar Castilla.
Carlos Cabañas, uno de los zares del narcotráfico en Quintana Roo, es pieza clave de la organización criminal que comandaba en Argentina la modelo Angie Sanclemente Valencia. Este personaje usaba a bellas modelos para transportar cocaína colombiana vía área de Argentina a México. En este sentido, “El Monstruo” la recibía en el Aeropuerto Internacional de Cancún, sin problema alguno, para después enviarlo a Europa su destino final.
Con la detención y sentencia condenatoria a la modelo colombiana, salen a relucir dos cosas importantes: la importancia que tiene Carlos Cabañas Catzín en la estructura del narcotráfico internacional, al ser pieza clave en la triangulación de la cocaína en su tránsito hacia el Viejo Continente y la complicidad de las autoridades asignadas al Aeropuerto Internacional de Cancún; en este caso la Policía Federal, al permitir el paso del alcaloide sin mayor obstáculo, y que quedó al descubierto con el aseguramiento de 55 kilos en Argentina.
“El Monstruo”, a quien se le señala como operador del cártel de Sinaloa en el estado, y con base de operaciones en el sur de Quintana Roo, tiene más de una década en la ilícita actividad del narcotráfico; sin embargo, la PGR no había emprendido investigación alguna en su contra, de ahí que diversas voces cuestionen severamente al Gobierno Federal por su evidente protección a Cabañas Catzín y por esta razón se paseaba sin problema alguno en Chetumal, ciudad donde tiene su residencia particular e incluso las autoridades estatales y municipales no se metían con él.
Dirigentes de partidos políticos entrevistados al respecto, quienes por cuestiones de seguridad personal pidieron que no se publique sus nombres, exigieron al Gobierno Federal que deje de proteger a los importantes miembros del Crimen Organizado que operan en Quintana Roo porque la PGR, autoridad competente en la materia, simple y sencillamente no actúa en contra de ellos, y por esta razón, los delitos de alto impacto como son: narcotráfico, secuestros, “levantones”, extorsión, entre otros, van en aumento, por la impunidad con que se cometen.