Existen sospechas de que la supuesta agresión en su contra, desmentida ya por la PGJ-Quintana Roo, tiene por finalidad encubrir una presunta protección del gobierno municipal de Solidaridad al crimen organizado.
Xavier Méndez Camacho
Como en la afamada teleserie colombiana “El Cártel de los Sapos”, el actual presidente municipal de Solidaridad, Filiberto Martínez Méndez, aparenta sufrir un atentado contra su vida para desviar investigaciones que presuntamente estaría realizando ya la Procuraduría General de la República (PGR) sobre lo que apunta a ser una protección por parte de su administración al crimen organizado en la ciudad turística de Playa del Carmen.
El procurador de Justicia del Estado, Gaspar Armando García Torres, encargado de las investigaciones locales que desmintieron la versión ofrecida por el edil solidarense en cuanto al supuesto ataque a balazos sufrido la semana pasada sobre la carretera Cancún-Playa del Carmen, dijo en entrevista para La Voz de Quintana Roo que en breve dará a conocer noticias importantes sobre este asunto.
Habrá información relevante, adelantó el funcionario, sobre el ataque --éste sí verdadero-- que sufrió hace poco más de un mes el jefe de la Policía de Solidaridad, Rodolfo del Ángel Campos; el asesinato después de un comandante de la Policía Turística; el vínculo de policías y autoridades de este municipio con el grupo de “Los Zetas” y los móviles verdaderos detrás del presunto atentado en contra del alcalde de esta demarcación.
García Torres, quien pidió reserva por lo delicado del caso, no descartó que el incidente del presidente municipal Filiberto Martínez esté fuera de contexto. Con acciones como estas, el procurador del Estado demuestra una vez más que es un aliado efectivo del gobernador Roberto Borge Angulo para el esclarecimiento de delitos y, como ya ocurrió por segunda ocasión --primero fue el de los escoltas del general Villa que mataron a un compañero--, para desenmascarar mentiras oficiales que pretendan encubrir algún ilícito.
En ambos casos, el jefe del Ejecutivo estatal ha dejado en claro su postura de no solapar a nadie, aún siendo funcionarios de su gabinete o allegados personales, para salvaguardar el orden y tranquilidad de los quintanarroenses. Y para muestra un botón: En menos de un mes, su secretario de Seguridad Pública estatal se vio envuelto en un escándalo cuando dos de sus escoltas mataron en una aparente persecución a un elemento policíaco capitalino. El general Carlos Bibiano Villa Castillo defendió a capa y espada a sus guardias, pero la Procuraduría de Justicia consignó ante el Juzgado Segundo de lo Penal el expediente, que dictó auto de formal prisión en contra de Eduardo Sánchez Hernández y Ulises Martínez Jiménez, al señalarlos como probables responsables del delito de homicidio calificado.
El segundo caso tiene que ver con el supuesto atentado que sufriera el alcalde de extracción priísta, Filiberto Martínez Méndez, el pasado martes 13 de septiembre. Gracias a la oportuna intervención del mandatario estatal, quien ordenó investigar a fondo la “agresión”, hoy se sabe que el edil solidarense se sintió el “Murat caribeño”, al poner en práctica la táctica de un auto atentado, el cual usara el ex gobernador oaxaqueño en marzo de 2004 --aunque por diferentes circunstancias por sus problemas políticos, pero con el mismo objetivo-- para desviar la atención de la PGR que lo acorralaba por delitos de corrupción e impunidad en su gobierno.
TODO FUE UNA FARSA
En junio de ese mismo año, la PGR informó que se trató de un auto atentado; que en el incidente sus escoltas fueron los responsables de balear el vehículo del gobernador, desde dentro y fuera del mismo.
En el caso de Filiberto Martínez los hechos son muy similares. El procurador de Justicia del Estado, Armando García Torres, asegura que de acuerdo a la indagatoria al respecto, no han encontrado indicios de un supuesto atentado en agravio del presidente municipal de Solidaridad.
Se basa en que la camioneta de los escoltas no presenta ninguna huella del supuesto ataque que dicen haber sufrido, porque no hay impactos de bala procedentes del exterior, sino que por el contrario, todos los disparos detectados hasta el momento son de adentro hacia afuera.
Para García Torres se trata de una mala apreciación de los escoltas --no quiso aceptar que se trata de un auto atentado aunque todo lo indica-- al considerar como un supuesto peligro para el alcalde el simple rebase de una camioneta tipo Excursión, la cual no ha sido ubicada hasta el momento.
Los peritos de la Procuraduría de Justicia encontraron dentro de la camioneta de los escoltas 23 casquillos percutidos, de los disparos que realizaron, y además otros cuatro casquillos fueron detectados a un costado de la carretera en el kilómetro 339.
El procurador Armando García Torres dice: “Los resultados sin duda nos llevan a considerar que de acuerdo al análisis de todas las detonaciones y los impactos que tiene el vehículo, en este caso la Suburban, todas son de adentro hacia afuera.
“No se encontró ni una sola que venga del exterior y de hecho se trata de arma R-15, se activaron dos armas largas, calibre .223, que son precisamente de los que utiliza la escolta.
“No hay indicios de algún fragmento que pudiera relacionarse con otro vehículo, de hecho, en cuanto al lugar de los hechos donde se acudió, se encontraron también cuatro casquillos del mismo calibre y en el vehículo al ser valorado y analizado se encontraron 23 casquillos percutidos.
“Asimismo, en una revisión de lo que fue al lugar de los hechos, se encontró lo que pudiera ser una huella de frenado, pero únicamente corresponde a un vehículo, no se encontraron indicios o presencia de que haya estado otro vehículo en la misma circunstancia, esto sin duda también nos lleva a considerar de que si hubo activación de arma, esta se dio del interior del vehículo hacia afuera.
“No tenemos una referencia directa de que pudiéramos hablar de este vehículo que intentó rebasar sin que esto pudiera considerarse que lo haga como una forma de agresión directa; sin embargo, no pretendemos minimizar este hecho, simplemente estamos dando a conocer lo que ya la investigación y sobre todo los exámenes nos están reportando”.
El procurador de Justicia indicó que las investigaciones continúan para tratar de ubicar la camioneta hacia la cual fueron dirigidos los disparos de los escoltas y por lo pronto no hay reportes de una afectación hacia alguien por esas detonaciones.
De otro lado, trascendió que la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada (SIEDO) tiene una línea de investigación muy diferente a la que manejan las autoridades estatales porque mientras ellas dicen que los ataques a funcionarios policiacos son porque han combatido al narcomenudeo, para la PGR es porque “Los Zetas” quieren cobrar venganza por acuerdos no cumplidos en la administración de Filiberto Martínez Méndez.
La Voz de Quintana Roo