A 39 años de su fundación, la comunidad religiosa de La Nueva Jerusalén experimenta una de las peores fricciones de su historia y está a punto de perder el respaldo de un gobierno del PRI, partido al cual apoyaron hasta 1995 con votación absoluta en favor de sus candidatos.
El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, lanzó un ultimátum a los líderes de la comunidad, a quienes les advirtió que no se tolerará la violación al derecho a la educación de 230 niños de la comunidad.
De continuar el conflicto, dijo, no se descarta la incursión de policías estatales para romper las imposiciones religiosas a hombres, mujeres, niñas y niños ligadas a un fanatismo poco entendido en el siglo XXI.
“Hemos sido muy prudentes para no violentar la vida en esa comunidad, hemos sido tolerantes, pero que no confundan tolerancia con debilidad. Yo le pido a las personas que conducen espiritualmente a esa comunidad que actúen para facilitar la situación; si no, con todo respeto, tendremos que actuar”, dijo el mandatario michoacano.
A uno de los grupos en disputa se le relaciona con el PRD y al magisterio democrático de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE ), que aunque minoría, ha causado mella en esta comunidad religiosa.
Apariciones
La comunidad religiosa de la Nueva Jerusalén fue fundada en 1973 por Nabor Cárdenas Mejorada, mejor conocido como Papá Nabor.
La creación de la ermita es atribuida a una visión de la Virgen del Rosario, quien, según versión de la gente de este colectivo, se le apareció a una mujer de la tercera edad llamada Gabina Sánchez, quien posteriormente pasó el mensaje al entonces cura de Puruarán, Nabor Cárdenas.
“Sacerdote de mi pueblito, de la ermita, ayúdame a salvar al mundo”, fue el mensaje dado supuestamente por la Virgen del Rosario a la anciana también conocida como Mamá Salomé.
La cohesión del grupo religioso se vio fracturada con la muerte de Papá Nabor, el 19 de febrero del 2008, quien en su lecho de muerte eligió como su sucesor a monseñor Martín de Tours. Otro sector de la comunidad prefería como su líder al obispo Santiago Caballero.
Tensión por la escuela
A pesar de contar con un espacio de estudio, los alumnos de la primaria y preescolar Vicente Guerrero cursaron su ciclo escolar 2011-2012 al interior de viviendas, pues se les impedía ingresar al plantel, ya que fue tomado por varios meses por seguidores de Martín de Tours.
El pasado 6 de julio, ese grupo derrumbó con picos y marros las aulas de la escuela Vicente Guerrero. El argumento de los seguidores de monseñor de Tours para destruir el inmueble fue que la Virgen del Rosario así lo ordenó.
El acto ocasionó la molestia de padres de familia de 230 niños y niñas que acudían a estudiar a la escuela.
El grupo minoritario, el cual determinó que a sus hijos se les imparta la educación oficial, alzó la voz ante las autoridades de la administración estatal al solicitar su intervención y el castigo a los habitantes de la Nueva Jerusalén que participaron en la destrucción del plantel escolar.
Ante la Procuraduría General de Justicia del Estado acudierona declarar personas involucradas en el caso, pero hasta el momento no se ha dado a conocer el resultado de las indagatorias y si habrá castigo contra las personas que cometieron el ilícito. Por lo pronto, padres de familia se niegan a que la escuela se construya fuera de la ermita
Posibles salidas
Una de las posibilidades para concluir con los enfrentamientos de la población de la ermita es que la escuela sea reconstruida fuera de la comunidad religiosa, a lo que se niegan los padres de los 230 alumnos, pues no desean que sus hijos “tengan contacto con el mundo exterior y sus costumbres”.
La segunda alternativa es que se instalen aulas móviles, las cuales serían ubicadas en el predio ocupado por el plantel destruido, el grupo de Monseñor Martín de Tours amenaza impedir su instalación.
La situación en la comunidad de la Nueva Jerusalén, tras los zafarranchos ocurridos el lunes 20 de agosto por el inicio del ciclo escolar, es de calma aseguró el secretario de Gobierno de Michoacán, Jesús Reyna García.
Pese al regreso de la tranquilidad a la población ubicada en Turicato, no hay condiciones para empezar las clases ni siquiera en casas particulares como se tenía previsto, porque la construcción de la escuela no es el problema, el fondo del conflicto, afirmó Reyna García, tiene que ver con la forma de creer en las cuestiones religiosas, “el problema en la Nueva Jerusalén no es la escuela ni son las clases, el problema en la Nueva Jerusalén es la convivencia en una comunidad que hoy tiene divergencias en la creencia religiosa y eso es lo que no les permite vivir en armonía, ese es el problema de fondo”.
La escuela destruida en junio pasado, dijo el funcionario estatal, puede ser levantada por la administración de Fausto Vallejo Figueroa sin problema, incluso con la presencia de elementos de seguridad pública para resguardar la obra, sin embargo, no se puede desarrollar así el ciclo escolar.
“El problema no es construir la escuela, desde luego que el gobierno puede construir la escuela, incluso si así quisiera con la presencia permanente de policía mientras dure la construcción, el problema es la convivencia después, si ustedes me dicen que podemos reiniciar mañana las clases lo podemos hacer con la presencia de policías, los que sean necesarios, pero el ciclo escolar no puede llevarse ni desarrollarse con presencia de policías todos los días, lo que tenemos que buscar es cómo armonizamos en lo indispensable la vida de esa comunidad”.
Ante la posibilidad de que gente de la comunidad pida la intervención del gobierno federal, el encargado de la política interna de Michoacán mencionó que será bienvenida, “si piden la participación del gobierno federal bienvenida nosotros le damos la bienvenida a todo aquello que sirva para que en esa comunidad se logre la armonía social”.
El diálogo con los dos grupos es constante, para el gobierno estatal el fin del conflicto religioso se dará cuando acepten por escrito un acuerdo de convivencia social, “las reglas básicas de una armonía y de una convivencia social por escrito que acepten los dos grupos”.
La presencia de elementos de la Policía Estatal es continúa en la ermita para evitar más enfrentamientos, pero mientras tanto, las clases no han podido iniciar en el ciclo 2012-2013.